46.Ay.

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YAREL POV.

(en multimedia Arou vida real)

Hayden sabe donde está, va a ir con ella, por lo tanto, me ha prohibido que lo siga o que lo rastree, pero a estas alturas no puedo prometer nada, lo traicionaré con el precio de poder encontrarla. Necesito escapar de Nadirne y de todos los que me rodean, no puedo aguantar mucho más sin ella. Ella se había convertido en mi manera de olvidarme de todo, ese todo que ahora y antes me ahogaba sin saberlo, al que por primera vez en mi vida encontré el remedio al encontrarla a ella. Es como si nunca hubiera estado sediento de locura y amor hasta que la conocí a ella. No sabes que estás sediento hasta que bebes de ello por primera vez, ¿no?.

-Yarel, cariño. ¿Vienes a la cama?.- Nadirne entra por la puerta del despacho de mi nueva casa, comprada por su padre a las afueras de Copenhague, en ropa interior de satén negro. Me mira con ojos enamoradizos, los cuales están demasiado maquillados.

-Tengo cosas que hacer, mañana me iré por una semanas.- La informo antes de que mañana la tenga que dar la sorpresa por teléfono. Me mira enfadada y se va pisoteando el suelo. Me da exactamente igual. No quiero dormir con ella, ni ahora, ni nunca. Solo dejo a una sola persona dormir conmigo, aparte de ya el frecuente Dárian.

El cuatro de mayo consigo estar de vuelta en España. Madrid me resulta mucho más relajante que Copenhague, aunque sea por el simple hecho de que me recuerda a ella. Tengo la necesidad de tener su olor, aunque sea, de dormir en las camas que dormí con ella y de por fin reconocer que estoy perdidamente enamorado de ella, por lo tanto, tremendamente jodido también.

-¿Qué haces aquí de nuevo Yarel?.- Pregunta mi padre al volver con Dárian del colegio y encontrarme en el cama de invitados que siempre utiliza Daniela. Dárian no tarda ni unos segundos en estar en mis brazos, y luego en salir corriendo a su cuarto a por algo que me ha mencionado, mientras yo me ocupo de la mirada medió furiosa de mi padre.

-He venido porque tengo que terminar unos negocios.- Por como me mira, sé que no me cree en absoluto.

-O a encontrar el negocio, que por un casual, no se llamará Daniela Martínez. ¿Verdad?.- Suspiro y termino por desesperarme. 

-Padre, no aguanto más sin ella, y mucho menos teniendo a Nadirne alrededor. Todo lo que tiene esa mujer de guapa, también lo tiene de desesperante, te lo prometo.- El sonríe. Será bastante cómico verme en este estado de animal indefenso por una vez en mi vida.

-Tu sabrás, yo ya no te discuto nada. Tienes una edad para saber lo que te conviene y lo que quieres en tu vida.- Se marcha y me deja embotado en mis pensamientos.

Poco después Dárian vuelve para entregarme varios dibujos, en el estamos yo, Daniela, Zarpas Suaves y el. También un colgante que ha hecho con arcilla y decorado con pintura, y un marco de fotos con pasta y una foto que tenemos juntos de una sesión que hicimos hace casi un año.

Las horas pasan lentas de reunión en reunión, mirando la mayor parte del tiempo a las agujas del reloj de pulsera que llevo. Cuando llega la noche, decido quedar con Anker. Mirella se ha ido durante dos meses más o menos de viaje ha hacer un reportaje de fotos a Canadá, lo que también a el lo ha dejado algo decaído.

-Estamos en las mismas.- Dice mientras cenamos. Me vuelve a rellenar la copa de vino y la vacío en segundos dentro de mi boca.

-No amigo, no.- Relleno mi copa con lo que queda en la botella y la cojo de nuevo.- A ti Mirella te ama. Sabes donde está, lo que está haciendo, y como está diariamente.- Bebo mi copa entera de nuevo de un solo trago, ya es la cuarta botella que me termino en lo que llevo de día, la décimo segunda copa que me bebo.- Daniela me odia, me tiene declarada la guerra. Si sé algo de ella, es gracias a Hayden, no se donde está, no como está, ni mucho menos lo que narices esté haciendo. Hay mucha diferencia entre tú y yo.- Anker me observa, no soy el único que se está dando cuenta de mi ligera ebriedad ya algo pesada. Nunca diría lo que he dicho estando en mis plenas facultades y sobrio.

¡No! Es mio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora