Capítulo 37

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Roberta regresó a los establos después de revisar algunas cosas de la hacienda con Maite, por su cabeza pasaban mil escenarios y la verdad es que estaba ilusionada de que al fin el hombre que amaba dejara de estar atado a otra mujer, anhelaba una vida a su lado, una boda e incluso para el resto de sus días a su lado y quien sabe, tal vez algún día tener un par de pequeños que los unirían aún más, sin darse cuenta tenía una tierna sonrisa en sus labios.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escuchó el relinchar particular de su caballo, pensó que estaba ocasionando problemas de nuevo, pero se sorprendió cuando lo vio tranquilamente en el corral, atendiendo las indicaciones que un chico le daba. Se acercó impresionada hasta el lugar y observó a ese chico, era el mismo que Christopher había dicho que comenzaría a trabajar, aún no lo conocía y ya la tenía impresionada.

Andrés: ¿es bueno verdad?- dijo llegando a su lado, también mirando trabajar al chico.

Roberta: no puedo creerlo... ¿ese es Héroe?- Andrés asintió- ¿Cómo se llama el chico?

Andrés: Mauricio... Mauricio Chávez, la verdad no recuerdo muy bien el nombre.

Roberta: entonces habrá que conocerlo....- dijo dirigiéndose hacia la puerta, Andrés asintió y entró al corral detrás de ella.

El caballo de inmediato centró su atención en Roberta y a paso lento fue a su lado hasta que ella misma pudiera acariciar su cabeza.

Roberta: Hola chico... ¿me extrañaste?- le susurró sonriendo al caballo y después centró su atención en el muchacho que la miraba impactado.

Tenía un brillo especial en los ojos, como si estuviera eufórico al verla y eso en lugar de provocarle miedo, le provocaba una extraña alegría que no terminaba de comprender.

Roberta: mucho gusto...- le ofreció la mano y el chico la tomó- mi nombre es Roberta y soy la jefa de personal de la hacienda.

Mauricio: hola...- dijo apenas pronunciando palabra, Roberta volteó a ver a Andrés quien también estaba un poco extrañado por la actitud del muchacho- lo siento, estoy un poco nervioso, Andrés me dijo que me mostrarían el lugar.

Roberta: así es... normalmente Christopher, el dueño, es quien se encarga de esos asuntos, pero ahora está un poco indispuesto y no puede hacerlo.

Mauricio: si, supe lo que le pasó... lo lamento mucho, ¿como esta él?

Roberta: ya está mejor, solamente necesita reposo para terminar de recuperarse.

Andrés: y esa es la parte complicada- susurró y Roberta volteó a verlo con una pequeña sonrisa, el chico la miró de nuevo y también sonrió.

Roberta: bueno, entonces vamos... es una hacienda grande, pero al menos te mostraré los lugares para tu trabajo.

Roberta y Andrés le mostraron cada rincón del establo, el sitio donde está el alimento de los caballos, el lugar donde los bañan después de los entrenamientos y el sitio donde cada uno de ellos duerme al terminar el día, también recorrieron los corrales, tanto de descanso como los de entrenamiento y al final regresaron al establo, donde Andrés tuvo que irse para continuar con sus labores en la hacienda.

Roberta; ahora pasaremos a la parte más importante de nuestro recorrido y es... conocer a los caballos- dijo sin poder ocultar su emoción.

Mauricio: es la parte más divertida ¿cierto?

Roberta: exacto... me encantan estos animales.

Mauricio: lo sé...- susurró sonriendo y Roberta lo miró- me refiero a... la felicidad que tienes cuando hablas de ellos, es evidente - dijo mientras entraban al corral de Titán.

El chico comenzó a acariciar la cabeza del  caballo y Roberta estaba a la espera de cualquier movimiento brusco del animal. Pero para su sorpresa, el caballo respondió con toda tranquilidad a las caricias incluso correspondió apoyando la cabeza sobre la mano del chico.

Roberta: ¿tienes familia?- el chico la miró y sonrió.

Mauricio: claro... tengo un padre y dos hermanas, también tengo un abuelo pero no lo veo mucho.

Roberta: ¿Cómo se llaman tus hermanas?...- preguntó amable y el chico la miró un poco nervioso.

Mauricio: heeee Regina y... María- dijo sin apartar la mirada de ella.

Roberta: ¿puedo hacerte una pregunta?

Mauricio: claro...

Roberta: ¿Por qué dejaste un rancho tan importante para básicamente cruzar la región y venir a trabajar aquí?- el chico suspiró.

Mauricio: no sé, supongo que estaba cansado... era mucha la exigencia que tenían con los caballos y la manera en que los trataban no me parecía correcta, así que me fui y una vez estaba pasando por el pueblo y me hablaron maravillas de este lugar, aplique para el puesto y aquí estamos...- Roberta sonrió asintiendo- además el lugar me gusta, no conozco a Christopher pero he escuchado maravillas de él.

Roberta: ya lo conocerás, es un hombre muy dedicado a su trabajo pero con una bondad impresionante, te caerá bien.

Mauricio: espero cumplir con las expectativas del trabajo para estar aquí un largo tiempo - dijo sonriendo.

Roberta: estoy segura que si, debes saber que Héroe no es un caballo fácil de controlar pero lo has hecho de maravilla, esa fue como tu prueba de fuego.

Mauricio: todos los caballos necesitan un trato diferente y Héroe parece algo complicado pero por dentro es como un pequeño cachorro que solo necesita tiempo y amor.

Roberta: me alegra que pienses así, estoy segura que eres muy adecuado para este trabajo.

Ambos sonrieron, Roberta no comprendía el porque sentía una confianza especial con ese chico pero es como si hablara con uno de sus mejores amigos, había una familiaridad impresionante con él. Parecía un par de años más joven que ella pero debía reconocer que el chico mostraba una madurez mayor a su edad y su conocimiento respecto a los caballos era impresionante.

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⏰ Última actualización: Dec 24, 2023 ⏰

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