Armando un plan.

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Abro los ojos y la luz me apuñala la cabeza.
Mierda.

-Nena.-tanteo la cama vacía.
Abro los ojos de golpe al notar que no está y porque y me levanto de golpe.
Oh, joder.
El estómago se me revuelve y voy hacia el baño y vomito.
Me arrodillo en el suelo abrazado al inodoro mientras mi cuerpo se convulsiona una y otra vez, revolviéndome en mi miseria mientras los acontecimientos de la noche de ayer me golpean la cabeza.
Me tambaleo como un puto zombi hasta la ducha y abro el grifo dejando que miles de gotas heladas me apuñalen el cuerpo.
Aprieto los dientes con fuerza.
¿Cómo estará, Ana?
¿Que estará haciendo?
¿Dónde pasó la noche?
Quiero llamarla. No, quiero verla.
¿Y si renuncio a todo y nos largamos?
No, Grace me denunciaría y tendría que enfrentarme a la pena de cárcel.
Mejor que vivir este infierno es.
Tengo que hablar con mi abogado.
Me ducho a toda prisa y me visto.
No me entretengo. Cojo lo que primero pillo.
Vaqueros, camiseta y zapatillas.
Mientras me pongo los bóxers veo toda la ropa de Ana colgada en el estante.
Aprieto los labios con rabia.
Pagaras por esto, Grace. Lo juro.

La mesa de reuniones de mi estudio en casa está llena de mi gente de confianza.
Jason, Luke, Barnie y mi abogado, Tomas.

-No puedo acceder al servidor de Grey House, señor. Todo está bloqueado.-dice Barnie.
La miro incrédulo.

-¿Que te ha dicho Welch?-sospecho claramente de él. Tenemos que asegurarnos para no levantar sospechas.

-Que está trabajando en nuevo sistema anti-virus que bloquea el servidor cada equis tiempo. Que vuelva a inténtalo más tarde.-dice mi mejor informático.-Todo me ha sonado a trola, señor, si me permite decirlo.

-Si no accedemos a los archivos no puedo saber el alcance del daño hecho.-dice Tom.

-Yo no puedo averiguar quien hizo los desvíos ni rastrear las IP.-me froto los ojos.
Tengo un grandísimo dolor de cabeza.
Gail entra con café y me pasa un par de ibuprofeno.
Sonrío agradecido.
Al salir, Taylor cruza una mirada rápida de complicidad con ella.
-Todo lo que hagamos en estos momentos los pondrá en alerta. Y, señor, acabo de recibir la confirmación de que su móvil y su portátil están pinchados.-me tenso y miro el móvil con el ceño fruncido.

-¿Cambio de móvil?-le digo.

-Los alertaría. Ahora que su madre se ha descubierto deben de tener las espaldas muy bien cubiertas. Si hacemos algo ellos pueden actuar más rápido que nosotros.

-Madre mía.-murmuro.
Taylor mira algo en el móvil y frunce el ceño.

-Señor, acaba de llegar al edificio una mujer preguntando por la señora Grey. Se llama Diana Kent.-sigue pasando el dedo por su móvil y yo trago el nudo amargo que se me forma en la garganta al mencionar a mi esposa.
Quiero mandarle un mensaje pero rápidamente lo descarto cuando recuerdo que tengo el móvil pinchado.
-Es una informática, de nacionalidad española.-frunzo el ceño.
¿Informática?
¿Preguntando por mi esposa?

-Súbela aquí. Quiero hablar con ella.-no me fío de nadie.
Taylor se pone de pie y sale rápidamente por la puerta.
-Barnie, ¿qué podemos hacer con lo del servidor?-pregunto.

-Todos los intentos que haga tienen que ser desde fuera. Montaré un equipo desde mi casa.

-Luke, haz una investigación exhaustiva de Welch, quiero saber todo. Si ese hijo de puta está involucrado en todo esto que se prepare.-aprieto los puños con rabia.

-Señor, le aconsejo que se mantenga tranquilo. No les de ningún motivo para hacerlos actuar. No sabremos exactamente a cuántos fraudes nos enfrentamos hasta que accedamos a los archivos de Grey House, pero solo con lo que hay aquí...-me tenso.-Solo con estos delitos podría enfrentarse a una condena de entre quince y veinte años de cárcel. Eso usted, su mujer...-me quedo helado.-Penalización económica de unos diez o doce millones de dólares, y una condena entre veinte y cuarenta años de cárcel.-dice sin despegar los ojos de sus papeles y yo siento que el suelo se abre bajo mis pies.
Dios mío, no.
No puedo. No puedo con esto.

Nunca lejos de mi. #Pgreysteele2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora