Capitulo 10 : La estacion de trenes de Kentara.

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La estación de tren de Kentara es un verdadero ejemplo del progreso de la humanidad, un homenaje al avance tecnológico de nuestros tiempos.

Mientras mi chofer y el auto de vapor se alejaban, yo me quedé fuera de la estación admirando su destacada arquitectura. Éste es el producto de uno de los muchos proyectos que he desarrollado como político. Contraté a los mejores arquitectos puesto que la estación representaría internacionalmente a nuestro país, siendo Kentara la capital de Zefest, nuestros dos países vecinos, utilizan este medio de transporte para visitarnos. Debían toparse con algo que sorprendiera a cualquier ojo humano. Era una enorme estructura que había sido construida en su mayoría con vigas de cobre reforzadas con acero y cristales dorados que filtraban la luz del sol hacia adentro de la estación, haciendo que todos los muros recibieran una particular luz amarilla, causando que todo en la parte principal de la estación pareciera estar hecho de oro.

Los paneles tenían una forma hexagonal, y sólo se encontraban en el techo, mientras que los costados de la estación eran de ladrillo rojo, en general la edificación no contaba con la característica forma de un panal, si no que se trataba de un gran círculo del cual se desprendían varios túneles por los cuales llegaban y salían los diferentes trenes, el color del cobre en las vigas y el letrero enorme de "Bienvenidos a Kentara, Zefest" justo fuera de la estación donde yo me encontraba todavía, le seguían dando un toque moderno, dado que el letrero vestía un color rojo carmesí.
El color rojo siempre ha sido característico de nuestro país, nuestra bandera y cualquier letrero hecho por el gobierno debía portar este color.

Después de tomarme un minuto para admirar por fuera la estación, dos automóviles más se estacionaron sobre el lugar exacto en el que se había estacionado hacía unos segundos, el auto en el que yo había llegado.

De cada uno de estos vehículos, se bajaron dos personas vestidas con trajes de policía, portaban chaquetas de piel negras cerradas y la particular tela roja que asemejaba a una pequeña capa y portaban como parte de su uniforme sobre su hombro derecho colgando hasta 5 cms más debajo de donde acababan sus dedos. Sobre la capa roja se encontraba el característico símbolo de un águila con las alas abiertas mirando hacia enfrente en color blanco, era claro que se trataba de agentes de la policía especial de Kentara "Aquilia" y no me sorprendía en lo más mínimo que estuvieran aquí.

-Supongo que fue iluso de mi parte creer que me permitirían salir del estado sin que me siguieran, caballeros.

-Mi señor Ebenezer, nos encontramos aquí para brindarle un servicio de escolta en su viaje, sería inaudito que el gobernador de Kentara viajara sin escolta, puede ser peligroso.

-¿Cómo se enteraron de mi viaje? Solicité extrema discreción a todo el personal que estuviera enterado del mismo.

-Los servicios de inteligencia de Aquilia siempre están a la vanguardia y nuestro departamento siempre está al servicio y las necesidades de sus ciudadanos, especialmente de sus gobernadores.

-Como sea, me acompañarán a un viaje a Triev, visitaré la prisión pero no puedo decirles a qué voy exactamente, de todas maneras eso no afectará su trabajo. -Tras decirles esto, tomé mi baúl, lo alcé, antes de que uno de los cuatro Aquileas lo tomara y crucé el recibidor de la estación seguido de los cuatro centinelas.

Dentro, la característica luz amarilla que provocaban los paneles del techo, bañaron de dorado el enorme recibidor lleno de personas que tenían prisa, todos cargando maletas, unos llegando, unos partiendo pero todos apresurados por llegar a algún sitio. El lugar tenía un piso de cuadros blancos y negros y lo primero que cualquier persona que llegara a ese lugar veía eran cuatro enormes pilares de piedra. En el centro del recibidor se encontraba una estatua de bronce de cinco hombres sin rostro, de rodillas  sosteniendo un enorme plato sobre el que se encontraba una réplica a escala del centro de la ciudad de Kentara. Ésta estatua representa nuestro sistema de gobierno basado en la oligarquía elitista: "Los más grandes ayudarán a los pequeños"  o al menos esa había sido la intención cuando se instituyo el sistema.
Eso fue mucho antes de la actual corrupción que se vivía de parte del gobierno actual. Para mí, alguna vez fue un gran sueño llegar al poder y poder utilizar todo eso a mi favor, sin embargo cambié mis metas y ahora probablemente soy el único que actúa por el bien del país. Es vergonzoso ver esta estatua y pensar que representa a nuestro país. 

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