La muñeca de Gabriel (Finalizada De Momento)

Volviendo a la realidad

Nuestro corto viaje a África ya había tocado a su fin. Regresamos a París y, aún teníamos tres semanas para los dos. Nada más llegar fuimos a ver una puesta de ballet que había en la Académie Royale de Danse, estaba la puesta en escena de El lago de los cisnes, al salir fuimos a casa, Gabriel sugirió que durmieramos juntos, pero yo, acabé velando un momento su sueño porque no podía dormir. De verdad amo a Gabriel, y a Adrien ni se diga. Pero y si Adrien no aceptaba lo nuestro? Y si todo se nos pusiera en contra? No quería más días amarillos como la mala suerte, desde que empezamos nuestra relación, mis días fueron anaranjados como la risa, y rojos como la pasión, no quería ser la chica bonita pero salada. No lo quería perder. Pensar en eso me hacía llorar. Gabriel me escuchó.
- Nathalie, qué pasa? Porqué no has dormido?
- Nada, amor, no es nada.
- A mí no me engañas, has llorado. Algo te preocupa, pero sin importar lo que sea yo defenderé nuestro amor, si lo que te preocupa es que se pierda, yo te amaré y haré que quien no esté de acuerdo respete nuestra unión, yo no te dejaré ir pase lo que pase, y si llega a haber algo casi irreparable, lo haremos funcionar. No llores mi amor. No llores Nathalie, me rompe el corazón verte así.
No cabía duda, no solo me conocía a la perfección, sino que nuestro amor era real. Nadie nos quitaría esto. El y yo nos pertenecíamos.
Con este pensamiento, recordé a una bella señorita cabalista, que conocí en el instituto, ella estudiaba diseño como yo. Ella en sus múltiples e interesantes conversaciones sobre el alma, los chakras, el karma y vibraciones me había dicho:
- Antes de bajar a la tierra, cada humano ya tiene su otra mitad. Ya tenemos nuestro destino trazado, a veces tardamos en encontrar a nuestra contraparte poderosa, nuestro complemento, pero cuando llega, no se va. Escúchame bien, Sancoeur, tu contraparte ya llegó, está cerca de ti. Tendrán varias dificultades pero, su amor es tal, que las vencerán. Y acabarás casada con el. Me dices lo que quieras si no es cierto.
Aun frecuentaba a esa chica. Y le conté lo de Gabriel y mis inquietudes, y pedirle consejo para saber lidiar con la diferencia de edades, con las maledicencias, el qué dirán y las intrigas. Ella solo me dijo.
- A ti te rodea en tu aura, un pavo real, a su tiempo, esa figura, te ayudará a eso y mucho más, pero úsala con inteligencia, pues son poderes superiores, antiguos secretos orientales, son fuerzas de otro mundo, pero saldrás avante. Solo confía más en ti. Eso necesitas, Sancoeur.
Hablaba de Duusu. Mi hermosísimo Kwami. Solo esas palabras necesitaba. Solo requiero confianza en mí misma.
Tranquila con esos pensamientos, me quedé dormida. Al día siguiente, me desperté muy temprano, desde que llegué a la mansión Agreste, era una servida, así que quería ver si no había perdido mis dotes culinarias. Empecé por preparar codornices en salsa de azafrán. Eso sería para el mediodía, acompañados de pasta de tornillo a la mantequilla, y para el desayuno, hice unos brownies de chocolate, con cobertura de chocolate semiamargo, y unas malteadas de fresa silvestre con blueberry y notas de yogur. Hice también helado casero de matcha, con una guarnición de kiwi y uva blanca.
Lleve dos brownies para cada uno, una copa de helado para cada quién, y unos hermosos vasos largos para malteada con mi batido perfecto.
- Buenos días, Mariposa, de donde sacaste este desayuno tan bueno ah?
- Yo lo hice Gabe.
- No sabía que tú supieras cocinar. Déjame dar el visto bueno.
Le dio una mordida al brownie, un sorbo a la malteada y probó el helado.
- Todo estuvo exquisito, Quizás debas cocinar tú de vez en cuando.
No me representaba ninguna molestia, si a Gabriel le gustaba mi comida, creo que no estaría mal.
Terminamos de desayunar y nos empezamos a preparar para ir al estudio de diseño. Queríamos verificar que todo estuviera en perfecto orden. Gabriel se reuniría con los inversionistas y las firmas participantes, y yo con los sastres, las modistas, las accesoristas, los joyeros y con las modelos invitadas. Programe sesiones de fotos tanto por separado como en shooting para las modelos y los chicos que participarían, les tomé medidas, llame a las Make Up Artists, y confirmaron sus respectivas asistencias. Terminamos de trabajar hasta las 8 de la noche. Así que la comida del medio día fue más o menos a las 8 30. Gabriel estuvo encantado con las codornices y la pasta, los cuales servimos con vino rosado de Napa Valley. De postre comimos nuevamente el helado de matcha, y posteriormente fuimos según esto a dormir. Durante los días que Adrien estuviera fuera, estaríamos durmiendo en su pieza, ya regresando el, yo a mi pieza y Gabriel en la suya. Quizás seguiríamos con encuentros, pero volveríamos a la clandestinidad de la terraza. En cierto modo me encantaba tener esta libertad para amarlo y besarlo a mi placer, pero me resultaba romántica la idea de que fuera a escondidas.
Llegaron las semanas idílicas a su fin, y fuimos al aeropuerto por Adrien, el cual nos recibió un poco más cambiado y hasta feliz, lo llevamos a casa y comimos los tres juntos. Como había que guardar un poco de distancia debido a que el niño ya estaba ahí, me entretuve acomodando de nuevo el horario, reanudando sus clases, sus cursos, y programando de nuevo sus sesiones de foto en París.
A las 9 subimos Adrien y yo para contarle el cuento del día, y ya que lo deje dormido, Gabriel y yo nos encontramos en la puerta de mi recámara.
- Ya moría por besarte, Nathalie.
- Y yo. Demonios, la adrenalina de ser sorprendidos creo que nos hará bien.
- Ya lo creo. De vuelta a la realidad mi amor.
- Bienvenido a ella Gabe.
Nos despedimos y me acosté a dormir. Nos esperaba la realidad, pero con amor y seguridad a espuertas.
Pronto sería el cumpleaños de Adrien, así que ya estaba yo planeando ir con el a Marneè la Valle, al Disneyland francés. Apuesto mi vida que le encantará. De mi dependía que Adrien fuera feliz también. Más que su horario, me interesaba que el estuviera bien. Ya lo quería. Era ya una parte de mi. Así como su padre.