XXV.

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CAPÍTULO XXV. (Maratón 1/5)

Rachel había tenido sus dos respectivas citas esa mañana y sólo quedaba la de Bradley, su candidato favorito, aunque no lo reconocería delante de él.

Pronto alguien llamó en la puerta y ella se acomodó su vestido plateado plisado mientras se levantaba de la cama. En realidad, estaba bastante nerviosa, porque de Brad te podías esperar lo que fuera, con muchas sorpresas.

-          Buenas – sonrió el pequeño castaño – Estás genial. – puso su brazo en su costado para que la chica lo cogiese con facilidad.

-          Gracias, me encanta tu camiseta – le devolvió la sonrisa.

Bradley iba con unos skinnies negros y su camiseta de Artic Monkeys – una de sus favoritas – y encima una americana algo fina, sólo para no coger frío durante esa noche de verano.

Se encaminaron hasta la azotea del barco, donde había hierba artificial, y allí había preparado un mantel con todo de frutas encima, una degustación. A Rachel se le iluminaron los ojos; para ella, la fruta era un placer de dioses, le encantaban todas menos el plátano, que era alérgica. Se giró hacia su cita y le sonrió enormemente.

-          Me encanta – y le abrazó.

Corrió con dificultad por sus enormes tacones hasta el pequeño picnic y se sentó alegremente, contemplando cada cesto que contenía esas delicias. La sonrisa era presente en su rostro; sin duda, Brad había ganado muchos puntos preparando esto. Lo que no se fijó ella es que había una guitarra detrás. Bradley, que la miraba anonado desde lejos, se acercó a ella para posarse a su lado y empezar a comer.

Por otro lado, el equipo que formaban Laia y Tristan, estaban allí, detrás de una pequeña torre de control, observándolos atentos e intentando adivinar lo que decían y de qué se reían.

-          Es imposible saberlo – soltó Tris frustrado.

-          Shh – pidió silencio – Ojalá se besen – miraba esperanzada Laia. – Aunque Rachel…

-          ¿Qué le pasa?

Negó con la cabeza triste y miró los ojos celestes de él.

-          Rachel es Rachel; le cuesta millones reconocer que le gusta un chico y menos lanzarse, es muy tímida en estos temas – se encogió de hombros.

Clavó su mirada otra vez en esa no-pareja, y pronto notó la respiración de su compañero en su hombro desnudo por la camiseta de tirantes. Un escalofrío recorrió su cuerpo y le miró, encontrándose su cara a apenas pocos centímetros de la suya. Se sonrojó de pies a cabeza, pero no se apartó.

-          ¿Y tú? ¿No eres tímida en estos temas? – le sonrió de lado.

Por suerte, la negra noche no dejaba ver el color carmín de las mejillas de Laia.

-          Y-yo…

Tris rió y se apartó al verla tan extremadamente nerviosa.

-          ¿Qué tal tu cita con Connor? – preguntó volviendo a mirar a Rachel y Brad.

-          Todo perfecto, excepto que las rosas que me gustan a mí son las amarillas. – sonrió.

-          Pero dan mala suerte – le replicó.

-          Lo sé, pero es una extraña manía mía – se encogió de hombros inocentemente. 

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Había dicho que subiría mañana, pero no he podido resistir subir hoy :$

If only you were mine... |The Vamps|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora