Poncho estuvo con ella alrededor de una hora, con ayuda de Maite atendieron a la chica, que por fortuna logró estabilizarse.Christopher esperaba afuera de su habitación con el corazón en la mano, no sabía porqué esa desconocida lo ponía así, sólo sabía que quería que esté bien, sana y salva.
Minutos después Maite salió de la habitación.
Maite: dice Poncho que ya puedes entrar.
Christopher se levantó del suelo.
Chris: gracias May...
Entró y se encontró con aquella chica que ahora tenía el rostro libre de sangre, permitiendo observar por completo su belleza.
Su piel blanca y visiblemente sedosa contrastaba con el rojo intenso de su cabello.
Chris: ¿Cómo está ella?
Poncho: ahora bien... Está muy lastimada, le dieron una buena paliza... parece que está en coma, si logra despertar se repondrá por completo...- dijo quitándose los guantes de látex.
Chris: Lo hará ¿Cierto? ¿Despertará?- la preocupación se hizo presente en aquella pregunta. Poncho suspiró.
Poncho: no hay manera de saberlo, no tengo el equipo adecuado. Por fortuna respira por si misma y eso ya es un punto a favor, sin embargo aún con el equipo adecuado los pacientes en coma pueden despertar en algunas horas, días o incluso años... sin embargo hay personas que nunca despiertan y si lo hacen pueden tener problemas muy graves- Chris volteó a ver a la chica con la tristeza proyectada en sus ojos color almendra.
Chris: ella va a despertar... sobrevivió a lo más difícil.
Poncho: si, yo también confío en eso- miró su reloj- bueno me tengo que ir, vendré mañana a revisarla antes de ir a la clínica.
Chris: gracias amigo- estrechó su mano amistosamente- te acompaño.
Poncho: está bien, sé el camino. Hasta mañana.
Él salió de la habitación y Christopher se acercó con cautela a la hermosa pelirroja.
Chris: tienes que despertar... me muero por conocer esos ojos- acarició su mejilla mientras apreciaba sus delicadas facciones.
Se veía joven seguramente rondaba entre los veinte años.
Tomó una de sus manos y para su sorpresa, tenía las manos suaves y tersas como las de una mujer que no se dedica al trabajo pesado.
La intriga lo invadió, quería saber quién era ella y que le había ocurrido para llegar a donde estaba y sobre todo a la situación en que la encontró.
La puerta se abrió y Maite entró.Maite: Chris ya me voy a dormir... ¿Necesitas que te ayude en algo más?
Chris: no, gracias May.
Maite: ¿Dónde dormirás?
Chris: en una de las habitaciones de huéspedes.
Maite: bueno primo, descansa- se acercó hasta él y besó su mejilla.
Cuando Maite salió él tomó algo de ropa y su pijama, antes de salir dejó la luz del baño encendida.
No sabía si ella despertaría esta noche, pero en el fondo tenía esa esperanza.
Sin embargo supuso que si él se encontrará en esa situación y despertara después de la pesadilla que seguramente vivió lo último que querría era despertar en una habitación completamente desconocida y sumergida en la oscuridad total, al menos eso le daba algo de paz al dejarla ahí.
Antes de cerrar la puerta la miró por última vez y una pequeña sonrisa escapó de sus labios.
Fue a la habitación de huéspedes pero no pudo dormir en toda la noche, daba vueltas en la cama tratando de conciliar el sueño.
Había sido un día agotador, sin embargo la imagen de aquella chica lo tenía impresionado, no cruzaba por su mente algún motivo para tratar así a una persona, sobre todo a una mujer tan hermosa como ella.
Apenas amaneció se vistió y fue a donde la chica.
Chris: hola linda... Buen día- susurró alegre mientras abría las cortinas y la luz inundaba la habitación- espero que hoy te encuentres mejor- se sentó en la silla junto a la cama y tomó su mano.
Poncho: buen día... ¿Algún cambio?- dijo cruzando la puerta.
Chris: parece que nada- se levantó permitiendo que Poncho se acercara a ella.
Poncho: todo sigue igual, por fortuna no empeoró... Ahora sólo debemos esperar a que despierte- confirmó mientras guardaba sus instrumentos en el pequeño maletín que llevaba.
Chris: al menos está bien- sonrío- vamos amigo, la Carmen nos espera para desayunar.
Poncho: la verdad es que me tengo que ir...
Chris: amigo por tu bien y el mío es mejor que no salgas por esa puerta sin haber desayunado antes- dijo riendo- ya conoces a esa mujer...
Poncho asintió entre risas.
Poncho: está bien... Pero que quede claro que no le temo.
Chris: si claro, lo que digas- caminó detrás de él hasta la puerta- ¿sabes qué? Adelántate, olvide algo...
Poncho asintió y caminó escaleras abajo.
Christopher regresó a su habitación.
Cada vez sentía una mayor necesidad de estar junto a ella la mayor parte del tiempo.Creía que estaba a punto de enloquecer ¿cómo alguien se comporta así con alguien a la que apenas conoció el día anterior? Peor aún ¿cómo se siente de esa manera por alguien de quien ni siquiera ha escuchado su voz ni tampoco conoce el color de sus ojos?
Todo era tan repentino, sin embargo era el sentimiento más fuerte que había sentido por alguien y eso le asustaba.
No sabía si era amor, cariño o una simple necesidad de protegerla dado el estado en que la conoció.
Chris: tranquila ¿ok?... No hay prisa por despertar- sonrío y tomó su mano- solo quiero que sepas que aquí estás a salvo... Nadie te hará daño, yo te voy a cuidar... Te lo prometo.
Besó su frente y salió de la habitación.
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Destino ©
Fanfiction¿Quien iba a creer que tomar el segundo camino esa noche marcaría su vida para siempre? Christopher estaba a un paso de rendirse; jamás encontraría a la chica adecuada para él ¿Es que acaso las mujeres de buen corazón ya no existían o sus perspectiv...