SKYLER
-mira.-siento como me mueven bruscamente.-levantate.-me remuevo mas no me permito abrir los ojos, estoy tan cansada física como psicológicamente. Grito al sentir la inconfundible agua fría golpear mi cuerpo.
-veo que te encanta sufrir perrita.-ese inconfundible ingles con acento ruso me hace temblar.-levanten la. Quiero verle la cara.-siento como de un fácil tirón me levantan del suelo, me siento tan malditamente débil y las ganas de llorar me consumen como ya se me ha hecho costumbre.-17 de septiembre pequeña ¿sabes que día es hoy?-por primera vez alzo mi rostro por mi propia cuenta desde hace semanas. Llevo lo que son 2 meses mas o menos, hoy me lo confirman porque el 16 de Julio fue que tuvimos la dichosa cena que marcó mi vida. Mis ojos se inundan de lágrimas al recordar que día es hoy.-¡vaya! Veo que aun tienes memoria, hoy es el cumpleaños de tu madre.-susurra con burla cerca de mi.-chicos levantenle la camise... Bueno, lo que sea que cargue puesto.-dice mirando el trozo de tela que me cubre y poco mas arriba del ombligo, tela rasgada y ensuciada por el animal que veo todas las noches en mis pesadillas. Los tipos estos me retiran la camisa y dejan mis pechos y mi piel al descubierto, nunca había sido tan avergonzada en mi vida como en este ultimo tiempo.
-listo Dante.-el animal este se gira y me observa fijamente, mira mis pechos y sonríe travieso.
-¿sabes? Hoy no solo es el cumpleaños de tu madre, sino que tambien es el cumpleaños de nuestro gran amigo y fiel conquistador.-me guiña un ojo.-¡BESTIA!-mis ojos se agrandan y mi miedo crece al escuchar sus pasos acercarse.
-no, no, no, por favor que no se me acerque.-intento soltarme del agarre de los malditos estos pero me toman con mas fuerza, veo al gran hombre observarme, sonríe cual felino a visto a su presa, mi cuerpo esta prácticamente desnudo y todo por esta maldita bestia, que me ha hecho valer nada, que me a hecho perder mi valor como mujer y como ser humano, que ha disfrutado de mi cuerpo a su antojo y me a hecho sentir menos. La maldita bestia.
-Feliz cumpleaños hermano.-Dante le palmea el hombro soltando una carcajada, los tipos que me tenían agarrada me sueltan de golpe haciéndome caer al suelo, cuando recupero la cordura abro los ojos, fijandome en los zapatos relucientes que tengo frente a mi, retrocedo rápidamente pero el fue mas rápido y me toma del cabello alzandome, suelto un grito.
-mirame.-me niego a verlo, me niego a ver el producto de mis pesadillas y de mis traumas mas grandes, ya perdí la cuenta de cuantas veces a jugado con mi cuerpo pero siento que esta vez, sera la peor.-mirame.-repite mas fuerte, al ver que ni siquiera hago el intento de respirar, con muy poca delicadeza coloca su mano sobre uno de mis senos, en un intento de acariciarlo.
Piensa en Thomas, piensa que son sus manos, que son sus besos, que es el.
Suelto un grito al sentir como los últimos trozos de tela que me cubrían son rotos por sus manos. Un sollozo se escapa de mi garganta al sentirlo manosearme de una forma tan brusca y poco sensible.
-hoy me darás un buen regalo de cumpleaños lindura.-dice con una risita burlona. Y así, con esas ultimas palabras comienza el maldito juego, comienza el comienzo de mi fin, esta fue la gota que derramo el vaso, he luchado tanto para no perderme entre tanta oscuridad, entre tanta desgracia, pero ya no puedo mas, mi luz se extinguió, mi cuerpo se apagó, no creo que nada pueda ser capas de devolverme la vida. Estoy tan rota, tan destruida, que lo que mas deseo en estos momentos es morir, y así poder tener un poco de paz, paz que tanto necesito.
(...)
-30 de septiembre, vamos es un gran día.-escucho a lo lejano, la ya conocida voz de Dante resuena en mi cabeza.
30 de septiembre, hace 13 días me encuentro perdida en la nada.
Hace 13 días que solo me he quedado a contemplar la pared que tengo de frente, en la misma posición que la maldita bestia me dejó después de haberme usado.
-¡hay por dios! Cubre la mientras este frente a mi maldita sea, es tan desagradable verla.-una voz me hace salir de mi trance y verla después de tanto le hace reaccionar.
Lorena.
-pero si tiene un cuerpo precioso.-dice Dante entre risas.
-pero asquerosamente usado Dante no lo olvides, esta basura inservible ya no es ni la cuarta parte de lo que podría llegar hacer días atrás.-dice Lorena con mucho asco retenido en su voz.
Pero tienes razón maldita perra, tienes tanta maldita razón que aburres, no sirvo, no valgo, no tengo nada.
-Lorena ¿que pasara con ella?-pregunta Dante.
-primero, llama a bestia, que disfrute de hoy, sera su ultima vez.
-¿y luego?
-la mataré.
(...)
Abro los ojos al escuchar fuertes ruidos, me incorporo lentamente notando mi cuerpo desnudo nuevamente, Dante se había encargado de traerme una sabana, al parecer de vez en cuando se apiada de mi, pero ¿como no? La bestia se la llevo mientras soltaba carcajadas y se burlaba de mi. Me siento en el pequeño colchón donde usualmente duermo y miro la puerta fijamente, creo que solo han pasado quince minutos desde que El hijo de puta se fue.
Miro mi cuerpo, creo que nunca me había sentido tan sucia como en estos momentos, siento demasiado dolor en mi intimidad y me siento muy débil, demasiado diría yo.
Alzo la mirada al ver que la puerta se abre abruptamente y por esta veo como Darlen, uno de los tipos que vienen a descargar su ira golpeándome, viene entrando pero no pasa ni 5 segundos cuando el cae al piso y un gran charco de sangre lo comienza a rodear, la puerta se abre de par en par dejando a la vista una fuerte ráfaga de luz, no me molesto en tapar mi cuerpo, ni tampoco en cubrirme de la luz, solo cierro los ojos y me dejo nublar por el tono naranja que se produce al tener mis ojos cerrados contra la luz.
Escucho voces, movimiento a mi alrededor, pasos, llanto, gritos y demás. Pero solo me tomo la molestia de sentir paz con mis ojos aun cerrados, mi cuerpo duele, mi intimidad tambien, mi alma, mi espíritu, todo duele.
Siento frío, no solo porque este haciendo frío y mi cuerpo tiemble, siento otra clase de frío, como ese cuando te sientes desolado y solo quieres terminar de morir.
Esperen... ¿morire?
Creo que seria la salida mas fácil a todo esto, morir seria mi momento de paz eterna y jamas había deseado tanto que llegue.
Quiero morir.
Quiero tener paz.
-quiero estar en paz...-son las ultimas palabras cuando me dejo desplomar sobre algo que no es precisamente el colchón, un olor varonil me llega de golpe.
No es Dante, no es de la bestia.
Es diferente, es caluroso y dulce, electrizante y armonioso.
Es el.
¿quien?
Tu salvación.
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Bailes peligrosos
RomansaSkyler Blair, una chica súper dulce pero de carácter fuerte, esta bella gardenia tiene su toque y su sabor a la hora de bailar, pero en algunas cosas es una mujer con determinación y pasión. Su mundo siempre a estado oculto bajo una oscuridad, pero...