CAPÍTULO X.
Pasó una semana de su estada en ese lujoso barco. Rachel no volvió a soñar con eso ni lo espetó a su novio, decidió olvidarse de todo. Laia era más cautelosa con Rach sobre el tema de Chad y se prometió no criticarlo, no delante de ella.
Se encontraban en la parte más alta del barco cuando aparecieron los cuatro chicos: James, Brad, Connor y Tristan. Ellos las vieron y se acercaron con miedo. Brad se echó el pelo hacia atrás, arreglándolo y sonriendo, poniéndose al lado de la medio-pelirroja.
- Hola – saludó.
Eso le pilló desprevenida a Rachel y se asustó.
- ¡Bradley! – gritó sonriente. – Hola, chicos.
- Hey – dijeron a coro.
La relación de esos seis había mejorado. Bueno, se consideraban “conocidos”, el anterior paso de “amigos”. Sí, eran tan frikis que calculaban su amistad.
Laia se escabulló y se fue hasta Tris, que estaba sentado tomando el sol.
- Hola, papagayo – dijo la chica.
Tristan la miró por encima de sus lentes de sol fingiendo estar enfadado.
- ¿A qué viene eso ahora?
- Vaya, por lo menos ya no me echas – sonrió ella.
Tris puso los ojos en blanco aunque nadie le pudiera ver. Se colocó en la posición que estaba.
- Porque tu peinado me parece un papagayo – soltó riendo.
A Tristan se le escapó una risita que disimuló con algo de tos.
- Idiota – replicó.
- ¡Te has reído! ¡Te has reído! – le acusó.
- No es cierto.
Laia arqueó las cejas y se puso delante de él.
- Claro, y yo soy rubia como el papagayo de delante de mí, ¿no?
Él se tapó la boca para evitar la sonrisa que se le formó en los labios. Ella lo notó y le apartó las manos, aunque ya era demasiado tarde.
- Vete, pesada.
Laia negó con la cabeza divertida y le hizo caso. Se dirigió hasta su amiga y se sentó a su lado. Ella la observó con asombro.
- ¿Y esta sonrisa?
- ¿Eh? – dijo tocándose los labios avergonzada.
Rachel soltó una carcajada.
- Empieza a gustarte, ¿no? – la chinchó.
- ¿Qué? ¿Qué inventas tú? Tsé, claro que no.
- Ya, ya…
Tragó saliva y se dirigió hacia los chicos.
- ¿Queréis jugar a Prueba o verdad esta noche? – intentó cambiar de tema.
Connor miró a su alrededor.
- ¡Sí, por favor! – exclamó feliz.
***
La botella rodó sobre el corro que formaron y se paró delante de Tristan. Él miró a la chica que preguntaba; nada más ni nada menos, que Laia. Ella se limitó a sonreír.
- ¿Prueba o verdad, papagayo?
Estuvieron pocos segundos en silencio, con las miradas puestas en el preguntado.
- Verdad.
Laia, sin pensarlo, le preguntó:
- ¿De verdad me odias?
El rubio apartó la mirada y se limitó a mirar el camarote de las chicas con un leve sonrojo en las mejillas, inapreciable por la luz pobre de la vela.
- No del todo – se encogió de hombros.
A la chica se le formó una gran sonrisa en la cara, de felicidad. Tris rodó la botella y se quedó en Rachel. Era el turno de Connor.
- Bien, Rach, ¿prueba o verdad?
- Haré como Tris, verdad.
- Uhh, que sosa – exclamó James ganándose una mirada de odio de la muchacha.
- ¿Tendrías algo con alguno de los presentes?
Rachel se lo pensó mucho y recordó el sueño. Ella no podría hacerle una cosa tan terrible a Chad, nunca.
- No le haría algo así a mi novio – contestó seria.
Alguien de la sala se tensó mucho y Laia fue la única que lo notó. Por eso, decidió para el juego:
- Chicos, es tarde y mañana Rach tiene que trabajar.
Todos asintieron y se largaron. Cuando Rachel entró en el baño para asearse, Laia aprovechó para coger a Bradley.
- Necesito que me hagas un favor, Brad. – dijo suplicante.
- Claro – fingió una sonrisa.
- Enamora a Rachel y haz que deje a ese idiota, por favor.
ESTÁS LEYENDO
If only you were mine... |The Vamps|
FanfictionEsta no es la típica historia de amor adolescente; ni el chico ni la chica se enamoran entre ellos. Todo ocurre por un motivo, un sólo motivo que ni ellos saben. “Te siento quemando mi piel” – le decía él con su peculiar voz. Ella se quedaba con la...