conociendo mi nuevo hogar segunda parte

1.4K 86 5
                                    

Le dije que me había encantado, lo trate de decir seriamente pero, la excitación en mi tono de voz me delató, me agarró del cabello y me beso en la boca, un beso juguetón, a lo francés, lazaba mi lengua con la suya, eso provocaba un delicioso hormigueo en mi entrepierna y pude sentir mi humedad escurriendo, me deslizaba sus fuertes manos por mi espalda, trasero y parte de mis piernas, no seguimos porque, según Gabriel, no era momento todavía de sexo, hasta que quedara todo perfectamente claro, las presentaciones hechas, etc...
Ya era tarde y Adrien no estaba según esto, aunque a mí me había parecido ver un niño en la casa, quizás lo había alucinado, producto de mi emoción y del sueño, no sé.
Al día siguiente nos levantamos temprano, me vestí con mi terno violeta, una camisa blanca, mis zapatos de tacón, y Gabriel se había puesto unos pantalones rojos, saco blanco, chaleco, camisa y gazne en los mismos tonos. Nos plantamos en la estancia, poco después bajo Adrien para esperar a su institutriz.
Aprovechamos la oportunidad para hacer las presentaciones pertinentes.
- Adrien, te presento a Nathalie, mi nueva asistente, ella cuidara la casa, tu horario, tus comidas, cosas de la casa y, te pido que le obedezcas y seas cortes. A su tiempo ella fungirá también como tú institutriz. Cualquier cosa que ella necesite, si está a tu alcance decirle, hazme el favor.
- Si padre.- Dijo el niño, con una sonrisa cauta y una voz solícita. Era un niño encantador, rubio, de ojos verdes, hermoso. Prometía ser un Adonis adolescente.
Pronto reunió al personal y les dijo.
- Mademoiselle Sancoeur tomará mi lugar en mi ausencia, por lo que les exijo el mayor respeto y servicio, ella será algo así como mi lugarteniente.
Madame LeBlanc, me gustaría que entre Nathalie y usted organicen los menús de la semana para presentárselos a Louis. Monsieur Couleur se encarga de los jardines, el ya sabe cómo cuidarlos pero, de todas formas no está de más vigilar. Necesito que me digas, Nathalie, si quieres algún cambio para tu habitación.
- Si Gabriel. Mira quiero que se quede en los tonos en que está pero, quiero un cuadro del póster de Lolita de Kubrick, otros de Dominique Swain y Marilyn Monroe. Quiero un equipo de sonido, colchas en tono rosado pálido, quiero que siempre haya Lilis y Rosas Blancas, deseo tener una sala en tono rojo, una alfombra mullida blanca, que la puerta de mi armario también tenga espejo, y en el baño deseo que haya motivos marinos. También quiero un cuadro grande del Desayuno de los Canoeros de Renoir.
- Muy bien, Nathalie, siendo así, date una vuelta por Paris Beaugrenelle, cómprate ropa, cambiate el look, o lo que quieras, cuando regreses tus órdenes serán cumplidas.
Y cuando regreses quiero que comiences con los diseños de lencería que te encargué, y quiero verte en mi oficina. Necesito hacer unos planes contigo.
Asentí y fui a alistarme para dejar libre mi habitación.
Fui a Paris Beaugrenelle, a tomar un helado, a comprar mucha ropa, shampoo, cosméticos nuevos, cosas para la ducha, perfumes nuevos, al regresar llevaba tantos paquetes que, parecía que me había comprado medio París.
Regresé a las 7 de la noche, justo a la hora que Gabriel iba a llegar ese día. Mi habitación no había quedado totalmente seca ni dispuesta así que tenía que dormir en otra. Gabriel sugirió que esa noche durmieramos juntos, si, pero solo dormir. Yo me moría sinceramente por ya tener intimidad con el.
Los planes que íbamos a hacer serían para el primer encuentro. Estábamos a 16 de abril. El encuentro lo fijariamos para el 28 del mismo.
- Ese día haremos esto, mandaré a Adrien a un campamento de tres días al que asiste a veces, tendremos la casa para nosotros solos, quiero que organices una cena especial para ambos, después iremos a la terraza. Recuerdas que te ordené hacer la lencería de mariposa?
- Si.
- Ese día la usarás para nuestro encuentro. En si, la lencería que te pedí diseñaras, la harás para nuestros encuentros, yo te asignare la temática que quiera y tu la harás. Ninguna deberá ser igual a la otra o serás acreedora a un castigo. Si haces las cosas bien te premiare, así mismo me iré haciendo de un arsenal para jugar contigo mi dulce Nathalie.
- Jugar?
- Sí, Jugar...
- No entiendo.
- A su tiempo entenderás cariño. Todo a su tiempo...

La muñeca de Gabriel (Finalizada De Momento)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora