Destino ©

Capítulo 26

Días después
Mujer: muchas gracias por cuidar del niño y lamento mucho la demora.

Anahí le entregó el bolso del bebé y después dejó al niño sobre los brazos de la mujer. Alfonso se dio cuenta que ella no respondió y notó cómo trataba de contener el llanto detrás de una discreta sonrisa.

Alfonso: no se preocupe... ¿encontraron a la familia?

Mujer: si, viven a un par de horas... la familia ya fue notificada y la hermana de la chica se hará cargo de él.

Anahí: ¿estará bien con ella?

Mujer: si, ya le hemos hecho el análisis necesario y todo está en orden.

La rubia asintió con tristeza y después de un par de palabras más la mujer subió al auto y minutos después desapareció por la plaza del pueblo.

Anahí se quedó observando como el auto se alejaba y Alfonso la observaba a escasos pasos, hasta que en un impulso se acercó a ella y dio un leve apretón a sus brazos en señal de apoyo, la chica cubrió sus manos con las suyas y suspiró.

Alfonso: él estará bien...

Anahí: es ridículo, estuve con ese bebé muy poco tiempo y aun así es difícil la despedida...

Alfonso: hiciste un buen trabajo, mucho mejor del que yo... habría hecho- dijo aclarándose la garganta.

Anahí: es increíble que ese bebé sea mejor compañía que muchas personas que conozco- dijo mirándolo de reojo.

Alfonso: yo puedo acompañarte cuando quieras- al momento se dio cuenta de lo que dijo y se quedó en silencio arrepintiéndose.

Anahí: gracias...- dijo amigable, al parecer ella estaba tan concentrada en otra cosa que no se percató del verdadero sentido de sus palabras.

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Roberta y Christopher estaban disfrutando del día en la terraza de la hacienda, sus días transcurrían en múltiples ocupaciones, durante el día trabajaban en el campo y la oficina, a veces coincidían un par de horas, pero en otras ocasiones uno se la pasaba metido en la oficina mientras el otro atendía las operaciones de la hacienda.

Sin embargo siempre encontraban tiempo para estar juntos, ya sea en cortos periodos o al final del día, cuando la noche llegaba, ambos disfrutaban del amor que se tenían y las noches se hacían cortas para demostrar un sentimiento tan grande.

Christopher: ¿ya tienes todo listo para mañana?

Roberta: si... estoy más que lista- estaba recargada en el pecho de Christopher mientras él la abrazaba por la espalda y ella acariciaba sus manos y jugueteaba con los dedos de su novio- no puedo creer que pasaremos el fin de semana en ese hermoso lugar.

Christopher: lo sé, no puedo esperar...- dijo besando su cabeza- Carmen nos dejó un cargamento de comida lista para llevarnos, tienes que recordarme porque si lo olvidamos no sabes el lío que se armará.

Roberta: no sé cómo la convenciste de salir de tomar los días libres, creí que sería imposible.

Christopher: ella adora esta hacienda, pero siento que a veces se excede en labores... ya necesitaba un descanso.

Ella se giró y rodeó su cuello con sus brazos comenzando a jugar con el cabello de su nuca, él sonrió abrazando su cintura.

Roberta: entonces... ¿a qué hora regresa Maite?- preguntó coqueta.

Christopher: en un par de horas, fue a despedir a Christian en el aeropuerto- ella se acercó a besar su mejilla, muy cerca de los labios.

Roberta: ¿y no hay nadie más en casa?- susurró rozando su piel con los labios.