Por fin unidos

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Prometimos guardar nuestros prodigios pero los usamos solo por una vez: para unirnos bajo nuestras propias leyes.
- Duusu alza tu plumaje!!! (Se pone el antifaz a lo Chat Noir, da un giro como de ballet y se aparece el atuendo, lleva las manos atrás, y sale la cola)
- Noroo, alas negras!! (Se transforma empezando por los pies, aparece la máscara, estira su mano y sale el bastón).
Caminamos y quedamos enfrente de la mariposa del vitral. Ahí nos hicimos nuestro juramento.
- Yo, Nathalie Sancoeur Lehau, prometo amarte a ti, Gabriel Agreste D'Acourt, por el tiempo que me lo permitas, guardar custodia de nuestros prodigios, seguirte paso a paso en cualquier cosa que hagas y ayudarte a emprenderla, prometo cuidar así mismo de Adrien y tu casa, así como aceptar tu naturaleza oscura tal como acepté tu naturaleza pura.
- Yo, Gabriel Agreste D'Acourt, prometo amarte a ti, Nathalie Sancoeur Lehau, por el resto de mi vida, tomarte como mi compañera y mano derecha, prometo darte día a día el hogar que mereces, así como prometo darte tu espacio cuando lo requieras.
Nos besamos, nos dijimos "buen joue", y así cerramos nuestro pacto. A nuestros ojos ya nos habíamos casado, pero aún así el matrimonio real tendría que pasar la prueba de los siete años.
Bailamos un hermoso vals llamado el Adagio de la Rosa, vestidos como Hawkmoth y LePaon. Y decidimos cumplirnos la mutua fantasía de tener sexo vestidos de villanos. Aunque para mí era un poco vergonzoso que Duusu fuera espectadora directa de esto. Me despojo lentamente de mi vestido de antiheroina, dejándome únicamente la máscara, y yo igual, le dejé desnudo excepto su faz. Empezó por besar mis largas piernas, desde los dedos de mis pies hasta la parte alta de mis muslos, besando los labios de mi vulva como su fueran los de mi cara, succionando mi clítoris y pellizcandolo con sus labios, me hizo reventar en un squirt prodigioso que al mismo tiempo llevaba trazas luminosas azules (esto porque, según Duusu, al tiempo que yo copule con Gabriel, ella lo hizo con Noroo, siendo yo la emisora de los flujos de mi Kwami y los míos respectivamente), después Gabriel se acostó en el futón y me pidió que me sentara sobre su cara, estaba encantado besando el ojete de mi culo, junto con mi vagina, haciendo que reventara aún más, luego, ya que me hubo lubricado el culo, procedió a penetrarme así, yo siempre he tenido no sé si la fortuna o la desdicha de venirme con facilidad de cualquier modo: vaginalmente, analmente, vía oral o manual, de cualquier forma que el me estimulara yo estallaba en fluidos como si me hubiera desbordado un río desde el útero, primero la punta, después el medio, para entonces empezaba a lastimar pero al mismo tiempo se sentía delicioso, hasta que sentí el pelo de su pubis rozar con mi trasero, ya totalmente dentro empezó a entrar y salir de mi culo, al tiempo que con una de las plumas que solté por accidente al transformarme, me acariciaba el clítoris, eso me hizo terminar de nuevo. Entonces después de limpiarse minuciosamente, entro por mi vagina, poniéndose el conmigo, como las tijeras lésbicas, pero aquí penetrandome y podíamos vernos cara a cara y besarnos, estuvimos en esa deliciosa posición un buen rato hasta que los dos nos corrimos en nuestras caras. Por último me tendió con mi cabeza colgando y se puso entre mis senos, haciendose una paja con ellos (rusa), chorreando aún más simiente por todos lados. Quedamos agotados y aún hambrientos, ya que hace tiempo no teníamos un sexo tan fuerte. Salimos de la terraza ya como civiles para irnos a duchar para comer con Adrien. Es increíble cómo era nuestra vida, frente al pequeño éramos dos gentiles enamorados, pero en la intimidad de la habitación o en la terraza éramos unos diablos folladores. Me excitaba esta idea. Y por fin ya estábamos más unidos que nunca. Quizás no frente a una iglesia con párroco y toda la cosa, quizás no vestidos de novios, quizás tampoco con flores de azahar y corbata de moño, pero algun día eso pasaría. Guarde nuestros prodigios en un secretero que tenía en el piso de mi cuarto, y nos reunimos para comer. Adrien me contó que mis waffles resultaron bien con Marinette pero mal con Chloe ya que por esto, ella le pego a Marinette advirtiéndole que no se le acercara a Adrien nunca más. Le contesté a Adrien que, aún con todo, el amor siempre acaba triunfando, y mientras lo decía, Gabriel y yo nos miramos cómo dos adolescentes enamorados. Es increíble lo rápido que creció nuestro amor en tan poco tiempo. Apenas un año y ya estábamos tan enamorados como si lleváramos mil años. Pero era cierto. Nos tardamos en hallar la pero nos pertenecíamos. Desde antes de nacer yo era de Gabriel. Y ahora estábamos por fin unidos.

La muñeca de Gabriel (Finalizada De Momento)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora