27. Sangre de pirata

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La cabeza le dolía y punzaba, despertó en completo silencio y poco a poco el sonido llegó a ella. Narissa abrió sus lilaceos ojos y trató de enfocar su vista, y le sorprendió encontrarse en una habitación extraña, rodeada de artilugios brillantes y llamativos. No era el camarote del barco, dónde ella viajaba, era otro lugar.

Su boca estaba seca y caliente ¿Cuánto llevaba dormida? Se sentía demasiado cansada, hambrienta y sedienta. La cabeza le punzó con fuerza, cuando trató de sentarse sobre la cama. Tocó donde le dolía, y notó que estaba inflamado, entonces notó su cabello suelto, pero ya no era de colores pasteles, era de color azul con vetas moradas y fucsia.

 Tocó donde le dolía, y notó que estaba inflamado, entonces notó su cabello suelto, pero ya no era de colores pasteles, era de color azul con vetas moradas y fucsia

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¿Por qué le habían hecho eso? Recordó al hombre que la encontró, y por un momento el pánico volvió a ella. Esperaba que no fuera obra de Clarissa y su condenado séquito. Temía por ella, y por lo que esos hombres fueran hacerle. Y hablando del diablo, la puerta se abrió con calma, donde un hombre alto y serio entró.

Narissa comenzó a temblar, aunque trataba de aparentar que no estaba asustada, parecía vibrar.

– ¿Tienes frío que estás temblando? –preguntó el hombre serio, pero Narissa no hablaba.

El hombre abrió un compartimiento de la pared y sacó un frazada gruesa, que tendió sobre la cama, donde estaba Narissa. Luego tomó una silla de madera y se sentó a un lado. Pero no sonreía, seguía serio.

–¿Por qué estoy aquí? –logró al fin emitir la joven –¿Quién es usted?

–Mi nombre es Regka Hitter, y soy el capitán del barco –su voz era neutra, pero marcada –estás en La Sirena Oscura, niña.

–¿Por qué estoy aquí? –volvió a preguntar.

–¿Sabes quién eres....Lady Narissa de Mirte?

¿Qué clase de pregunta era esa?

–Soy la nieta del terrateniente Ogen, de la isla Mirte –dijo ella con la cabeza en alto, perdiendo todo el miedo.

–Eso lo sabemos todos, pero....–Narissa sintió su vista sobre ella, como si el supiera algo que ella ignoraba –¿Quiénes son tus padres?

–Mi madre era Raissa, ella se casó con un mercader que falleció cuando los piratas atacaron nuestra isla. Mi madre falleció poco después de que yo naciera.

El hombre estalló en una sonora y estridente carcajada, y por alguna razón, eso le recordó a Ishtar.

–En serio no sabes nada ¿Verdad? –se tocó el estómago, tratando de parar su risa –tu madre era hermosa, pero tu padre era una rata, y déjame decirte que ese imbécil está más vivo que muerto.

–¿Q...qué? –eso era imposible –él murió hace mucho.

–¿Alguna vez has visto una foto o una pintura de él? –hizo una mueca –no, porque tu abuelo encubrió todas las desventuras de su hijita, excepto a tí.

–¿De qué estás hablando?

–Muy bien, te contaré la historia de tu vida, ya que eres bastante ignorante –rió por lo bajo –Iniciaré contándote que tú madre nació y se crió en la capital, siendo pupila de la antigua reina, la verdad es que todos estaban seguros que el príncipe heredero pediría su mano en cualquier momento, pero una mañana, se avisó que el se casaba con Corintia. Eso conmocionó mucho a todo el reino, incluso en el mar se supo de la repentina noticia de la boda real, tu madre partió a Mirte, donde tu abuelo ya estaba confinado.

>>Aquí es  donde todo se vuelve más interesante, tu madre conoció a un hombre, y por cosas de la vida, se escapó con él, en ese tiempo, Borboria no tenía la misma tecnología que hay hoy en día, así que, nadie se enteró de su huida, solo su padre, ella volvió un año después a la isla, con una niña en los brazos, tú. En cuanto a tu padre, lo conocí bastante bien, en su debido momento fuimos camaradas, pero luego nos volvimos enemigos, ya sabes, esas tonterías de los ideales. En fin, a tu abuelo no le agradó mucho que tú madre se fuera con el fulano, así que decidió crear la historia que ya conoces. ¿Nunca te preguntaste porqué tu abuelo nunca quiso que salieras de Mirte?

La verdad, es que se lo había cuestionado las suficientes veces, y cuando le preguntó a Ogen, el solo le dijo que era para protegerla, porque habían personas malas, o que era muy pequeña. Su abuelo siempre había tenido una excusa para que ella no saliera de la isla, ni siquiera a la isla de Karima, y eso que eran vecinas.

–¿Te interesa saber quién es tu padre, lady Narissa? –preguntó en tono malicioso.

Demasiada información para procesarla de un solo golpe, ¿Quería saberlo? No estaba segura, el hombre estaba vivo, pero nunca fue a verla, nunca lo intentó o quizás, si lo había intentado, pero su abuelo se había negado.

Asintió con la cabeza, al final.

–El dragón del océano, Rama Dampier –dijo con una sonrisa espectante.

–Has dicho ¿Dampier?

¿Rama? ¿Rama Dampier? Imposible, él era...

–Tú conoces a su hermana, tu querida tía, Ishtar Dampier.

¿Ishtar era su tía? Comenzó a respirar forzadamente, pero sentía que su corazón iba a explotar en cualquier momento, no podía digerirlo. Eso explicaba mucho, el porqué del comportamiento de Ishtar, sus comentarios extraños. Todo.

¿Por qué su abuelo nunca lo mencionó? ¿Se sentía avergonzado de ella y su madre? Su cabeza hervía de preguntas sin respuestas.

–Sigues sin responder a mi pregunta –dijo con un hilo de voz –¿Por qué estoy aquí?

–La hija del pirata más temerario, es una joya más que preciada –sus oscuros ojos brillaban de forma maliciosa –dentro de poco, arribaremos a isla Cetra, y ahí, tu padre me entregará el poder a mí, ya estoy harto de él.

–¿Poder? –¿Qué clase de poder tenía Rama?

–Tu padre es el rey pirata de isla Cetra –se levantó en dirección a la puerta, ya se iba –te traeré comida, y algo para vestir, y bajo ningún motivo intentes escapar.

Narissa lo vio marcharse, y cuando éste estaba por cerrar la puerta, se volteó y la miró con una sonrisa burlesca.

–Bienvenida a bordo, princesa Narissa.

Cerró la puerta, y pudo oír que la cerraban con llave, entonces soltó el aire retenido, y comenzó a sollozar. Toda su vida era una gran mentira.

Coronas ☆ RumoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora