La muñeca de Gabriel (Finalizada De Momento)

Duusu, te necesito.

Desgraciadamente, pese a todo el amor que nos tenemos, nunca falta la nota negra en una perfecta melodía.
Como la agencia se refrescaba cada cierto tiempo, tuvimos que realizar un par de castings, ya que, Mensuel, nos había pedido dos de las más lindas modelos adolescentes, y que nos encargaremos de los atuendos. Una de ellas ya estaba elegida, era una joven asiática llamada Kagami Tsurugi, pero faltaba alguien más, Gabriel había dicho que Marinette fuera la que realizara el casting, todos estuvimos de acuerdo pero, la niña dijo que no.
- No Nathalie, yo soy un desastre, soy súper torpe, no sé modelar y no soy asi como tú, toda alta, gigantesca, con labios carnosos y piel bonita.
- Marinette, yo no siempre fui como tú me ves.
- Pero seguro más bonita que yo sí. Chloe tiene razón. Soy una niña poca cosa. Seguro después Adrien me cambia por ella o por otra.
- No creo, Mari, desde que te conoció en Marneè se enamoró de ti.
- Te creo. Pero aún así no, me da mucha pena. Si quieres yo te colaboró con otras cosas.
- Vale. Te parece que me ayudes repartiendo invitaciones para el casting?
- Sí Madame!!!
Y eso hizo. Toda la semana estuvieron llegando jóvenes muy interesantes, pero sin embargo, ninguna que se ajustara al tipo que buscaba Mensuel.
Pronto llego una chica, que me resultaba bastante familiar. Me recordaba a alguien, aunque no sabía a quien.
Pronto supe que se llamaba Lila Rossi, que era italiana, y estaba buscando despuntar como modelo en Francia, ya que, según ella, en Italia era una de las modelos más prestigiosas. Hizo el casting y Gabriel se quedó con las hojas de contacto. Llegando a casa, el estaba sentado, solo en su despacho, sin embargo hablaba con alguien.
- Solo quisiera tenerla una vez, ya después me olvidaré de ella.
- No seas estúpido Gabriel!!! Perderás lo más por lo menos, y, para nosotros será muy perjudicial si Nathalie se deprime o decide irse.
- Solo una vez, Noroo...
- Yo te digo que no, pero de todos modos haces lo que se te da la gana. Desobedeciste la primera regla de los prodigios, lo usaste para el mal aún con mis advertencias, pues bien, haz lo que te dé la gana, pero a mí no me eches la culpa si todo te sale mal.
Fingí no oír nada. Mi esposo se había interesado en esa niña. Que tenía yo de malo ya? Que ya no tenía 19 años? Qué era entonces? No quise pensar demasiado en eso. Aunque dolía. No pude soportar más, y fui a mi antigua recamara, saque a Duusu de su escondite y la llamé.
- Duusu por favor ven.
Ella apareció, tan azul, tan bella, radiante y con esos hermosos ojos azules.
- Pasa algo con Gabriel, cierto?
- Cómo sabes eso?
- Bueno, Noroo y yo....
- Cierto, no recordaba. Si si pasa algo y no sé cómo pararlo. Te necesito.
- Nathalie, recuerdas que te dije que pasarían varias pruebas? Bien. Es una de ellas. Solo te aconsejo que actúes de ser necesario, y que, cuando lo hagas no des marcha atrás. A veces es mejor quedar como una abandonadora, que como una mujer traicionada. Todas mis LePaon anteriores pasaron pruebas similares, incluso Emillie. Ella fue mi portadora antes de ti. Solo que ella no salió bien librada de ese accidente. También recomiendo que, aún con la decisión que tomes, no abandones tu lugar. Que sepa que, aún cuando pase lo que pase, tú eres la importante. Te lo pido porque, lo vemos venir, y Noroo teme que Gabriel haga una tontería. Por eso acordamos aconsejarte.
De modo que, aún con el dolor de mi corazón, empecé a permitir que, la atracción, cualquiera que fuera, que sintiera Gabriel por Lila, siguiera su curso. Aún cuando esa prueba, impuesta por mi Kwami, me hería en el corazón como una daga hirviente. Pero era necesario, y Duusu nunca se equivocaba. Falta ver cómo me llevará el destino a partir de ahora, será difícil y descabellado, pero saldré avante.