Eres mi desafío - TERMINADO ✔

18

Tomas había aparcado en una de las calles en el centro de la ciudad.

Apago el auto y todo quedo mas en silencio de lo que ya había estado. Sentía como el ambiente estaba tenso, pero agradecía estar lo suficiente borracha para que me importara una mierda.

-Emm, supongo que debo bajar

"Sipingi qui dibi bijir"... Idiota bajate luego zorra mal parida. Me arrepiento de haberte llamado amiga"

-Si, que descanses -Contesto Tomas mirándola de soslayo. La verdad había sido casi como si quisiera evitar mirarla, quizás le incomodaba que yo estuviera observando todo.

-Buenas noches Tomas, que descanses -Claudia se acercó a el y lo beso en la comisura de sus labios. Fue tan repugnante que me dieron náuseas.

-¡Que te vayas ya! ¡Malparida! -Grité sonriendo con complicidad, disfrutaba irritar, pero disfrutaba mas irritar a quienes intentaban burlarse de mi.

Ella me miro, con odio, abrió la puerta y cuando tuvo un pie fuera volví a gritar.

-¡Y bañate con agua fría para que se te quite la calentura, perra!

-¡Callate!

Escuché.

Mire a Claudia, ella seguía de espaldas a mi pero lucia tensa, no, no lo había dicho ella.
Entonces mi mirada viajo hasta los ojos de Tomas y ahí yacía él, mirándome atentamente, con sus dientes apretados y su rostro tieso. Había odio que se podía notar desde lejos.

-Tomas.. -Susurro ella-. Estoy bien, descuida.

Tomas seguía mirándome.

-Buenas noches Claudia -dijo el, cortante.

Ella bajo la mirada y salio del auto diciendole adios por la ventanilla. Tomas espero a que ella entro a la casa para volverse a mi nuevamente.

-¿Que?

-Que desagradable eres Samantha.

Si, fue horrible escucharlo aun estando borracha.

-Tu me quieres igual lindura -dejando el orgullo de lado, intente ligarlo. Pero nuevamente no funcionó...

Nunca funcionaba.

-Yo no te quiero -me respondió. Lo único que se escuchaba era nuestra respiracion agitada, en cincronia. Pero por mucha que hubiera, no me hacia sentir cómoda estando con el, es decir, adoraba estar con Tomas, pero su indiferencia y el hecho de que se enojaba conmigo fácilmente, hacían de cada encuentro algo muy hostil-. Yo te odio.

Yo te odio...

Retumbo en mi mente mil veces antes de que Tomas se volviese y condujese hasta mi casa.

Podían decirme mil cosas, pero jamas soportaría algo así viniendo de alguien que de a poco se volvía tan importante para mi.

Y me duele.

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Cap corto. Aun trato de unir las ideas