XXXIII.

512 58 20
                                    

CAPÍTULO XXXIII.

Tristan se acercó decidido hasta la chica ebria, quien iba retrocediendo poco a poco hasta acorralarse tocándose la pared detrás de ella. No dejaba de mirar los ojos del chico, con miedo; sí, miedo por si le decía de nuevo esas palabras hirientes. Él lo notó y relajó su entrecejo bajando la mirada, estaba arrepentido por lo que dijo. Se colocó a su lado y la cogió por la cintura y rodeó el brazo de Laia para ponerlo en su hombro.

-          Te llevo al camarote, estás borracha.

-          No es cierto.

Tris soltó una risa amarga y la ayudó a caminar, pero justo cuando iban a cruzar la puerta, un hombre de estatura media, calvo y con bigote, se encontraba delante de ellos con los brazos cruzados. Revisó toda la cocina por dentro y después miró al par de adolescentes.

-          ¿¡Quién cojones ha hecho esto?!

Laia bajó la mirada y Tristan la acercó más a él.

-          Yo, señor, y lo siento – se apresuró Laia intentando vocalizar lo mejor posible.

El hombre iba a hablar, pero Tristan lo interrumpió.

-          Yo también.

La castaña miró al que la cogía muy sorprendida. ¿De verdad estaba cargando el peso de Connor? Oh, y allí se le empezaron a aguar los ojos, pero las lágrimas no las iba a soltar.

-          Vaya, Evans, me habían avisado que vuestro grupo era un poco desordenado con sus cosas, pero realmente no me imaginé que hicieras destrozo alguno. Las personas se equivocan. – se encogió de hombros – Usted queda limpio de castigo. Pero la señorita Wilkin no, es la segunda falta grave que comete. Otra más y se larga, y dudo que tarde mucho. Mañana decidiré su castigo, ¡ahora lárguense! – los obligó elevando un poco el tono de voz.

Tris cargó con Laia a caballito, lo que ella ni se resistió, y salieron pitando de allí. La chica empezó a llorar en silencio, sin querer ser notada, pero las mismas lágrimas caían en el hombro desnudo del chico, por lo que se preocupó y la bajó de inmediato, parándose al medio del pasillo. Ella estaba cabizbaja, el pelo le cubría toda la cara sin ser vista. Él cogió su mentón para conectar sus ojos con los suyos. Notó un escalofrío cuando examinó esos ojos oscuros.

-          Laia yo... De veras, no quería decirte todo aquello... No soy tan gilipollas, lo siento tanto... - empezó a negar con la cabeza con los ojos cerrados – Perdóname, por favor, estaba celoso...

Él la abrazó, para sentirla cerca de él, para que no se pudiera escapar de nuevo. Besó su coronilla.

-          Sé que no lo decías en serio – respondió contra el pecho del chico.

Tristan sonrió y la separó de su cuerpo. Pero a Laia le seguían cayendo lágrimas; él se las limpió.

-          Connor me ha dejado plantada. – sollozó y a Tris se le rompió el corazón – Cuando más lo necesitaba, porque estoy bebida.

Esta vez, era ella quien se acurrucó entre sus brazos buscando algo de protección.

-          Connor es un interesado, cuando hay problemas se escabulle. Te lo advertí para que no acabaras como ahora...

-          Es un imbécil – lloriqueó más fuerte.

Él la abrazó más fuerte.

-          No lo es, sólo tiene este pequeño defecto que normalmente perjudica a las chicas, pero él es buena persona. Luego va a lamentar haberte dejado allí.

Laia se apartó.

-          Ojalá tengas razón. Aunque gracias a él tengo las cosas claras. – dejó de llorar y sonrió tristemente.

-          ¿Qué cosas?

Ella negó con la cabeza sonriente dando a entender que no se lo diría.

-          Buenas noches, papagayo. – se giró para irse.

Tris fue más rápido y cogió su muñeca. Ella le miró sorprendida y notó los labios del chico en su comisura de éstos. Su sonrojo era notable desde la otra punta del barco.

-          Buenas noches – le sonrió satisfecho.

***

Brad estaba con Víctor en la cubierta del barco la mañana siguiente, los dos cabizbajos sin hablar, tenían asuntos en la cabeza que les preocupaban.

-          ¿Qué te pasa? – le preguntó el rizado – No has hablado desde que te he ido a buscar.

Víctor le miró.

-          Es Edward... Que está con otro – suspiró amargamente.

Bradley tocó la espalda de su mejor amigo para tranquilizarlo aunque fuese un poco.

-          ¿Tú que tal con Rach? – preguntó para cambiar de tema.

Brad rodó los ojos y bufó.

-          Mal, muy mal. Me está empezando a gustar bastante y ella lo único que hace es decirme que ya no cree en el amor. Tris y Laia dicen que luche por ella, pero no me veo capaz... Quiero pero no me atrevo. ¿Y si me rechaza? – tocó sus rizos desesperados.

-          Pero aún no lo ha hecho, te eligió a ti en ese concurso, ¿no?

-          Lo sé. Pero ella sólo "sale" conmigo por amistad.

-          Tengo una idea.

Al castaño se le iluminaron los ojos.

-          Dicen que "amas cuando ya no es tuyo", ¿cierto? – Brad asintió no muy convencido por donde estaba llegando el plan de Víctor – Dale celos.

Siento la tardanza, pero la inspiración no salía de ningún sitio :( Os he hecho un capítulo un poco más largo para que me perdonéis hehe, aunque esta tarde/noche tendréis otro^^ 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 25, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

If only you were mine... |The Vamps|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora