La quiero para mí.

6.3K 299 17
                                    

Está con su amiga, la que la acompañaba en el aeropuerto. Está pálida y, está fumando.
¿Qué te pasa, nena? ¿Porqué te agobias tanto?
Me acerco a la chica y le tiendo mi mano con una encantadora sonrisa, no quiero que me tire algo a la cabeza por hacer sentir mal a su amiga.

-Hola, soy Christian Grey.-le digo educadamente y ella se sonrojada.
Anastasia bufa y yo la fulmino con la mirada.
No es momento de ponerte celosa, nena. Y menos cuando te he seguido hasta el baño.

-Encantada. Soy Kate Kavanahg.-me estrecha la mano amable y veo como Ana se dirige con aire alicaído a la ventana. La abre y se apoya en la barandilla.
Suspiro.

-¿Podrías dejarnos solos?-ella asiente y mira a su amiga unos segundos con cariño antes de salir por la puerta.
Miro a ambos lados.
No hay nadie más y Luke no dejará que nadie entre.
Me acerco a ella y le rodeo la cintura. Es extraño que sólo hayan pasado unos minutos y mi cuerpo ya la necesite.
Está tensa, pero no me pide que la suelte.
Aparto con delicadeza su sedoso pelo y le beso el cuello. Cierro los ojos y disfruto un segundo de esto.
Mi corazón late con fuerza al sentirla otra vez entre mis brazos. Me gusta tenerla así.

-Nena. ¿Qué ha pasado?-apoyo la barbilla en su hombro y contemplo las luces tintineantes de la cuidad. Miro el cigarro entre sus dedos y se lo cojo. Hace años que dejé de fumar, pero estoy un poco nervioso. Le doy una calada y lo tiro.
Ella no dice nada.
Sigue tensa y distante.
-Dime, nena. Quiero arreglarlo.-da un respingo y se gira entre mis brazos. Tiene la mirada triste y cansada.

-No hay nada que arreglar.-me clava sus ojos rojos e hinchados en mí. Maldita sea.-¿Qué?-pregunta.

-Has llorado.-por un segundo, por su mirada pasa un destello de dolor que oculta bajo su pose fría.
¿Qué te han hecho?

-Esto no tiene nada que ver contigo.-claro que no. Yo no soy nada para ella.

-Lo sé. Yo sólo quería tomar algo contigo, conocernos. Me pareces una mujer muy interesante y hace un rato lo hemos pasado bien, ¿verdad?-me mira sorprendida y yo le sonrío con cara de chico bueno. Levanto mi mano y le acaricio la mejilla. Ella cierra los ojos un segundo y sonríe con tristeza.

-Sí, ha sido increíble. Ahora sí puedo decir que eres todo un dios.-bromea y me hace reír. Confiado la abrazo y sus dedos acarician mi mejilla y bajan por mi mandíbula mirándome con fascinación.
-Christian, eres un tío genial, y muy guapo. Cualquier mujer caería a tus pies...pero yo no puedo ofrecerte mucho.-dice con firmeza, pero con una mirada triste.
Me queda más que claro que ha debido de tener una mala experiencia con alguien y que debo ser muy cuidadoso con ella.
¿Desde cuando eres cuidadoso con las mujeres?
¡Calla!

-Acepto lo que sea qué quieras darme.-suspira y cierra los ojos. No.-Mírame.-ella lo hace. Sus maravillosos ojos se fijan en mí llenos de tristeza.-¿Has sentido con alguien lo que has sentido conmigo? ¿Esa atracción, esa...energía que se activa cuando te toco y te azota todo el cuerpo?-ella jadea.
Vamos, Anastasia. Reconócelo.
-Jamás he sentido esto con nadie. Sólo quiero saber qué es y que puede llegar a pasar entre nosotros.-niega y baja la mirada.
¿Porqué?
Es la única mujer con la que he querido algo más y me rechaza. Otra vez.

-No va a ver un nosotros.-sisea con frialdad.-Hemos follado y ha estado muy bien. No hay nada más, ni nada "especial".-entrecierro los ojos cabreado.

-No te atrevas a negarlo. Puedes ser valiente y aceptar la realidad de que lo que hay entre nosotros es especial o puedes seguir siendo una cobarde y seguir escondiéndote bajo esa fachada de mujer fría y calculadora a la que nada le importa.-intenta separarse de mí pero no la dejo.
No me lo he imaginado, lo sé.

Nunca lejos de mi. #Pgreysteele2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora