El de siempre.

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Dejo que el agua caiga por mi cuerpo mientras pienso en mi agenda de hoy.
Tengo un día apretado y por la noche una reunión con Gia.
Hace tres días que ella se fue. Tres días de abatimiento y desolación.
Pero eso se acabó.
He hecho grandes esfuerzos para no llamarla, para no mandarle ningún mensaje y para no plantarme en la puerta de su casa.
No voy a buscarla más.
No pienso sufrir más de lo que ya lo hago.
Me seco rápidamente y me visto con unos de mis trajes más favorecedores.
Durante estos días he ignorado las llamadas de Elliot y Ethan. No quiero hablar de ella, bastante tengo con tenerla en mi cabeza a todas horas, con soñar con ella, con imaginarla a mi lado...
Para para, Grey.
Suspiro.
Ignoro mi imagen y me centro en terminar de vestirme.
Mientras me anudo la corbata azul y el reflejo de sus ojos me viene a la mente.
Esos preciosos ojos azules llenos de deseo que me vuelven loco.
Cierro los ojos con fuerza.
No pienses en ella.
No puedo evitarlo.
Mierda.
Me siento desplomado en la cama frotándome la cara.
¡Esto es una mierda joder!
Me levanto de la cama y voy a la cocina donde Gail me pasa una taza de café.

-Buenos días.-dice con cautela.
Sé que que estos días he sido muy voluble. Mis estados de ánimo han sido una mierda desde que ella se fue.
Podías haberla parado.
No. ¿Para qué?

-Buenos días, Gail. Hoy no desayunaré aquí. Lo haré en la oficina.-ella asiente dándome una mirada maternal.

-De acuerdo, pero desayuna bien, por favor.-asiento como un niño bueno y ella sonríe ampliamente.

En el coche recibo una llamada de Gia.

-Buenos días, Christian.

-Buenos días, Gia. ¿Qué tal estás?

-Muy bien, cariño. ¿Sigue en pie nuestra reunión?-dice con esa voz melosa que encierra promesas lascivas.

-Claro. Nos vemos a las ocho.

-Ven a casa. Te prepararé tu plato favorito.

-Bien. Adiós, Gia.-digo sin expresión y sin vacilar cuelgo.
Un sentimiento de traición cruza fugaz por mi pecho pero lo corto en seco.
No me permitiré sentirme culpable.
Ella no es nada mío y yo puedo hacer lo que quiera con quien quiera.
Yo quise darle todo y ella cogió mis sentimientos y los tiró a la basura.
Tengo que volver a mi vida, ser el de siempre y dejar atrás este absurdo enamoramiento que no me ha llevado más que a sufrir.

En el coche atiendo dos importantes llamadas antes de llegar a la empresa.
Luke abre mi puerta y bajo.
El imponente edificio, sede de mi empresa, se alza a mis pies majestuoso y sobrio.

El imponente edificio, sede de mi empresa, se alza a mis pies majestuoso y sobrio

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Nunca lejos de mi. #Pgreysteele2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora