Rompiendo la Tradición

45: Pijamada.

_Pss, despierta, pss- siento como tocan mi mejilla.

Abro lentamente los ojos y me asusto al ver a Ian acostado en mi cama sonriendo.

_¿Que tienes con despertarme de mi siesta?- se encoge de hombros- ¿Como entraste?

_Por el balcón- lo señala.

_Recuerdamelo cerrarlo- me siento en la cama- ¿Y para que me despertaste?

_Necesito ayuda con Historia, la profesora me mando a hacer un trabajo práctico sobre la Segunda Guerra Mundial para levantar mis notas y como se que tu eres una muy buena amiga, me vas a ayudar.

_Pero ¿y los puntos extras que tenías por ser Presidente?- me refiego los ojos.

_Es que ni con esa ayuda llego a tener una calificación buena- sonríe inocente.

_¡Ian!- le pego con mi almohada- Esta bien te voy a ayudar, ¿para cuando es?

_Para mañana- le vuelvo a pegar con la almohada.

_Ve a esperarme, en la sala- resalto- y no me espies mientras me cambio.

_Okey- pone sus manos en signo de rendición y se levanta de mi cama diriegiendose a la puerta- Limpiate- toca debajo de su labio y se va.

Me tocó donde el me indicó y siento baba seca, debo ser un zombie, que horror.

Comienzo a vestirme, me pongo un Jean negro, una camiseta gris, mis pantuflas- si voy a estar en mi casa, lo voy a estar comoda- me lavo la cara y me peino para luego bajar y encontrarme a Ian frente a la computadora buscando información, al menos ya empezó.

_¿Y como va?- me paró junto a el.

Se remueve su cabello.

_Sigo sin entender nada- hace una mueca.

Ahora soy yo la que no entiende porque el no entiende, es muy fácil lo que tiene que hacer además es un tema dentro de todo bastante interesante el que tiene que buscar.

_Tengo que hacerte una pregunta, es muy importante y por favor responde la con la verdad- me mira atentamente- ¿Sabes leer?

_Si que se leer estúpida, pero no comprendo el texto con todas esas palabras tan raras que nunca había escuchado.

_A ver déjame a mi- le doy un golpe con mi cintura para correrlo.

Me siento frente a la computadora y el atrás mío en un sofá.

_Yo te dictó y tu ve escribiendo todo lo que digo- asiente- Comenzemos la Segunda guerra....

(...)

_Listo, por fin terminamos- me desparramo en la silla para relajarme.

Me doy vuelta y me encuentro con la morza durmiendo y las hojas que había escrito tiradas en el piso.

Lo mato.

Yo diciendo le todo lo que tenía que escribir y el durmiendo ya entiendo porque tiene sus calificaciones tan bajas, me acerco a juntar las hojas y lo último que había escrito era la palabra conclusión por lo menos no se durmió hace mucho igual merece una lección.

Subo a mi habitación para tomar mi set de maquillaje, claro está que yo no lo compré si no mi madre, vuelvo a la sala donde Ian sigue durmiendo, me arrodilló al lado suyo para estar más cómoda, empiezo por ponerle una sombra de color púrpura, sigo con el rimel aunque tiene muy buenas pestañas que envidia creo que hasta mejores que las mias son, le aplicó un rubor al estilo frutillitas y por último un labial rojo puta, sonrió al ver mi obra de arte terminada.