-Estoy seguro, hermano.-dice Elliot a través de la línea.
-Pues entonces no lo dudes un solo segundo. Por qué, seamos sinceros Elliot. ¿Con cuantas mujeres hemos estado?-bufa.-Ninguna de ellas nos llamó la atención lo más mínimo como ellas.-le digo.
-Es verdad.
-¿Crees que hay por ahí muchas más cómo ellas?-no lo veo pero sé que niega al teléfono.-Mujeres así sólo se presentan una vez en la vida. Hay que echarle huevos e ir a por todas.-a través de la línea noto sus nervios. Quiero reírme de él un poco, él lo hizo conmigo. Pero algo me lo impide. Soy el hermano mayor y tengo que mantener el tipo.
-Ya, pero y si dice que no.-bufo.
-No va a decir que no.-le digo confiado.
Rubia no me falles. Rezo mentalmente.
-Hazme caso. Esa mujer está locamente enamorada de ti.-suspira.-Vale.-dice y contengo la risa al oír a nervios de acero con la voz entrecortada por el miedo.
-De todas formas si no ha salido corriendo ya al oír tus ronquidos y habiendo soportado el asqueroso tufo de tus pies, creo que vuestro amor lo ha superado todo.-no puedo evitarlo, me echo a reír ante su grito ahogado.
-¡Eres un capullo! ¡OGG!-gruñe y yo río más fuerte aún.-Mira quien fue a hablar, que se casó sin que la novia lo supiera.-dice.
-Sí, pero Ana me ha dicho ya que sí. A ti te pueden tirar las zapatillas de deporte malolientes a la cabeza.-echo la cabeza hacia atrás a carcajada limpia.
-¡Que cabronazo eres!-me grita.-Menos mal que me libro por lo menos de los comentarios de Ethan.-asiento secándome una lágrima.
Ay, me duele la barriga de reír.
No he podido aguantarme.-Venga, cagueta. Luego nos vemos en la casa de Ray y Carla.-siento su sonrisa.
-Claro. Tengo ganas de ver a esa pequeñaja.-sonrío.
-Y yo. Os vemos luego, hermano.
Gail entra y deja un café humeante en la mesa.-Eres un sol, Gail.-le digo con una sonrisa de chico bueno y a ella se le iluminan los ojos.
-Que zalamero eres.-dice con una expresión cálida.
Taylor y Luke entran detrás de ella y toman asiento.-Buenos días, señor Grey.-saludan.
-Buenos días, chicos. Sentaos.
-El señor Hyde a abandonado la cuidad, señor.-me comenta Taylor.-Ha vuelto a Nueva York. Tendremos un ojo encima de él por lo que pueda pasar.-asiento.
-Bien. ¿Welch sigue sin encontrar nada acerca de Grace?-pregunto y él niega. Miro a Luke y éste frunce los labios.
-Tiene que tener a alguien que le guarde muy bien las espaldas.-murmuro.-Podemos abrir una investigación nosotros por nuestra cuenta, señor. Sin que nadie de la empresa esté involucrado.-propone Luke y Taylor asiente.
-Es raro que Welch no haya encontrado nada.-dice Taylor con la mirada pensativa. Sus ávidos ojos oscuros pendientes de todo y desconfiados por que hay algo en toda esta situación que se nos escapa entre los dedos.
Suspiro.-Haced lo que podáis. Tal vez tengamos suerte y encontremos algo.-digo desanimado.
Si hay algo en contra de Grace, lo tiene bien guardado debajo de la alfombra.
-Esta tarde solo necesitamos a uno de vosotros. Solo iremos a casa de mis suegros para comer.-ambos asienten.-Saldremos en cuento Ana termine de arreglarse. Eso es todo.
Rápidamente se ponen de pie y salen por la puerta.
Me reclino en la silla de mi estudio y giro la taza de porcelana que tengo en la mano.
Un estremecedor escalofrío me recorre la nuca bajando por mi espalda.
Muevo el cuello tenso de un lado a otro.
Demasiadas cosas. Demasiada tensión.
Por la cabeza la idea de que coger a mi esposa y salir pitando de aquí unos días pasa por mi cabeza. Pero, lamentablemente no podemos.
En estos días es la fiesta de aniversario de Grey House y tenemos que estar presentes.
Ana está mucho mejor. Ayer tuvo una sesión con Flynn por la tarde y salió muy relajada y más contenta.
Está de acuerdo en seguir viéndolo y eso es muy buena señal. Flynn nos aconsejó hacer un poco de terapia de pareja y ambos estuvimos de acuerdo también. Poco a poco saldremos de esto.
Solo tengo que mantener alejada a Grace. Solo de pensar en lo que es capaz de hacer me dan escalofríos. Y, ahora que lo pienso. Desde su último enfrentamiento en mi oficina, está muy callada. No he vuelto a saber de ella. Ni me ha llamado.
Vuelvo a girar la taza y le doy un sorbo a lo que queda de café.
No me fio nada de Grace. Ni un pelo.
Ana está muy vulnerable en estos momentos y sé que aprovechará eso para atacarla.
Mi Ana.
Mi mujer de hielo impenetrable, pero a la vez tan frágil y vulnerable.
Atrás han quedado los días de esconderse de mí, de querer huir, de tapar su dolor, de su miedo.
Ahora estamos juntos en todo esto. Ahora somos uno y voy a ayudarla en todo. Para consolarla cuando llora, para hacerla sentir querida, amada, deseada.
Sus palabras de ayer en la ducha me calan en el alma produciéndome frío.
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Nunca lejos de mi. #Pgreysteele2019
FanficChristian Grey, es el multimillonario, Playboy más codiciado de Seattle. Pero para Christian su vida de soltero da un giro de 360 grados cuando conoce a su media naranja, Anastasia Steele. Una mujer dañada por su pasado y cerrada al amor. Un trágico...