No pude hacer nada. Porque por mas que intentaba animarme a mi misma a ser fuerte y todo lo que se le asemeje, es difícil remar sola para el mismo lado.
¿Y Tomas?
Tomas ya ha hecho mucho por mi, no puedo depender eternamente de que el me defienda y este ahí para cuando me den bajones de animo. Además tiene su propia vida, no puede estar eternamente pendiente de una chica incapaz de protegerse a si misma, una chica que esta cosechando lo que sembró, simplemente eso.
Aun sigo dentro del baño admirando aquellas grotescas palabras que se acumulan en mi retina para que, en el momento mas inesperado y débil, me golpeen y terminen conmigo.
De pronto escuche una voz.
-¡Sam!
Gritaban afuera.
-¡Sam!
A pesar de escuchar claramente mi nombre, y saber que a quien buscaban era a mi, intento detener mis impulsos de salir de allí. Porque aunque parezca absurdo, en este lugar me siento un poco mas protegida, claro, no estoy rodeada de cientos de chicos dispuestos a torturarme con palabras hirientes y eso lo hace totalmente confortable. A pesar de las palabras escritas contra mi, siento que el cubículo del baño es mi zona de confort.
¿Ridículo no?
Vuelvo a escuchar mi nombre, ahora aun mas cerca que antes. Oculto mi cabeza entre mis piernas y con mis manos cubro mis oídos para no escuchar más. Siento como cálidas lagrimas rodean mis mejillas demostrando cuan débil soy, noto mi posición de defensa ante un ataque, observo mi comportamiento fuera de lo que se considera "fuerte y maduro"
Pero, ¿quien es lo suficiente maduro para soportar algo así? ¿Que persona esta preparada para que el mundo se le vuelque encima?
Ignoro una, dos, hasta cinco veces mi nombre gritado con potencia. Lo ignoro porque no soy capaz de siquiera intentar salir de aquí.
Estoy acabada.
Derrotada.
Herida.
Humillada.
Pasan los minutos y sigo en la misma posición, quizás esperando desaparecer por arte de magia.
Escucho la campana para entrar a clases. Son las dos de la tarde y las clases duran hasta las seis, necesito salir de aquí e irme a cualquier parte posible para seguir estando sola. En clases notaran mi ausencia y mandaran a alguien a buscarme, llegaran a mi, me obligaran a salir e ir a clases, y seré nuevamente el centro de burlas del colegio.
No. No puedo permitirlo.
He salido con la mochila por una razón, irme, y no cambiare de planes.
Me levante, abrí la puerta fuertemente con la mochila a rastras, llegue hasta la puerta del baño mirando hacia ambos lados, y al notar que no hay nadie comienzo a correr con todo lo que tengo para llegar rápido a la entrada del colegio. Al llegar hasta allí, me doy cuenta de que no hay nadie en la portería por lo que me escabullo y, con decisión, presiono el botón para abrir la puerta. Un sonido retumbante provoca eco en el silencioso pasillo, los nervios recorren mi cuerpo, siento que mi corazón explotara del miedo y por mas que intento no hacer ruidos con mi respiración, se me hace imposible.
Agarro la manilla de la puerta y tiro de esta aun mirando a todos lados. Un segundo, solo un segundo me toma salir de aquel lugar corriendo como si me estuvieran persiguiendo. Como si corriera por mi vida.
Mientras lo hago, me siento la mujer mas libre del mundo. Una sonrisa abarca gran parte de mi rostro en el momento que me doy cuenta que he dejado atrás a esas bestias. Poco a poco me voy deteniendo, lentamente asimilo lo que estoy haciendo, finalmente de golpe me doy cuenta que soy una cobarde.
Pase de ser la mujer mas libre, a un pedazo mierda cobarde.
Y tras ello, me paso la mayor parte de la tarde vagando por las solitarias calles, aquellas viejas calles que solo hacen deprimirme más. De pronto veo un puente cerca, me acerco lentamente como si me aproximara a algo peligroso, al llegar al centro del puente miro hacia abajo notando cuan alto estoy del agua cristalina, la cual refleja el cielo gris y es mecida por el frió viento. Me subo al borde bloqueado por fierro; estoy a solo un paso de desaparecer.
-Baila puta
-Zorra malparida
-Muerete
-Me das asco
La risa de todos ellos aun puedo oírla, pero me duele seguir escuchándola a pesar de que ya no está.
Siento como el viento mueve mi pelo y obstaculiza mi vista, intento apartarlo pero quizás es mejor así. De pronto me siento liviana, de pronto siento que nada pesa, de pronto el pelo se aparta de golpe y me veo caer a mi misma desde el puente, sabiendo que en cualquier momento vendrá el golpe contra las piedras. Sabiendo que pronto todo acabará.
Sin embargo algo me sobresalta, algo me saca de las nubes en las que me encuentro cuando coloca su mano en mi hombro. Entonces como si lo hubiera estado esperando, me dice:
-No estarás pensando en saltar ¿no?
Ay Tomas...
.
.
.
Nooo, no ha muerto no se preocupen jaja solo se lo estaba imaginando. Supongo que todos en un momento desastroso nos ponemos a imaginar cosas trágicas, pero no somos lo suficientemente valientes para hacerlo.
O somos lo suficiente valientes para enfrentarlo.
Quien sabe.

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Eres mi desafío - TERMINADO ✔
Teen FictionSoy una perra. Una que no le importa nadie y de pronto sin darme cuenta, llega un chico a acabar con esa rutina. Me enamoré de él y él odia las chicas como yo. Pero, ¿realmente crees que esa es la historia? Mi historia es más que eso. Rankings ✔ ...