Los dos llegaron a la hacienda, después de pasar algunos días en el hospital, hoy por fin regresaban a casa, todo estaba de maravilla con su hombro, por fortuna la bala no dio con nada importante y después de unas semanas de reposo ya estaría como nuevo.
Con ayuda de un par de peones pudo bajar de la camioneta y llegar hasta su habitación que ahora estaba vacía debido a la ausencia de Verónica.
Roberta estaba a su lado, cada vez más cerca para ayudarlo y acompañarlo siempre. Carmen y Mayte se desvivían porque él estuviera cómodo y Carmen sobre todo se preocupaba porque estuviera bien alimentado.
Durante la noche Roberta se quedaba con él y por el día el cuidado estaba a cargo de Carmen mientras Roberta atendía la hacienda con ayuda de Mayte.
Las semanas pasaron rápido, sin embargo para él fue una eternidad permanecer inmóvil en una cama y de no ser por la compañía de las mujeres de su vida a este punto estaría completamente loco.
Roberta: ¿qué tal ahora?- preguntó acomodando la almohada en su espalda.
Christopher: mejor... muchas gracias- ella asintió y se sentó en el sofá frente a él tomando de nuevo el libro que Chris le prestó- ¿es bueno verdad?... es mi libro favorito.
Roberta: ya lo sé... tú me lo dijiste- él frunció el ceño.
Christopher: ¿de verdad?... ¿cuándo?
Roberta: no lo sé, solo recuerdo escuchar tu voz... como si hablaras bajo el agua.
Christopher: ¿que decía?... yo lo recuerdo pero quiero saber que tanto escuchaste- ella sonrió.
Roberta: te gustan las novelas de aventuras y los libros de caballos, pero eso es obvio... y este libro- le mostró el cuaderno con portada floral- era el favorito de tu madre y ahora el tuyo.
Christopher: vaya... Poncho decía que podías escucharme, ahora confiaré más en sus habilidades médicas.
Roberta: deberías confiar en él...- él sonrió- también me dijiste que me cuidarías, que no debía temer porque tú me protegerías- él asintió.
Christopher: si, yo dije eso...- dijo sonriendo.
Roberta: y lo hiciste... detuviste una bala por mí, no cualquiera hace eso.
Christopher: es verdad... soy un héroe- dijo sonriendo y negó riendo.
Roberta: yo lo definiría más como alguien completamente loco.
Christopher: pero claro, loco de amor por ti...- ella comenzó a reír.
Roberta: muy cliché- dijo acercándose para darle un lento beso en los labios hasta que el celular de Christopher los obligó a separarse, él maldijo en silencio y tomó el teléfono.
Christopher: hola...- dijo mirándola mientras ella regresaba al libro que leía.
Christian: amigo ¿Cómo estás?
Christopher: mucho mejor, en unos días me quitan la férula y estaré como nuevo- Roberta lo miró mal- bueno con algunas limitaciones... muy pequeñas- dijo sonriendo bajo la atenta mirada de la pelirroja.
Christian: me alegro y cómo supongo que estabas ocupado con la roja entonces seré breve. Estoy enviándote el borrador del acuerdo... hubo algunas modificaciones de última hora.
Christopher: si, ya lo tengo...- se quedó en silencio unos segundos repasando brevemente el escrito mientras pasaba a Christian a alta voz- espera... ¿Verónica no pide nada?
Christian: esos son los cambios que se hicieron, su abogado lo solicitó y ese es el resultado final... es muy extraño... ¿crees que esté planeando algo?
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Destino ©
Fanfiction¿Quien iba a creer que tomar el segundo camino esa noche marcaría su vida para siempre? Christopher estaba a un paso de rendirse; jamás encontraría a la chica adecuada para él ¿Es que acaso las mujeres de buen corazón ya no existían o sus perspectiv...