capitulo 32- aun tienes el toque, mellizo.

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SKYLER

miro a Thomas, luego a papá, luego a mamá, y de nuevo a Thomas. Esto no puede ser.

De pronto, dos nombres llegan a mi cabeza y hace que todo llegue de golpe.

Landon, Lorena...

malditos hijos de su madre, casi matan a tu hermano.” Atena hace acto de presencia en mi cabeza.

-¿donde esta Caspian?-pregunto, me siento en la cama de hospital y los miro, pero centro la vista en Thomas.

-en quirófano.-murmura, mientras baja la mirada, cierro los ojos. No era una pesadilla después de todo.

Pero tengo una duda...¿que fue lo que me paso?

-Thom.-este alza la mirada y suaviza las facciones de su rostro. ¿pensó que estaría molesto con el?-¿que me sucedió?-pregunto mientras me acomodo en la cama de hospital.

-sufriste una especie de shock, Callen, el médico. Me explico que, al parecer, lo que te ocurrió es muy parecido a lo que les pasaba a Caspian y a ti cuando alguno de los dos sufría por algo. Sentían lo mismo, dolor, angustia, risas, llanto y así.-me explica, claro. Eso fue lo que paso, siempre hemos sufrido lo mismo pero esto fue diferente.

-¿yo estoy bien?-pregunto. Thomas asiente.-pero el no.-afirmo, mas para mi que para los demás.

-eso no lo sabemos aun muñeca, no te apresures.-sentencia Thomas, se le ve un porte relajado, pero se que lo hace para lucir tranquilo delante de mi, por dentro esta igual o mas nervioso que yo.

En eso, la puerta vuelve abrirse y por esta entra Andrew.

-¿como te sientes Garde?-pregunta mientras me da una sonrisa ligera y me observa detalladamente.

-yo bien, aun me duele al abdomen.-digo, mientras sonrío débilmente.

De pronto siento un agudo dolor en el abdomen, junto a una aceleración en el pecho, mi corazón va a mil.

-¿bebe que tienes? Estas pali... ¡skyler!-escucho el grito de papa, pero lo único que hago es salir de la habitación y correr como loca por los pasillos de la clínica, siento como extrañamente mi corazón se va calmando a medida que voy corriendo.

¿no debería de ser al revés? En fin, sigo corriendo hasta que me topo con una gran puerta.

Quirófano.

«esto tiene que ser una broma Casp

*ojala lo fuera, vamos entra.* ¡Atena! Tiempo sin saber de ti.

Suelto un suspiro fuerte.

-¿que haces aquí?-pego un brinco y me giro, es Callen.-¿no deberías estar en cama?-pregunta con un toque de ironía. Sonrío con inocencia.

-exacto, se supone. Pero necesito entrar aquí.-señalo a la sala, el niega con su cabeza.

-no puedes princesa, solo personal autorizado.-dice mientras me mira triste.

-entonces necesito un favor.-digo y me acerco a el.-me tomaras por loca pero nunca he entrado a esta clínica, no e salido de la habitación desde que llegue y vine, hasta acá, corriendo y con una fuerte taquicardia.-el frunce el ceño.

-¿y que favor necesitas?-pregunta mirándome con preocupación.

-saber como esta mi mellizo, solo eso. Solo necesito que me digas si esta bien... O mal.-digo, con incomodidad.

-bien.-lo observo.-no te torturare, veré como esta el chico pero... Necesito que seas paciente y me esperes ¿bien?-asiento, con una sonrisa.-bien, ve a sentarte que yo haré mi trabajo.-dice, voy hasta donde me indica y lo observo entrar a la sala.

Miro las blanca paredes, estoy nerviosa, quiero saber el porque de mi taquicardia, estoy segura de que fue por Casp pero ¿que le causo la reacción?

Vamos Callen.

(...)

Una hora después, una maldita hora después, veo a Callen salir.

-Habitación 105, piso 8.-es lo único que dice y, sin mirarme comienza a caminar hacia el ascensor. Corro a su lado y entramos juntos.-al parecer si tuvo una complicación, nada que los doctores no puedan corregir. Lo están llevando a la habitación, y después de tenerlo ya estable en ella, pasaran a la familia. Pero, tu tendrás el privilegio de ser la primera en entrar, siente te con suerte.-dice y luego me mira, sonrío con sarcasmo.

