The only. (Sterek)

XXII

Capítulo 22: Capuchas medievales, 'Triskel'.

Estaban todos en la sala de la casa Argent, porquesi, Chris decidió que prefería una casa a un simple departamento, queríasuperar las pasadas muertes y centrarse en no pasar una vida solitaria ytriste, porque Allison no querría eso y a Victoria le guardaba cierto rencor alsaber lo que intentaba hacer cuando Derek la mordió, además de habersesuicidado por honrar un código que para el ya no tenía sentido, ahora su únicocódigo era el de su hija, "protegemos a quienes no pueden protegerse a sí mismos" y estaba orgulloso de decir que ya no era como su padre y hermana e incluso su esposa esperaban que fuera. 

Esperaban el timbre con ansias, la familia Gajos miraba sin pestañear la puerta y la manada tenia fija la mirada en el suelo.

De pronto un ovalo que parecía espejo al reflejar todo lo que alcanzaba a ver en él se abrió en medio de la sala.

Miraban asombrados todo lo que ocurría, ni una sola hoja se movió de su lugar, ningún parpado fue cerrado ni por una milésima de segundo, poco a poco fueron notando como salían 12 personas de ese curioso ovalo.

Había castaños, azabaches y rubios, iris azules, cafés y negros, pieles pálidas y morenas, todos diferentes, pero algo tenían en común... todos traían consigo una muy bonita y grande sonrisa que hizo que los lobos se tranquilizaran, pero uno de ellos llamo la atención.

Un chico, el cual llevaba una capa con capucha medieval de color rojo, no dejaba ver nada de su rostro y traía unos pantalones militares en tonos grises y una camiseta negra que le detallaba cada centímetro de su torso, en sus brazos se encontraba un niño dormido por lo que se veía ya que estaba envuelto en una manta y su rostro estaba escondido entre el cuello y el hombro del chico.

A su lado izquierdo con su brazo entrelazado con el de el se encontraba una azabache de ojos azules, al lado derecho se veía a un castaño de ojos chocolate que a pesar de llevar una sonrisa en sus labios la tristeza era aparente en sus ojos.

-Ustedes... ¿Necesitan ayuda? -Pregunto Liam Beckham, (N/A: Liam Beckham es el del clan vampiro no el de la manada. Solo era para aclarar eso), con su ceño fruncido aparentemente confundido y como no si veía a tantas personas ahí como para un pequeño ejército. 32 personas a parte de ellos, para ser exactos, contando con la enfermera, el sheriff y su ayudante.

Chris Argent salto como resorte del sillón en el cual había quedado estático, ofreciendo su mano a todas las personas que se encontraban en medio de la sala, los recién llegados. Hasta que llego al chico de la capucha, Chris pudo jurar que su corazón salto al sentir como el chico estrechaba su mano.

-Estamos aquí para ayudar en lo que necesiten, primero debemos instalarnos, tengo entendido que no hay muchos hoteles por aquí y los que hay son... de mala muerte. -Lydia y Scott sintieron su piel erizarse al recordar el Golden Capri además de sentir sus ojos picar por el recuerdo de las palabras de aquel castaño que tanto extrañaban y hacía falta.

-Oh, No se preocupen de eso, esta casa tiene las habitaciones suficientes para ustedes, además de que yo mismo las habilite completamente para que su estadía aquí fuera digna. – Respondió amablemente Chris.

-Se lo agradezco mucho señor Argent, seria un placer quedarnos en tan bello hogar. De verdad, muchas gracias.

-Por favor, llámenme Chris.

Todos notaron lo mucho que idolatraba a aquel clan el cazador, aunque no al clan en sí, si no, al chico de capucha que ya los tenía curiosos de saber su identidad.

-Muchas gracias, Chris.

-Síganme, los llevare a sus habitaciones.

El hombre "mayor" los dirigió hasta cada una de sus habitaciones y dejando que se instalasen a gusto.

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Narra Stiles

Me quite la capucha y mire ceñudo a Jake.

- ¿Por qué me pidieron ponerme esto?

-Yo no lo hice, lo hizo Emily y Abbey, pero si no quieres usarlo -Suspiró. -no lo uses, cariño.

- ¿Podrías decirme porque haces eso?

- ¿Hacer qué?

-Eso, -lo apunté. - estar triste, no me gusta verte así, si quieres podemos dejar a los chicos aquí y volver al castillo a terminar con los preparativos de la boda, tenemos mas vampiros que pueden apoyar aquí, lo sabes, ¿No?

El me abrazo y caminamos hacia atrás cayendo sobre la cama.

-No hay un lugar en el cual no quiera estar siempre y cuando tu estés ahí conmigo, ¿Sí?, Stiles... te amo y en realidad no importa si nos casamos bajo un puente o... en una cueva, mientras el 'sí, acepto' sea para toda nuestra eternidad.

-También te amo, Jake.

Nos besamos y bajamos sin preocuparnos por nuestras maletas. Pasamos a la habitación de cada uno para bajar juntos hasta que llegamos a la ultima la cual era de Emily y al abrir la puerta nos encontramos con algo que nos hizo aplaudir y vitorear con alegría.

Estaba besándose con Liam.

-Por fin, creí que nunca se darían cuenta de toda la tensión sexual entre ustedes. -Dijo divertida Abbey.

Yo recordé mi capa y fui corriendo a buscarla. Bajamos entre empujones amistosos y insinuaciones hacia Emily y Liam que estaban más que sonrojados.

Miré a las personas en aquella sala y eran demasiadas, sonreí al ver lo mucho que se querían cada uno, a pesar de que no se daban cuenta se notaba el amor y el cariño en esa sala.

Abbey llamó la atención de todos los cuales dejaron de susurrar alternativas de porque no me sacaba mi capucha, porque si, no son nada disimulados.

-Por cierto, solo queremos hacer el anuncio de que aquí habrá una boda. -Dijo agarrándome efusiva y emocionadamente del brazo.

Chris abrió los ojos sorprendido.

- ¿Se casarán? -Dijo señalándonos a Abbey y a mi por lo cual ambos nos soltamos como si quemáramos exclamando un divertido 'Ew, no'

-No, él se casará conmigo. -Dijo Jake abrazándome por la cintura.

-Felicitaciones. -Dijo sonriente Chris.

- ¿Podemos ver el rostro del prometido? -Dijo un chico rubio de ojos azules con algunas pecas en el rostro.

Abbey de inmediato se tenso al igual que todo mi clan poniéndome nervioso.

-No, no pueden. -Respondió severamente Abbey.

Yo tome su mano para tranquilizarla.

-Disculpen a mi amiga, es algo posesiva. -Dije mientras deslizaba la capucha fuera de mi cabeza.

Y gradualmente como si estuvieran en cámara lenta vi los rostros de todos desfigurarse.