Capitulo 3 : El mercado en la calle Greysen.

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Niccolo se lanzó con el puño en alto. El joven Ebenezer blandió sus nudillos en dirección a la quijada de su oponente, sin embargo este lo burlo en seguida. El rubio respondió asestando una serie de puñetazos, los primeros dos impactaron perfectamente en cada uno de los pómulos de Niccolo, sin embargo antes de que el tercero lo noqueara, Niccolo logro eludirlo moviese hacia atrás. Inmediatamente después, el rubio pateo a los pies de Niccolo con gran fuerza, lo que lo hizo caer sobre su espalda.

El oponente del Ebenezer se lanzó encima de él para comenzar a propinarle una golpiza. Sus puños comenzaron a hundirse efímera y repetidamente en el rostro de Niccolo. El dolor en sus pómulos era intenso. Hacía lo que podía por bloquear alguno de los golpes y se retorcía para tratar de quitarse al rubio de encima. Niccolo esperaba un golpe que lo noqueara en cualquier segundo. Repentinamente, Niccolo escucho un golpe seco, sin embargo este no vino acompañado de ningún dolor en su cara.

Niccolo abrió sus ojos, los cuales había cerrado en los últimos momentos cuando los golpes lo habían comenzado a abrumar. el joven volteo a su derecha confundido. Pudo ver a su rival retorcerse en el piso, tapándose con las manos la cabeza y la cara.

-Espero, tengas una buena razón para pelearte en la entrada de la universidad, Nic. Todas esas personas los vieron y no tardaran en llegar profesores. Vámonos ya. -Dijo James. Un joven de diecisiete años, cabello café y una mirada peculiar que le daba el semblante de una persona a la que nada le podría sorprender. James le tendió la mano a Niccolo para ayudarlo a levantarse. Niccolo volteo a ver a su amigo y con un bufido acepto la ayuda. Tan pronto como se paró erguido, Niccolo volteo a ver al rubio aun retorciéndose en el piso y soltó una patada cargada de coraje, misma que fue a dar justo en las costillas del rubio, quien libero un aullido de dolor y se mantenía en el piso, tapándose su nariz sangrienta y ahora también retorciéndose por la patada de Niccolo.

- ¡Nic! ¿Ya terminaste? -pregunto exasperado, James. Mientras mantenía una mano en la puerta del auto.

-Ya, ya, y no necesitaba ayuda, james. Me lo iba a quitar de encima. -Dijo Niccolo mientras daba la vuelta para subir a su auto.

-Hizo trampa, tenía un Erebo, idiota. No hubieras podido con el de ninguna manera.

-Ya sé que tenía un erebo, imbécil. Lo sabía desde antes de que comenzara a pelearme con él. Y el que lo haya tenido de ninguna manera fue trampa. Tener un erebo es un medio para un fin, y para cualquiera que sea el fin, una persona debe aprovechar todos los medios y recursos a su disposición. -Dijo Niccolo, mientras ambos jóvenes subían al automóvil. Niccolo volteo a ver a sus lacayos que estaban parados a un par de metros del rubio con cara de confusión. Querían saber si podían subir al auto e irse con Niccolo y James antes de que llegaran los profesores; sin embargo, Niccolo les hizo un ademan con la mano indicando que se fueran, a lo que respondieron corriendo torpemente en direcciones opuestas.

Niccolo hecho el automóvil en reversa y salieron de los terrenos de la universidad a toda prisa para evitar que los profesores los vieran.

-Entonces, si ya sabias que tenía un erebo, y tú no consideras que sea trampa pelear usando un erebo con alguna habilidad física; ya que son "medios" para un fin, porque no dejaste que tus lacayos te ayudaran ¿que no son ellos "medios" para un fin, también? -Pregunto james mientras hacía ademanes de comillas con los dedos cada que decía la palabra medios.

-La verdad, es que me deje llevar. Debí haberle partido el rostro en dos desde el principio -Dijo Niccolo exasperado.

-Para empezar ¿porque se estaban peleando?

-Era uno de esos imbéciles que tratan de hacerse de una reputación en la universidad tratando de retarme. Es el tercero con el que he tenido que lidiar desde que entre a la universidad.

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