-gracias.

-fue un placer princesa.-dice mientras sonríe, salimos del ascensor y caminamos por el largo pasillo, llegamos a la habitación y esperamos con calma.-por cierto, linda bata.-se burla, miro mi vestimenta y al notar que es una bata de hospital reviso que no este abierta por detrás.-tranquila, mande una que sea cerrada por completo, no tenias nada, solo es shock.-dice mientras retiene unas cuantas carcajadas en su garganta, lo miro aliviada.

La puerta se abre y por esta entran tres tipos, un medico y dos enfermeras mas, parecen que no notan nuestra presencia.

Pasan a Caspian a una cama y lo acomodan, le colocan una serie de mangueras y medicamentos, unos cuantos aparatos y, a lo que veo, respira por si mismo. Todos, como entraron, salieron.

-¿siempre son así?-pregunto sorprendida, solo hicieron su trabajo, a una velocidad increíble y sin siquiera fijarse si estábamos o no aquí.

-siempre.-afirma.-nuestro trabajo es ayudar, cuando pasa este tipo de casos, en lo único que nos fijamos es en si alguien esta recostado en las camas, sino hay nadie entonces podemos proceder, fácil.-dice mientras sonríe.-vamos, acercate.-dice, me giro hacia mi hermano y creo que mi corazón se detuvo por unos cuantos segundos.

-oh Casp.-digo reteniendo un sollozo, me acerco a el a paso lento.

Miro su rostro. Pálido.

Algo particular de los gemelos Blair es que tenemos un tono de piel algo acanelado, pero al parecer a mi hermano le drenaron todo el color.

Tomo su mano y su tacto cálido, desapareció.

-mira anormal...-suspiro.-espero me escuches porque sabes que no te digo las cosas dos veces, culpa de papa.-suelto una risa, sabiendo que es así, papa nos enseño a que las cosas serias no se repiten dos veces, eso demuestra respeto y que, cuando hablamos, tenemos el derecho de ser escuchados.-mira Casp, no se que es lo que te ocurre, no se cuanto tiempo estarás así, pero no seas idiota no te tardes, necesito que me cubras para ir al club en las noches, o que me regañes cuando falto a clases, sea de la academia o de la universidad, eres mi mellizo, mi confidente y... Te necesito idiota.-el llanto hace que las palabras se me corten.-mira...-sorbo mi nariz.-se que no soy la mejor hermana menor por 5 minutos, pero hago lo que puedo ¿me entiendes? No te reprocho que descanses un rato, te mereces un descanso por pasar por algo tan fuerte pero por favor, necesito que despiertes, ahora... Bueno.-suelto una risa entre lágrimas.-se que ahora AHORA, no despertaras, estas sedado, pero dentro de unas horas lo harás, y estaré aquí esperando a que despiertes, vamos despierta chamo.-suelto una risa al pronunciar esa palabra. Cuando eramos niños mama en una de las discusiones con papa la dijo, todos estábamos en unas vacaciones en Venezuela, la habíamos escuchado anteriormente pero mama se la dijo y todos quedamos estáticos.

-princesa ven, espera aquí sentada. Tengo que ver donde esta tu familia.-dice Callen haciendo acto de presencia, me sonrojo casi de inmediato, ni recordaba que estaba aquí.

-esta bien.-susurro, siento un beso en mi cabello, alzo la mirada y el ya esta saliendo de la habitación.-¿sabes Casp? Siento que ya he visto a ese tipo antes. No lo se, es como si lo conociera.-suelto una risa. El silencio en la habitación es deprimente. Recuesto la cabeza junto a su brazo, mientras cierro los ojos, siento como una lágrima se desliza por el perfil de mi nariz. -vamos idiota, despierta, no es divertido reírse solo,-murmuro mientras tomo su mano y, esa característica electricidad se hace presente, sonrío.-aun tienes el toque, mellizo.

Bailes peligrososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora