CAPÍTULO XII.
- ¿Papagayo? – preguntó extrañada cuando Laia abrió la puerta de bate a bate.
Él desvió la mirada avergonzado.
- ¿Se puede saber qué haces aquí? – Laia intentó esconder su sonrisa.
Tristan señaló su camarote.
- Me han obligado a venir – dijo.
- ¿Qué pasa aquí? – Rachel salió.
Laia se encogió de hombros en modo de respuesta.
- Me han pedido que os pregunte si queréis venir esta noche al karaoke… - soltó mirando a la castaña.
Laia se sonrojó un poco ya que se sentía un poco intimidada. Rachel, al ver que los dos parecían comerse con la mirada, intervino:
- Allí estaremos. A las 10 en punto. – y cerró la puerta. Laia hizo una mueca y Rachel la miró extraño – Ahora no me negarás que si las miradas desnudaran, él estaría vestido.
La chica soltó una gran carcajada con un leve rubor en las mejillas.
- Tonta, Rach.
La dicha sonrió y la abrazó.
- Ay, ¡que la mayor se nos enamora! – dijo.
- Eso no va a pasar – arqueó las cejas mientras se separaba de ella.
- Ya lo veremos – le sacó la lengua y se fue.
***
- ¡Odio que me hagan esperar! – gritó Laia, haciendo que algunos pasajeros se giraran para mirarla.
- Shh – rogó su amiga – tranquila. Son hombres, ya lo sabes…
- Pero son ingleses y la puntualidad es su mayor cualidad – contraatacó.
Rachel se limitó en poner los ojos en blanco y a sentarse en una mesa de voz. Se habían puesto elegantes; las dos con vestidos blancos, pero el de Laia era más corto y el de Rachel llevaba algo de encaje. Decidieron no ponerse tacones, pues no querían destrozar sus pobres pies y así se sentían cómodas.
- Buenas noches, damiselas – saludó alguien en sus espaldas – Lo siento por la tardanza, pero Tristan ha tardado media hora por arreglarse – se burló Brad.
Tris le miró mal.
- Eso es mentira.
- Pero por tu culpa hemos llegado tarde – se unió James.
Las chicas rieron y ellos dejaron su “mini-discusión”. Cuando Laia se levantó, Connor la repasó con la mirada y ella intentó disimular su vergüenza. ¿¡Des de cuando los chicos la miran así de deseosos?!
- Como vosotros habéis tardado tanto, nos toca cantar a nosotras primero – arrastró a Rachel hasta el escenario.
Era un local extraño, era como un bar que tenía un escenario y en él había todo de instrumentos; guitarras, bajos, una batería, micrófonos, etc. Pero justo en el medio, había una pantalla grande en el suelo donde se leía la palabra “karaoke”. Laia cogió uno de los cuatro micrófonos y con un mando selecciono la canción. Sonrió al ver cual había escogido y le murmuró a Rachel algo en el oído, lo que hizo sonrojarse de pies a cabeza y reír tímidamente.
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If only you were mine... |The Vamps|
FanfictionEsta no es la típica historia de amor adolescente; ni el chico ni la chica se enamoran entre ellos. Todo ocurre por un motivo, un sólo motivo que ni ellos saben. “Te siento quemando mi piel” – le decía él con su peculiar voz. Ella se quedaba con la...