Capítulo 4

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Agosto 20, 2016

Y aquí estábamos frente a mi nuevo departamento, nos mudamos todos juntos a Toronto, Canadá porque a papá lo ascendieron en su trabajo y la universidad que me aceptó era de acá. Me compraron un departamento que me quedaba cerca de la universidad y del trabajo porque obviamente no iba a dejar que lo paguen todo, quiero comenzar a ser más independiente, mientras que ellos se quedaron con Aaliyah en un vecindario a 45 minutos en bus; aunque de igual manera sobra una habitación para Aaliyah cuando se quiera quedar a dormir.

-Woww- digo mientras entramos y dejamos las cajas en el piso

-Tu padre tiene un excelente gusto- me palmea el hombro mientras sonríe

-Si- sonrío -mamá...- la miro a los ojos- gracias por todo lo que están haciendo por mi

-Te lo mereces, sos un excelente chico- sonríe y me da un beso en la mejilla para después dirigirse a la cocina para ayudarme a desempacar

Cuando terminaron de ayudarme a desempacar lo más importante ya era muy tarde y decidieron quedarse a cenar así que encargamos unas pizzas y luego se fueron para desempacar sus cosas pero Aaliyah se quedó conmigo esa noche para hacerme compañía. Cuando estábamos acostados me preguntó por qué los últimos meses Tomás ya no iba a casa, y se lo conté todo porque necesitaba descargarlo con alguien y sabía que para cerrar esa etapa lo mejor era hacer eso.

Aaliyah decidió empezar bailes rítmicos cerca de mi departamento, según ella quería empezar haciendo cosas que no habitaba a hacer. Sutil.
A fines de septiembre empezaría administración de empresas en la universidad, y tambien pretendía conseguir algún empleo de medio día para poder organizarme mejor con las materias.
Hoy me quedé terminando de ordenar todo el departamento, era chiquito, pero muy lindo. Supe que lo decoró mamá, eso me gustaba más.
El living tenía paredes blancas y una pared azul eléctrico con el piso de madera rústico, un gran ventanal que daba a una terraza y se veía gran parte de la ciudad.
Tenía dos habitaciones, la mía tenía todas las paredes blancas y era bastante espaciosa para mi gusto, me gustaba mi cama, era enorme.
La otra pieza que ya estaba usando mi hermana era más chiquita, pero hermosa. Tenía una linda ventana rústica y una cama mas chica que la mía, la verdad es que no me podia quejar.

A la mañana siguiente fui a dejar el curriculum en varias cafeterías de la zona, esperaba poder conseguir un trabajo pronto y tener algo de ahorros antes de comenzar la carrera.

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