All the things you said [BSD fanfic]

3 - Things you said too quietly

En la cama de aquella fría habitación de hospital había un niño. El niño tenía la mirada perdida entre las sábanas, vacía. No había pronunciado una palabra en todo el tiempo que llevaba en el hospital, y los médicos empezaban a temerse un mutismo a causa del trauma. Sin embargo, él no parecía tener ningún trauma. Con esos ojos sin vida, no parecía ni humano. En la cama no estaba sentado un niño, sino un muñeco de porcelana.

-¿Es este? -Cuestionó Mori, mirando en dirección a una de los enfermeros encargados de la planta, el que solía ocuparse de ese chiquillo.

-Así es.

El personal del hospital hablaba en susurros cerca de esa habitación. Quizá por no molestarle, o quizá porque nadie quería arriesgarse a atraer su atención y sentir la demoledora mirada de esos ojos castaños.

-¿Ha venido alguien a verle desde que está aquí?

-Nadie, Mori-sensei.

-¿Consta en su expediente de algún familiar?

-Tampoco. La persona que lo trajo le encontró flotando en el río medio muerto, pero no sabía quién era. -El enfermero miró al chico con pena. El médico lo hizo con un plan en mente-. Está completamente solo en este mundo.

Mori sonrió. Era justo lo que él quería.

-Déjame a solas con él.

El enfermero inclinó la cabeza y se retiró mientras Ougai entraba en el cuarto. Todas y cada una de sus palabras eran suaves y tranquilas, pronunciadas en voz baja para no asustar al valioso espécimen que se mantenía inmóvil en esa cama. De no haber estado respirando, podría parecer que el tiempo se había detenido para él.

Mori se sentó al borde de la cama, esbozando una sonrisa que inspiraba desconfianza. Con cuidado le acarició el cabello, retirándole el flequillo del rostro. Atrajo hacia sí su mirada por un segundo. Esos ojos vacíos eran perfectos.

-Hola, pequeño. -Susurró-. ¿Quieres que te enseñe a morir?

El niño asintió.