A la una de la mañana, Atsushi solía estar roncando. Y a la una de la mañana Akutagawa o bien llegaba o bien se iba a trabajar la mayor parte de los días. Los malditos horarios de la Port Mafia, que eran más irregulares que el humor de un gato en celo. Bastante bien lo sabía el mafioso; no eran pocas las veces que dudaba entre si tenía un novio o una mascota.
Un día como otro cualquiera, Ryunosuke volvió del trabajo a esas horas intempestivas a las que ya habituaba. Se tiró sobre la cama, agotado. En un visto y no visto se vio rodeado por uno de los brazos de su pareja, que acababa de capturarlo y lo reclamaba como su peluche particular después de no haberse visto en todo el día.
-Estás frío... -Murmuró Atsushi medio en sueños. Se debatía ente si valía la pena seguir abrazándolo o si la sensación se iba a hacer demasiado molesta.
-Y tú muy calentito.
-Mmm... -Incluso estando medio dormido, Nakajima trató de mantener una conversación coherente con su novio. No llegó a salirle del todo bien, pero Akutagawa agradecía el esfuerzo. Aquella semana estaba siendo tan agotadora que ni tiempo para hablar tenían-. ¿Qué tal... tu día?
-De pena. -El moreno escondió el rostro en la almohada. Su voz llegaba amortiguada-. Como Chuuya-san sigue desaparecido en ese libro del demonio, me toca a mí hacer su trabajo. Ser ejecutivo es un ascazo. Ya entiendo por qué Dazai-san se largó.
-¿Quieres... mimos?
Ryunosuke miró de reojo a su novio; cada vez estaba más dormido. Luego esbozó una media sonrisa y le besó en la frente. Debería irse poniendo el pijama.
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All the things you said [BSD fanfic]
Fanfiction¿Con cuántas palabras podemos hablar? ¿Qué debemos decir en cada segundo, en cada momento? ¿Quiénes lo haremos? ¿Cómo nos expresaremos? No calles, habla. Quizá me interesen todas esas cosas que tienes que decir. [Conjunto de 60 drabbles muy cortos b...