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Tomas me miraba tiernamente sentado junto a mi. Me había tomado de las manos diciéndome que ya estaba a salvo.
Al verlo todo se me había olvidado. Pero no quería que se diera cuenta la importancia que tenía para mi que me acompañara en estos momentos.

-¿Que haces aquí? -Pregunté.

Tomas suspiro y alejo sus manos de las mias. Me arrepentí de haberlo preguntado con todo desinteresado.

-Cuentame que paso.

Las escenas volvieron a mi cabeza.

-¿Conoces a Richard?

Tomas miro alrededor.

-¿El... Chico que le gustas verdad? -me miro y mis latidos se tornaron presurosos-. Con el que te estabas besando. ¿No?

Se me apretó el pecho. Me arrepentía tanto.

-¿Es tu novio?

Su pregunta me sorprendió. ¿Le importaba entonces?

-No.

-¿Y que tiene que ver Richard con lo que te paso?

Agache la cabeza. El nudo en la garganta amenazaba con hacerme débil y romper a llorar.

Con lágrimas en los ojos esquive la mirada de Tomas volviéndome hacia el lado contrario. Estaba en una habitación de clínica, el olor a clínica era inconfundible.

-¿Sam?

Mis músculos se tensaron.

-El trato de aprovecharse de mi.

El silencio inundo la habitación. El único sonido era un reloj de pared que tenia las manecillas malas ya que retrocedían en vez de avanzar.

-Cuentamelo.

En su voz había algo de esfuerzo en parecer cordial y protector.

-Me arrinconó a la fuerza tomándole del cuello entre el casillero y la pared. Y.. -Quise llorar, pero me contuve-. Me comenzó a tocar por todos lados.

Aun no lo miraba a los ojos, era incapaz. Me sentía sucia.

-Al intentar zafarme de él, me azoto la cabeza con la pared y me golpeo en el estómago -me silencie un momento y proseguí-. Entonces... Caí al piso y Richard huyó.

Tomas seguía en silencio. Lo mire por primera vez desde que comencé a llorar involuntariamente, y pude ver su eterna seriedad.

Pero...

-Lo mataré.

Me sorprendí tanto, que mis labios se separaron. Quede boquiabierta literalmente.

-¿Porque lo harías? -Necesitaba saber si le interesaba. Si esto lo hacia por cumplir o porque realmente yo le importaba.

-Porque ninguna mujer debería pasar por esto. Ninguna.

Sus palabras eran firmes y su expresión dura. Casi podía asegurar que él en verdad lo mataria.

Me avergoncé.

-Pero ha sido tu culpa de todas formas -dijo, tomándome por sorpresa.

-¿Que?

-Ha sido tu culpa -su expresión se endureció aun mas-. Tu te lo has buscado.

Lo único que había querido era no escuchar eso viniendo de el. Yo tenía claro que habia sido mi culpa, pero escucharlo de el me hería.

-Lo se -respondí.

Tomas sonrió.

-Y todo por sacarme celos ¿No?

Su sonrisa era picarona. Incluso como si disfrutara mis celos.

-Tranquila -susurró Tomas-, valió la pena.

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Hola lectores 😘 ojala les haya gustado. Actualizare mas seguido ahora 💕

Eres mi desafío - TERMINADO ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora