Erebo

Capítulo 26: Dinero.

Dante había conseguido una humilde; sin embargo, muy completa despensa para alimentarse por los próximos días, había conseguido todos los ingredientes necesarios para hacer sopa de verdura, fruta, pan, vinagre y aceite; sin mencionar agua que trajo en cuatro pequeñas jarras de barro, entre otras cosas, el colectivo incluso se notaba abundante, los jóvenes  no podían explicarse como había logrado transportar toda esa comida el solo. 

No sé qué haríamos sin ti Dante, incluso recordaste traerme manzanas amarillas. -Dijo Niccolo después de tragar el pedazo de manzana en su boca. 

-Es verdad, gracias Dante, no me explico cómo es que pudiste trasportar toda esta comida, de haber sabido que sería tanta me hubiera ofrecido para acompañarte para ayudarte a cargar todo esto. 

-Es mi trabajo, Jovenes Ebenezer. -Dijo dante sonriente. -Y dígame señorita Ebenezer ahora que sabe lo que trama su hermano ¿qué piensa hacer? no pensara involucrarse ¿o sí? 

-¿Porque les resulta tan difícil creer que pudiera involucrarme? ¿Es porque soy mujer? -Se quejó Eli. 

James y Dante compartieron una mirada, temerosos de revelar el "porque". 

-No es porque seas mujer. -Dijo Niccolo, mordiendo de nuevo la manzana y tragando el pedazo. -Es por cómo eres, ni en un millón de años podría imaginarte participando activamente en todo esto, Eli. 

-¿A qué te refieres Nic? -Pregunto Eli ofendida. 

-Me parece que a lo que su hermano se refiere, señorita Elizelia, es a que su benevolencia puede meterse en el camino con sus objetivos. y no es que sea mi lugar cuestionar sus intenciones ni tampoco opinarlas, pero debo decir que no apruebo el que ninguno de ustedes ponga su vida en peligro. 

-No estarán nunca en riesgo, Dante, tenemos mucho tiempo y el tiempo es la mejor ventaja que una persona puede tener. 

-Por el momento la única persona de la que debemos cuidarnos es de ese psicólogo, debemos ser precavidos porque una vez que detecte la más mínima pista de nuestro rastro probablemente logre dar con nosotros.

-No seas tan pesimista James también él está en mi lista negra; además, hay otra pequeña ventaja que eh traído conmigo todo este tiempo. 

Niccolo introdujo su mano en su saco para sacar de ahí y mostrarle a todos su erebo.

El erebo de las ramas de platino siempre había estado con Niccolo. 

-¿Es una broma Niccolo? ¿Todo este tiempo has tenido tu erebo? -No se te ocurrió pensar que pudimos haber vendido las partes de platino que tiene y hubiéramos salido de apuros?

-Eso no es lo único que tengo hermanita, también estoy en posesión de mi anillo y como sabes; mi auto, pero como también sabes no podemos vender nada de eso o inmediatamente nos localizarían.  

-¿Y qué hay del platino de tu erebo?

-No puedo deshacerme de este erebo, este erebo será mi principal apoyo mientras les doy caza a los hombres que asesinaron a mi padre, uno tras uno les robare su esencia y la usare a mi favor para cazar al siguiente con la ayuda del último. -Dijo Niccolo con una sombría sonrisa.

-Por lo que veo, tienes todo esto muy bien planeado, Nic.  -Dijo Eli -Pero no te confundas yo también odio a todas esas personas que mataron a papa, y una cosa es que sea buena con la gente que siento que lo merece y otra muy diferente seria que le diera el mismo trato a estas personas. ¿Por dónde empezamos?  -Dijo Eli torciendo la mirada de manera que incluso por un segundo se pareció más que nunca a su hermano.

-Bien, Dante y James se quedaran en la posada. James ha caminado mucho y nunca se recuperara de su pierna si sigue así, y si nunca se recupera, será más un lastre que una ayuda.