Jason nos deja en el parking de Grey House y subimos en mi ascensor privado a su planta.
Está muy pálida y está helada.
La abrazo con fuerza acariciando su espalda con ambas manos para calentarla.-¿Comemos juntos, nena?
-Me encantaría.-sonríe con la cara iluminada.
Pienso comer con ella todos los días, ni los almuerzos de trabajo van a impedir que estemos juntos, es una de las ventajas de trabajar juntos.
El ascensor sube demasiado rápido y ella enreda los dedos en mi pelo y me sumerge en un beso apasionado en el que me da todo de ella.
Mis manos vuelan a sus estrechas caderas y la atraigo a mí clavándole los dedos en la piel.
Sus manos bajan por mi cuello acariciándome y me empuja con suavidad al llegar a mi pecho.
La miro aturdido, con ganas de más y entonces me doy cuenta que el ascensor a llegado a su planta y las puertas están abiertas.
Vaya.
Suspiro.
Si así van a ser todos sus besos de despedida que Dios me pille confesado.-Te espero para comer, campeón.-me dice con esa voz sensual y ronca que incita al pecado. Sonrío exultante.
-Cuenta con ello, nena.-sin poder evitarlo la la beso con fuerza a la vez que la levanto del suelo agarrándola del trasto.
Se ríe.
-Eso es todo, señora Grey.-me dedica una expresión radiante de ojos brillantes y mejillas arreboladas.
Está preciosa.
Las puertas se cierran dejándome una última panorámica del vaivén de sus caderas y ese maravilloso culo al que le haría...
Frunzo el ceño.
No. No le haría nada.
Siento como mi ánimo decae por segundos.
Cierro los ojos y recuerdo nuestro encuentro en el club. Ella no puso quejas ni pareció importarle. Todo lo contrario.
Nunca he sentido a Ana cohibida en lo que al sexo se refiere.
A lo mejor tengo yo más miedo que ella.
Pero no quiero crearle recuerdos dolorosos. Yo no le haría daño. Jamás.
Suspiro.Tomo asiento detrás de mi mesa y enciendo mi iMac.
Rápidamente Luke pide entrar.
Frunzo el ceño.-¿No se supone que hoy es tu día de descanso?-le digo cuando entra por la puerta.
-Señor, esto no podía esperar.-mantengo mi porte recto y erguido mientras le hago un ademán con la mano para que continúe.
-El señor Hyde está en la ciudad, señor.-siento como la rabia se apodera de mí. Aprieto los puños con tanta fuerza que me hago daño.
-Hemos interceptado llamadas y mensajes al teléfono de la señora Grey, señor. Ella las ha rechazado todas. Quiere verla, señor.-doy un puñetazo en la mesa.
No es que no esperara que viniera, sabía que en cuanto atara cabos vendría, pero no por ella. No por ella.-Quiere verla...-claro que quiere verla.
Hijo de puta.-Taylor está en la planta de la señora Grey.-
Maldito hijo de puta.
Cierro los ojos y me pellizco el puente de la nariz.-Que no se mueva de allí. Que no la pierda de vista.-asiente.
Siento ahora mismo muchas cosas, muchas. Rabia, odio, desprecio, pero las que más me abruman son el miedo y los celos.
¿Cómo reaccionará Ana cuando lo vea?
¿Seguirá sintiendo algo por él?
Ha rechazado sus llamadas.
Ella dijo que no lo quiere, pero...
-Tenedlo vigilado, Luke. No quiero que ese cabrón se acerque a mi esposa.-lo mataré si lo hace, y no hablo por hablar.-Ya he mandado a alguien. Nos dará un reporte dentro de media hora.-asiento y me tapo la cara con las manos.
-Buen trabajo, Luke.-le hago un ademán con la mano despidiéndolo.-Mantenme informado, por favor.
-Descuide, señor.
Le mando un sms a Taylor y rápidamente me confirma que Ana está bien y en su despacho trabajando.
Suspiro.
Cuantos frentes abiertos.
Grace, Leila, Ethan y Mía. Ese hijo de puta que quiere ver a Ana.
Me froto la cara con frustración y me tomo un ibuprofeno. Me duele la cabeza.
Durante gran parte de la mañana me centro en el trabajo. Pronto será la hora de comer y podré ver a mi esposa.
De pronto, un murmullo agitado se escucha afuera.
Frunzo el ceño.
Las puertas de mi despacho se abren y Grace entra colérica, tras ella, Leila con una patética cara de cordera.
La sangre me entra en erupción de golpe.
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Nunca lejos de mi. #Pgreysteele2019
FanficChristian Grey, es el multimillonario, Playboy más codiciado de Seattle. Pero para Christian su vida de soltero da un giro de 360 grados cuando conoce a su media naranja, Anastasia Steele. Una mujer dañada por su pasado y cerrada al amor. Un trágico...