Nunca lejos de mi. #Pgreysteele2019

¿Quieres ser mi amante?

Los chicos me rodean los hombros.
-Me gusta esa chica, hermano.-dice Elliot mientras me llevan de vuelta a la barra.-Te está haciendo sudar la gota gorda.-se ríe.
Niego incrédulo.

-Se supone que debéis estar de mi parte.-refunfuño.

-Tienes razón. Estamos de tu parte. Entre hombres tenemos que ayudarnos.-dice Ethan.
-Pasa de ese culo, bro. Los hay a montones como esos. Vámonos al club y nos buscamos a alguna mujer caliente a la que poder...

-¡Cállate, tío!-le digo saliendo de su agarre. Elliot le empuja y él se echa a reír.

-Era una broma, chicos.-levanta los brazos desarmado.-Una mala broma.-se ríe.

-Este tío es un caso. Deja, deja que tú te pilles por una chica.-dice Elliot y a Ethan le cambia la cara.
Frunzo el ceño y le miro.

-Venga, vamos a buscar a las chicas antes de que algún idiota se les acerque.-propone Ethan saliendo del momento tenso.

Las encontramos en la terraza.

-Vaya, vaya. Pero si están aquí las mujeres mas guapas de todo Seattle.-dice el adulador de mi amigo rodeando los hombros de Mia y de Ana.
Los ojos de mi hermana brillan y puedo ver como se derrite en sus brazos.
Cruzo una mirada con Elliot y este me guiña un ojo.
Tiro del brazo de Ana y la atraigo a mí rodeándola con mi brazo.
Ella se deja hacer.

-Cada oveja con su pareja.-dice Elliot rodeando a Kate y besándole la mejilla.

-¿Nos estas llamando ovejas?-le dice Mía y Kate le codea las costillas.

-Sí, ovejas disfrazadas.-dice mi chica con malicia.
-Debajo de tanta lana somos unas lobas feroces con grandes dientes y uñas afiladas.-me yergo cuando sus uñas me arañan la espalda por encima de mi camisa.
Elliot y Ethan me miran con los ojos como platos.
Miro a mi chica y esta besa el dorso de mi mano que cuelga de su hombro.

-Vámonos, Kate. En casa tengo una afeitadora.-me echo a reír.-Lo digo enserio, corderito.-Kate sonríe encantada y le rodea el cuello para besarla.
Me gusta ver a mi hermano feliz.
Ethan sigue abrazando a mi hermana y ella le sonríe radiante.

-Estábamos tomando el aire y comentando lo bien que salen mi hermano y Ana en la revista.-comenta Mia.
Oh, sí.
La noticia de Ana y mía.
La miro y ella sonríe, no parece que le importe mucho que haya una noticia nuestra pululando por internet.
El broche de oro fuese sido que hoy nos fotografiaran juntos aquí, pero he estado lento y mi madre se me ha adelantado.

-¡Anastasia Rose Steele!-nos sobresaltamos al grito de Carla Steele y Ana da un paso al lado saliendo de mi agarre y esconde el cigarro que tenía en la mano.
-¿Estas fumando?-dice incrédula.-Se lo diré a tu padre.-intento no sonreír.

-¿El qué?-Ray aparece por detrás.
Oh, vaya.
Cojo el cigarro de la mano de Ana y lo tiro disimuladamente.

-Mira, que panda, Ray. Todos fumando.-abre la boca exageradamente pareciendo asombrado.

-Esto no me lo esperaba de vosotros.-niega con fingida desaprobación.
Aprieto los labios para no reírme.
Ray y Carla son geniales.

-Oh, vamos, papá. Si tú me enseñaste a fumar en pipa.-le dice Ethan y Carla grita horrorizada.

-Y a mí me regaló un mechero con mi nombre grabado.-dice mi chica y Ray le hace una señal de cortarles el cuello como no se callen.
Carla fulmina a su marido con la mirada y este se encoge como un corderito.
El magnate de la telefónica, un hombre al que he visto hacer temblar a toda una mesa con los ocho hombres más importantes del país se encoge ante la mirada seria de su mujer.
Me río internamente.
Bueno, yo no soy precisamente el hombre dominante que he sido siempre.
Esta mujer me ha cambiado por entero, y la verdad, me gusta.
Daría lo que fuera por ella y haría lo que sea por tenerla por que la amo.