Tiro suavemente de su mano y abro la puerta de la sala común.
Empalmado y con las peloteas hinchadas entro despacio en la sala.
Esta noche hay muchos actos. Incluso se imparten clases para los primerizos en el mundo del Vondage y del Sadomasoquismo.
La suave luz agudiza mis pupilas.
Huele a incienso y el ambiente está cargado de deseo, se respira en cada esquina.
Aprieto la mano de Ana para cerciorarme que sigue conmigo.
La rodeo con mi brazo asegurándola. No quiero que nadie se acerque y la haga sentir incómoda.
Está muy quieta.
Analiza la habitación lentamente. Permanece imperturbable mientras la gente desnuda o semi desnuda pasa por delante nuestra.
Saludo a algunos conocidos con la cabeza pero mi atención está al cien por cien en Ana.
Su mirada se posa en una mujer desnuda y atada en una cruz de San Andrés.
Kane le estimula los pechos con piel de conejo.
Cierro los ojos e imagino a Ana así.
No me interesa ver esta escena.
Quiero hacerla realidad con Ana.
Mi erección dura palpita dentro de mis pantalones.
Ana mira con verdadera excitación y curiosidad y yo vuelvo a cerrar los ojos y volver a mi sueño en el que ella está atada, caliente y expectante por mí. Su cuerpo entero a mi disposición.
Acaricio su vientre lentamente y ella se estremece.
Pone las manos encima de la mías y las giro entrelazándolas con fuerza.
Ella echa la cabeza hacía atrás disfrutando del espectáculo.
Oh, nena.
Le beso con fuerza la cabeza y le susurro al oído que es preciosa.
Cambia el peso de un pie a otro movimiento el culo imperceptiblemente contra mi erección.
Aprieto los dientes y suelto el aire lentamente.
Veo a Kane cogiendo un látigo de tiras de ante.
Buena elección. Sí sabes usarlo.
Las tiras de diferentes longitudes aumentan las sensaciones en el cuerpo. Se adaptan a cada curva.
Ana se tensa un poco por la expectación, ese látigo impone, pero aquí nadie hace nada sin el consentimiento del otro.
Hundo la nariz pelo de Ana y cierro los ojos.
No me hace falta mirar para saber lo movimientos que hará ese látigo.
Los sigo con mi mente pero estallan en el cuerpo de Ana.
Ella gime y clava su mirada azul zafiro sobre mí: excitada, pidiéndome más.
Le azoto los pechos con suavidad, el vientre. Su piel adopta un suave color rosa claro. Le azoto el sexo y ella explota gritando mi nombre mientras se corre.
Se me seca la boca.
Abro los ojos y y el grito de la mujer se hace eco en la habitación soltando con fuerza su orgasmo.
Miro a mi chica que está fascinada y se humedece los labios. Aprieta mis manos.
Se gira y nuestras miradas quedan ancladas en las del otro.
Está excitada, le ha gustado. Por lo menos no ha salido corriendo.
Ana es una mujer de mundo.
Su ávida mirada se pasea lentamente por la habitación. Su expresión cambia lentamente a cauta, incluso detecto tristeza.-Nena...
-¿Tú has participado en esto?-las palabras salen de su boca como si le quemaran.
Mierda.-Si. Pero hace mucho tiempo que no lo hago.-ella parece tranquilizarse con mi respuesta y se gira volviendo a mirar la escena.
Esa mujer está desatada, Kane, Héctor y Arnoldo la rodean.
Ella me dedica una mirada sexy y caliente humedeciéndose los labios.
Cada uno de ellos toma un lugar determinado de su cuerpo dispuestos a darle y recibir placer.
Arnoldo, un chulo de playa, moreno y con un aire enigmático que les encanta a las mujeres mira a Ana mientras acaricia los pechos de esa mujer.
Ana se remueve mirando la escena y yo siento como los celos se apoderan de mí.
Quiero que se excite conmigo. Mirándome a mí.-Vámonos, esto no es para nosotros.-asiente y coge mi mano.
Lili se contonea hacía mí completamente desnuda. Sonríe con sensualidad.
Ana intercepta su mano antes que toque mi cuerpo y ella la mira con los ojos como platos.-No le toques.-dice en voz baja.
Ana la mira con una frialdad aterradora.
Mi chica ha sacado las uñas.
Lili la mira con rabia pero se da la vuelta y se va por donde ha venido.
Rodeo los hombros de mi chica y le beso la cabeza.
Quiero hacerla mía.
Quiero demostrarle que nadie la hará sentir como yo y que soy completamente suyo.
Cierro la puerta de la sala común y en un segundo arrincono a Ana contra la pared.
Invado su boca con pasión y ella me abraza con fuerza. Corresponde mi beso con lujuria, con un deseo abrasador que me hace arder por dentro. Gime y se abre de piernas para mí.
Soy yo quien apagará su fuego.
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Nunca lejos de mi. #Pgreysteele2019
FanfictionChristian Grey, es el multimillonario, Playboy más codiciado de Seattle. Pero para Christian su vida de soltero da un giro de 360 grados cuando conoce a su media naranja, Anastasia Steele. Una mujer dañada por su pasado y cerrada al amor. Un trágico...