Rompiendo la Tradición

55: Un poema.

Narra Mía.

¿Que acaba de pasar?

Ian entró acorralando a Marcos sin que el haya hecho nada.

_Ian sueltalo- le agarró de un brazo para tratar de que deje a Marcos.

Me mira enojado, se notaban dos venas en su cuello pero de a poco su mirada cambia y parece más tranquila hasta que lo suelta.

_Te estaba sacando fotos mientras no te dabas cuenta, estas en ropa interior es un pervertido- lo acusa con un dedo.

Idiota tenia que ser.

_¡Es el nuevo fotógrafo que contrató Elena!- exclamó enojada- Y la sesión es en ropa interior sólo practicabamos antes de la verdadera.

Me mira apenado cuando relaciona todo mientras Marcos sólo se mantenía neutro observando la situación.

_Lo siento nena- sigo mirándolo mal.

_No te parece que a alguien más le tienes que pedir disculpas- me pongo los brazos en la cintura.

_Disculpa...

_Marcos Berrey- el termina la oración y estrecha su mano hasta Ian, quien tarda en aceptarla pero lo hace- Me voy a acomodar los últimos detalles para así empezamos.

_Esta bien y lo siento no se volvera a repetir- asiente sonriendome y se va.

Que vergüenza, el ha sido tan bueno en esta ultima hora a diferencia de los otros fotógrafos que conmigo eran más amargados y aburridos.

Me siento en una silla que tiene en frente un gran espejo y me empiezo a a cepillar el cabello ignorando al estúpido novio que tengo.

_¿Te enojaste?- lo miro por el espejo pero le contesto- Perdón pensé que se estaba aprovechando de ti, sólo quise defenderte.

Agradezco su buena intención pero se defenderme sola.

Se acerca y pasa sus brazos por mi cuello y hace un puchero.

_Di que si, di que si ¿siii?- besa mi cuello repetidas veces haciéndome cosquilla, me giró para verlo seria.

_Vuelves a hacer algo como eso y te quedas sin las joyas de la familia- lo apunto con el cepillo.

_¿Porque siempre amenazas a mi pene?- se señala la entrepierna.

Me encojo de hombros y salgo en busca de Marcos para comenzar la sesión.

(...)

Ayer había sido la primera de unas cuantas sesiones después de tanto tiempo disfrute volver a hacerlas con el apoyo de Ian viendome orgulloso y con Marcos que era muy divertido, era un placer volver a trabajar.

Lastima que lo que estoy haciendo ahora no me da tanto placer digamos que leer toda la tarde sobre la Revolución Francesa no es mi idea de diversión.

De la nada Ian entra en la cocina ¿y este de donde salio?

_¿Por donde entraste?- lo miro divertida porque ya me imagino la respuesta.