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Había pasado exactamente 3 días después de aquella "cita", días en que Yoongi no se había dignado a ir al instituto y mucho menos había salido de su casa ni para comprar comida, que se basaba en ramen.

Pero esta vez era diferente, no fue por estar de flojo si no que se había resfriado solo por no haberse secado su cabello como corresponde, bueno tal vez si había sido culpa de ser un flojo sin remedio.

Sus amigos habían llamado al día siguiente cuando vieron que no había ido de nuevo al instituto, ese día Yoongi les había dicho que había agarrado un resfriado y les colgó. Era una forma bastante bruta de decir que podía solo y que no los quería allí, pero sus amigos ignoraron aquello como casi todas las cosas que les decía, de tal forma que al otro día habían llevado al insoportable chico de sonrisa geométrica y el enano de voz chillona que siempre lo acompañaba consigo para visitarlo.

No paso mucho cuando tocaron el timbre justo cuando Yoongi estaba por acostarse, maldijo en voz baja y gruño todo el camino a la puerta mientras se cubría con una gran manta la cual apenas le quitaba un tercio del frío que tenía su cuerpo.

Era el único afortunado con frío en verano, nótese el sarcasmo.

Yoongi no se detuvo a ver por la mirilla solo la abrió dejando ver sus mejillas junto a su nariz teñidas de color rojo, su cabello revuelto y regado por toda su cara. Una imagen demasiado tierna para el alma de Taehyung, lástima que fuese en esas condiciones.

—Hyung~—Taehyung fue el primero que hablo, logro ver un bolso y una que otra funda de plástico en las manos del menor, solo pudo descifrar el de la farmacia que estaba en la esquina y su rostro reflejaba la preocupación que estaba sintiendo.

El estómago de Yoongi se removió causando una mueca en su rostro, solo pensó que serían nauseas.

Si, nauseas de ver sus caras.

—Largo—el pálido apenas pudo articular con la voz sumamente ronca, incluso se podía igualar a la de Taehyung y cerró la puerta en sus caras.

Si pensaron que eso quedaría así.

Pues no, para la suerte de Yoongi no.

La puerta no tardo en abrirse dejando ver a los idiotas que iban a interrumpir la paz del pálido.

—Ni enfermo me dejan tranquilo—se queja caminando hacia su habitación lo más rápido que sus piernas y sus fuerzas pueden, pero Taehyung fue más rápido, lo suficiente como para interponerse en su camino. —Quítate, quiero dormir

—No, va a sentarse en ese sofá y va a hacer lo que yo le diga—demando causando que Yoongi alzara una ceja, si pensaba que en ese estado se quedaría callado, de verdad que no lo conocía.

— ¿Y tú quién eres?

—Su futuro esposo—contraataco el de piel bronceada mientras se cruzaba de brazos.

—En tus sueños más sucios, raro.

—Le aseguro que en esos sueños soy más que su futuro esposo.

Mierda, eso se había escuchado incluso más sexy en su mente. El pálido negó tratando de no pensar mucho en ello, no debía caer en lo que sea que Taehyung estaba tratando de hacer.

Yoongi estaba por decir algo cuando sintió como las manos del menor lo sostenían por la cintura, agradeció el hecho de que su garganta dolía porque si no ya hubiese gritado un sin número de maldiciones.

— ¿Que mierda estás haciendo? ¡Suéltame! —podría fácilmente golpearlo y bajarse, pero en esos momentos el pálido tenía la fuerza de una pluma. — ¡Bájame! ¿Estás sordo o qué? Bájame de una puta vez

Are you going to leave me alone? ➾ Yoontae/TaegiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora