— ¿Adónde crees que vas con eso, campeón? —James había tomado por el brazo al joven que sostenía la botella, deteniéndolo antes de que pudiera concretar el golpe intencionado para Niccolo.
La multitud había comenzado a formar un círculo alrededor de la pelea.
Niccolo volteo sobre su espalda para ver a su amigo quien; después de todo, se había dignado a ayudarlo. — ¿¡Que está pasando aquí?! —grito un hombre de corta estatura que había aparecido de entre la multitud acompañado de otro que en cambio era gigantesco, su presencia hacia contrastar las estaturas del par y hacia parecer al hombre minúsculo, sin embargo este no carecía de porte —Devion, saca a estos payasos de aquí. Ya me canse de que pase esto todos los días.
Intimidado por su presencia el joven dejo caer la botella al piso.
Niccolo: "Esto saldrá mejor de lo planeado, ya tengo toda la atención del bar, tal vez pueda hacer que este golem sea; incluso, un mejor ejemplo para todos"
Niccolo, el otro joven y James levantaron las manos un poco en señal de rendición, sin embargo James pudo ver que su amigo conservaba esa miradita que anunciaba una imprudencia.
El enorme hombre dio un paso en dirección hacia ellos, pero tan pronto Niccolo noto este primer movimiento grito "¡Hey! ¡James!" él joven que había sostenido la botella volteó alarmado a su derecha para mirar a James con pánico haciendo que dejara descubierto su cuello.
Con un rápido movimiento Niccolo golpeo la parte lateral de su nuca. Lo que hizo que el último de los jóvenes cayera inconsciente al piso como un trapo.
— ¡Ups! Creo, que bebió demasiado. —Dijo Niccolo sonriente.
Devion no alcanzo a reaccionar lo suficientemente rápido para impedir lo que acababa de suceder. Al ver esto, el gigante inmediatamente tomo a Niccolo por el abrigo haciendo que este se tuviera que parar en las puntas de sus pies para evitar ser sostenido en el aire.
— ¡Esto debe ser una maldita broma! ¡Soy Niccolo Ebenezer! Y más te vale soltar mi abrigo inmediatamente o tendrás que vender esta pocilga solo para pagármelo. ¡Dile a tu jodido gorila que me suelte antes de que le desfigure el rostro!
—A mí no me interesa quien seas fracasado, ¿Sabes cuantas veces escucho a la gente decir la frase "Que no sabes quién soy" Al día? y sobre "desfigurarle el rostro a Devion, él tiene una colección bastante impresionante de habilidades de combate en su erebo, así que yo lo pensaría dos veces antes de levantarle la mano. Devion puso una mirada severa a Niccolo acercando su enorme cabeza a la de él, Niccolo respondió alejándola lo más que pudo como si Devion tuviera una aroma insoportable.
—Les aviso que serán consignados a las autoridades. Normalmente solo los sacamos pero al parecer no aprenden. — Dijo el dueño.
—Estoy seguro que eso no será necesario. Pagaremos nuestra cuenta y nos iremos tranquilamente señor. —Dijo rápidamente James a quien lo último que le faltaba para que ese día fuera uno de los peores de su vida sería que pasara la noche en alguna cárcel.
—Señor Cardogo, si es Niccolo Ebenezer, su padre es Griliam Ebenezer, lo sé, estudio con él. —La anfitriona con la que habían hablado hace un rato apareció de entre la multitud que observaba con atención el desenlace de la pelea, muchos solo alimentaban el morbo esperando a que la pelea se reanudará entre los dos jóvenes y Devion.
La joven se aproximó al dueño del lugar e insistió. —Créame lo reconozco perfectamente.
El Señor Cardogo bajo la voz y pregunto a la chica — ¿Estas segura Agathy? —Niccolo puso toda la atención que pudo en escuchar la breve conversación y alcanzo a escuchar el nombre "Agathy" el cual pronuncio en voz baja para sí mismo.
—Suéltalo Devion y saca a los que están tirados. —El señor Cardogo dio media vuelta y se marchó sin poder conjugar una sola palabra más, el hombrecillo se alejó con la cabeza en alto. Sin embargo, esto no evito que el ego de Niccolo se agrandara, al ver al dueño del lugar haber doblado las manos tan solo confirmar su identidad le provoco una morbosa satisfacción.
El circulo de personas que se había formado pronto se disolvió, Devion saco a los jóvenes de la pelea algunos cargando y otros solo escoltándolos. El ruido comenzó poco a poco y el ambiente en el tejón borracho volvió a ser el mismo.
—Nic, está definitivamente es la última vez que te ayudo, lo juro. —Dijo James tras un largo suspiro. Sin embargo y a pesar del comentario, su cara no demostraba ninguna clase de enojo verdadero. —Así que ahora sé qué fue lo que estuviste haciendo hoy en la tarde en el mercado de talentos, compraste una habilidad en el domo ¿no es así?
—Síguete repitiendo eso yo sé que siempre me ayudaras, amigo. —Dijo Niccolo con una sonrisa confiada. — ¿Que te pareció eso he? un golpe limpio a la vena carótida que alimenta al cerebro y él se desploma como trapo. —Dijo Niccolo mientras de su abrigo sacaba la pequeña esfera que contenía el talento comprado esa misma tarde y lo presumía a su amigo.
Antes de que James pudiera responder Agathy se acercó a los dos jóvenes.
—Agathy, Creo que ahora te debo una cena, princesa.
— ¿Cuál es mi nombre completo ahora que sabes el primero? —Pregunto la chica.
Niccolo fue sorprendido por la extraña pregunta.
Ella no tenía intenciones de darle una oportunidad, sabía que Niccolo jamás sabría responder, a pesar de que llevaba viéndolo casi a diario por los últimos tres semestres.
—Veo que te encanta este jueguito, Eres Agathy... me...mes
— ¿Estás pensando en mesera? Porque no me sorprende. Soy Agathy Treiwer, tenemos tres clases juntos este semestre y no iría a cenar contigo nunca. Es decir, ¿Para qué? ¿Para escuchar a Niccolo Ebenezer hablar sobre sí mismo toda la noche? ¿Escucharte hablar sobre tu padre y sus negocios? Eres solo un pavorreal con plumas prestadas, eres un narcisista, hueco e infantil ser humano que no merece nada de lo que tiene. —Sentencio la chica mientras daba media vuelta.
Las palabras de la joven se enterraron en Niccolo como si de dagas heladas se hubiesen tratado, dejándolo atónito.
James volteo a ver a su amigo pelando los ojos y a la espera de su inminente respuesta. Sin embargo, cuando esta llego carecía del carácter de siempre
—Pues me parece que es bastante más narcisista el que creas saber quién merece que y quien no. —Grito Niccolo a su espalda
—Tú sí que sabes conquistarlas.
—Cállate. —Respondió con fastidio Niccolo.
Ambos jóvenes caminaron en dirección contraria, pagaron sus tragos con prisa y salieron del tejón borracho. James noto como Niccolo se había sentido humillado por las palabras de la joven y había intentado salir de ahí tan rápido como había podido.
—No puedo creer que ese idiota fuera a intentar romperme una botella en la cabeza. Soy el hijo del hombre más poderoso del país, debe de ser estúpido.
—O tal vez, sabe; como el resto de Kentara, que tu padre jamás te hubiera auxiliado con ninguna ventaja. —contesto James desalentando a su amigo.
—Tal vez. —Contesto Niccolo torciendo el rostro.
ESTÁS LEYENDO
Erebo
FantasyA mediados de la revolución industrial de Zefest, Un lugar gobernado por una oligarquía elitista. Un mercado entero se ha construido alrededor de un artefacto capaz de albergar los talentos, experiencias, y recuerdos de las personas. Estos artefacto...