Capítulo 34

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Abrió los ojos lentamente tratando de adaptarse a la poca luz que había en la habitación, cuando lo logró recorrió con los ojos todo el lugar en busca de ella pero se decepcionó al no verla por ningún lado. Suspiró profundamente y sus ojos se desviaron a la puerta cuando vio como la pelirroja entraba con una taza de café en sus manos, le sonrió de inmediato y ella lo imitó.

Christopher: hola...- susurró con los ojos entreabiertos.

Roberta: ¿Cómo te sientes?

Christopher: un poco mareado nada más...

Roberta: supongo que es normal... perdiste mucha sangre.

Christopher: ¿Te quedaste conmigo?- preguntó sonriendo. Ella asintió.

Roberta: toda la noche...

Christopher: gracias... supongo que ya estamos a mano- ella lo miró confundida- yo te salvé primero y ahora tu me salvaste a mí.

Roberta: no me gustan las deudas- dijo sonriendo y él la imitó.

Christopher: ¿Cómo llegamos aquí?

Roberta: ¿No recuerdas nada?- él negó- pues tuve mi primera clase de conducción.

Christopher: vaya y ¿Que tal soy como maestro?

Roberta: muy malo, me dejaste antes de terminar la clase.

Christopher: bueno perdoname estaba muriendo- dijo riendo antes de quejarse levemente- yo recuerdo solo un par de cosas... básicamente las más importantes.

Roberta: ¿El qué?

Christopher: me besaste...

Ella desvío la mirada nerviosa y él no pudo resistir una sonrisa al verla así.

Christopher: oye tranquila que no es para tanto, no te acusaré de abuso o algo así, es más cuando quieras puedes volver a intentarlo.

Ella entrecerró los ojos y negó con una leve sonrisa.

El celular de él comenzó a sonar y Roberta lo sacó de su bolsillo trasero y se lo entregó bajo la divertida mirada de Chris.

Él vio el remitente y atendió.

Christopher: hola...

Christian: Chris te estuve llamando ayer y poncho me contó lo que pasó... ¿cómo estás?

Christopher: mucho mejor, fue un disparo leve- Roberta lo miró negando- y ¿Que tal?... ¿Ya estás en camino?

Christian: de eso quería hablar ayer... te juro que hice todo lo posible pero no pude terminar y algunas cosas se complicaron... no podré regresar hasta en una semana- Christopher suspiró decepcionado- lo siento.

Christopher: no te preocupes, tu termina tus pendientes tranquilo, nosotros esperaremos.

Christian: gracias... por lo pronto puedo enviarte el nuevo contrato que redacté, léelo y si tienes alguna corrección me avisas.

Christopher: claro que sí, muchas gracias.

Colgó el teléfono y miró a Roberta preocupado.

Roberta: ¿Cuánto tiempo más?- preguntó con una media sonrisa.

Christopher: una semana.

Roberta: bueno, tal vez reconsideres algunas cosas.

Christopher: no hay nada que considerar...- suspiró- escuché lo que dijiste y no es verdad.

Roberta: ¿El que?- preguntó nerviosa.

Christopher: crees que yo quiero a Verónica, pero eso no es cierto... cuando nos casamos yo me creí enamorado de ella y por mucho tiempo pensé que era así, hasta que tú llegaste... sonará a cliché- dijo sonriendo- pero cuando te conocí supe que no la amaba porque nunca había sentido lo que siento por ti ahora.

Destino ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora