Capítulo 35

212 20 3
                                    

Los dos llegaron a la hacienda, después de pasar algunos días en el hospital, hoy por fin regresaban a casa, todo estaba de maravilla con su hombro, por fortuna la bala no dio con nada importante y después de unas semanas de reposo ya estaría como nuevo.

Con ayuda de un par de peones pudo bajar de la camioneta y llegar hasta su habitación que ahora estaba vacía debido a la ausencia de Verónica.

Roberta estaba a su lado, cada vez más cerca para ayudarlo y acompañarlo siempre. Carmen y Mayte se desvivían porque él estuviera cómodo y Carmen sobre todo se preocupaba porque estuviera bien alimentado.

Durante la noche Roberta se quedaba con él y por el día el cuidado estaba a cargo de Carmen mientras Roberta atendía la hacienda con ayuda de Mayte.

Las semanas pasaron rápido, sin embargo para él fue una eternidad permanecer inmóvil en una cama y de no ser por la compañía de las mujeres de su vida a este punto estaría completamente loco.

Roberta: ¿qué tal ahora?- preguntó acomodando la almohada en su espalda.

Christopher: mejor... muchas gracias- ella asintió y se sentó en el sofá frente a él tomando de nuevo el libro que Chris le prestó- ¿es bueno verdad?... es mi libro favorito.

Roberta: ya lo sé... tú me lo dijiste- él frunció el ceño.

Christopher: ¿de verdad?... ¿cuándo?

Roberta: no lo sé, solo recuerdo escuchar tu voz... como si hablaras bajo el agua.

Christopher: ¿que decía?... yo lo recuerdo pero quiero saber que tanto escuchaste- ella sonrió.

Roberta: te gustan las novelas de aventuras y los libros de caballos, pero eso es obvio... y este libro- le mostró el cuaderno con portada floral- era el favorito de tu madre y ahora el tuyo.

Christopher: vaya... Poncho decía que podías escucharme, ahora confiaré más en sus habilidades médicas.

Roberta: deberías confiar en él...- él sonrió- también me dijiste que me cuidarías, que no debía temer porque tú me protegerías- él asintió.

Christopher: si, yo dije eso...- dijo sonriendo.

Roberta: y lo hiciste... detuviste una bala por mí, no cualquiera hace eso.

Christopher: es verdad... soy un héroe- dijo sonriendo y negó riendo.

Roberta: yo lo definiría más como alguien completamente loco.

Christopher: pero claro, loco de amor por ti...- ella comenzó a reír.

Roberta: muy cliché- dijo acercándose para darle un lento beso en los labios hasta que el celular de Christopher los obligó a separarse, él maldijo en silencio y tomó el teléfono.

Christopher: hola...- dijo mirándola mientras ella regresaba al libro que leía.

Christian: amigo ¿Cómo estás?

Christopher: mucho mejor, en unos días me quitan la férula y estaré como nuevo- Roberta lo miró mal- bueno con algunas limitaciones... muy pequeñas- dijo sonriendo bajo la atenta mirada de la pelirroja.

Christian: me alegro y cómo supongo que estabas ocupado con la roja entonces seré breve. Estoy enviándote el borrador del acuerdo... hubo algunas modificaciones de última hora.

Christopher: si, ya lo tengo...- se quedó en silencio unos segundos repasando brevemente el escrito mientras pasaba a Christian a alta voz- espera... ¿Verónica no pide nada?

Christian: esos son los cambios que se hicieron, su abogado lo solicitó y ese es el resultado final... es muy extraño... ¿crees que esté planeando algo?

Destino ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora