Una duda más para el montón. ¿De dónde saca el agua caliente?
Decidí darme una ducha, ya que llevaba tiempo sin una y mi cuerpo ya me la pedia. Al terminar de comer Anna le dijo a Hannah que fuera a hablar con ella luego y fue a bañarse. Mis hermanas me imploraron por ropa de cambio y luego de que se las dí, tras Ale decirme "Gracias querida maleta.", fueron a darse una ducha también. En el momento en el que lo iba a hacer, cuando estaba ya sin camisa, me di cuenta que Murmel seguía detrás mío.
-Oye, no tengo problemas con que me sigas, pero debes saber medirte.
-¡O muy bien! Claro claro.
Dijo eso pero no se movió del lugar. Tardé como 10 minutos explicándole a lo que me refería, y cuando se fue, por fin entré en la tina. Que te caiga agua caliente de la ducha, mientras que estás en una tina de hielo es como que la mejor sensación del mundo. Me tomé mi tiempo en la tina para pensar sobre lo que había pasado estos días. Mi vida había dado un bajón repentino con el cual no sabía ni cómo lidiar. Todo había sido tan de golpe, que ni cuando me enteré de lo de mi padre, pude derramar una lágrima. No sentí tampoco tristeza, solo un extraño vació.
Mis pensamientos regresaban una y otra vez hacia mi mismo. Es decir, la versión de mí que encontré en mi subconsciente. Me había dicho que era la personificación de mis poderes, pero por alguna razón no lo veía de esa manera. No parecía nada a algo que tuviera que ver con eso. Aparte, ¿Cómo esas cosas podían tener personificación? Eran simples auras. Era como tratar de encontrarle una forma física a la gravedad. También está el hecho de que tenga mi forma, ¿Porqué? ¿Cómo?
Decidí que debía salir de la tina cuando vi que mis dedos se arrugaron como si fueran pasas. Saqué ropa limpia y me vestí. los zapatos los mismos, jeans distinto pero igual al anterior y una camiseta de dibujos al azar, como si fuera graffiti. Salí del baño y me dirigí a la cocina, para buscar unos bocadillos. La verdad es que siempre he comido mucho.
Cuando llegué, me di cuenta de que no había visto a la pequeña pelota, que creí que se había quedado en mi cuarto.
-¿Murmel? -pregunté en voz baja.
Éste apareció atravesando una pared de las de la entrada.
-¿Llamaba amo?
-No nada. Solo quería saber donde estabas. Y no me digas amo por favor, se siente extraño.
Seguí abriendo cajones mientras la esfera flotante me seguía hablando, era extraño, no encontraba más que envaces casi vacíos de condimentos.
-Mientras esperaba afuera me di cuenta que tu hermana, la del brazo extraño, salía, así que decidí seguirla.
-¿Por qué te gusta seguir a la gente? Seguro tenía calor o algo así. Aunque también es posible que quisiera seguir practicando sin ser regañada... -la idea no me gustó. Dejé de buscar y salí de la casa, miré alrededor, pero no veía nada.- ¿Hacia adonde se fue?
-No tengo idea.
Volteé a verlo, extrañado.
-¿No se supone que lo seguiste?
-Si, pero cuando salió, no caminó mucho y se encontró con otra persona.
Esa idea me estaba gustando menos que la primera.
-¿Se fue con Anna?
-¿Hablas de la mujer con la que han estado viviendo? -asentí.- No, era un hombre. Quizás de la misma edad de tu hermana. Por cierto, le dijo que la iba a ahogar si no me equivoco, o al menos eso entendí.
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Prisión Fantasma
Novela JuvenilLos poderes son algo peligroso. No puedes vivir con ellos sin huir. Primero ser atacados y luego separados. Darse cuenta que aunque la mayoría de la vida a sido dedicada a entrenar, aún se puede ser muy débil ante los peligros del mundo. Kai está ca...