La muñeca de Gabriel (Finalizada De Momento)

Noche peligrosa: Un cumpleaños de placer

19 años, esa edad cumplía yo, Gabriel y yo ya teníamos por decirlo así, un noviazgo. Naturalmente, Adrien no sabía, aún no era el momento.
Adrien tenía que viajar a Inglaterra para unos tratos con Tommy Hilfiger. Llevamos a Adrien al aeropuerto, y ya que salió su vuelo, retornamos al auto para posteriormente regresar a la casa. El viaje de Adrien duraría unas 5 semanas, de modo que podíamos escaparnos, eso sí, no sin antes dejar todo en orden. Supongo que Gabriel antes pensó en ello porque, citas que eran unas semanas o incluso unos días después, me hizo programarlas todas para lo que restaba de esta semana, estábamos a martes, y agendamos las citas hasta incluso en domingo. Toda la semana nos la pasamos trabajando incluso en la madrugada, sin descanso más que para desayunar y ducharnos. El ansiado domingo llego, y entonces me preguntó:
- Adónde te gustaría ir de cumpleaños, mi mariposa?
- Aún no lo he pensado aunque, se me antoja ir de safari alguna vez...
- Bien. Ponte en contacto con las aerolíneas Voleè y pide un vuelo para África. Y quiero que hagas la mejor reserva en el mejor hotel de ahí, que reserves una visita guiada y, de ser posible, veas si hay algún tipo de paquete especial para enamorados. Más tardar quiero todo listo mañana Nathalie, o de lo contrario, te tendré que azotar...
Eran las cinco menos cuarto. Para las 7 de la noche estuvo listo. Hice reserva en un lujoso hotel palaciego de Sudáfrica, llamado The Palace of the lost City, reserve una visita guiada para un safari, y también, había una especie de temática romántica en ese hotel, de modo que quedó todo exactamente como él quería. El viaje sería un par de días después de mi cumpleaños pero no importaba. Más tarde prepare las valijas de el y la mía, sería un viaje más o menos de una semana pero no necesitábamos mucha ropa formal, debido al calor infernal que hace ahi, empaque para mí varios jumpsuits de colores frescos y uno negro para las cenas. Con el que llegaría al aeropuerto ya lo había mandado a confeccionar y planchar. Era más o menos así

Ya que llegó mi traje, lo metí en un guardapolvo. Preparé la valija de Gabriel. Era la más complicada porque él no tenía muchas cosas ni informales ni frescas, pero yo me encargue de comprarle unos cuantos conjuntos para hombre en colores vivos como estos

Le quedarían divinos ya que Gabriel no solo tiene un magnífico porte, es guapísimo.
El día de mi cumpleaños fuimos a cenar a un lounge donde vendían comida más mmm citadina: pizzas Margherita y de Pepperoni, Hot dogs de salchicha y de chorizo argentino respectivamente, carnes frías, Hamburguesas gourmet de todo tipo: carne, pollo o inclusive mariscos y salmón. Bebidas varias, coctelería y postres exquisitos.
El ordenó una hamburguesa de sirloin, y yo una pizza individual Margherita, de beber ordenamos Coca Cola, las cuales nos llevaron en largos y delgados vasos adornados con sombrillas miniatura. Luego le indico a la chica que nos atendía que era mi cumpleaños, me cantaron y me llevaron un delicioso pastelito de plátano caliente y un espumoso capuccino. Al día siguiente me aguardaba otro obsequio de índole desconocida, no me enteré que era hasta que me llevó el chófer. La cita era en un prestigioso salón de belleza, Gabriel le había pedido al estilista que me hiciera mis tan ansiadas mechas rojas, el resultado fue maravilloso, además de que me hicieron un simpático flequillo. Me veía divina.

D

espués del salón me llevaron a recoger a Gabriel para ir a preparar la cita con Lacroix, la última para ya mañana podernos ir sin trabajo a cuestas.
Cuando Gabriel no me quitó los ojos de encima:
- Escuché que las querías así que me encargue de hacertelas, que bellas te quedan tus mechas. Te ves hermosa. Ya te viste?.
Era verdad, me veía bella. Aún con mis anteojos de pasta, aunque debo decir, mis anteojos ya eran parte de mi personalidad.
Fuimos a la cita con Lacroix, y todo transcurrió de maravilla, lo único que querían era un par de firmas para continuar con el desfile de Amour chassé-croisé. La línea llevaba el nombre que Gabriel le dio, pero las firmas que nos acompañarían llevarían sus mejores y más deliciosos conjuntos románticos. Ya estaba ansiosa, pues, yo sería la modelo a la cabeza.
Al día siguiente partimos al aeropuerto a primera hora y volamos a nuestro destino. Al llegar nos instalaron en nuestra bella habitación, y dejamos todo en sus perchas y las valijas al fondo del clóset, luego bajamos a la comida donde había más parejas. Y todas tan distintas, algunas iban con sus hijos, otras solos, algunas más eran solo novios, como Gabe y yo, pero éramos los únicos franceses, pese a que había muchos europeos, me acerque a la barra de comida a preparar platos para el y para mí. A él le puse mariscos varios y arroz, como me había pedido, yo elegí pechugas rellenas y pasta. Allá nos llevarían el vino y las sodas, mientras servía muchas personas me miraban. Incluso una pequeña junto a mí me dijo:
- Eres muy alta, como una jirafa, espero un día ser así como tú.- Se fue y me quedé sonriendo nostalgica. Pues cuando Gabe y yo fuimos al ginecólogo a que me recetaron anticonceptivos, el me había dicho que no me serían necesarios, porque soy estéril. Un sueño que no podría llevar a cabo jamás. Le lleve la comida a mi Gabe, y empezamos, notó mi cara y me preguntó que me pasaba:
- Qué le pasa a mi mariposa?
- Nada Gabriel, nada.- dije sin llorar aunque mis ojos estaban llenos de lágrimas.
- Vi a la pequeña y después de irse vi que te pusiste así, y no importa que no podamos tener nuestros propios hijos Nathalie, y no por ello eres menos que otras mujeres, no importa que no podamos, yo te amo y no quiero verte llorando vale?
Me tranquilizaba lo que me decía pues me angustiaba no poder tener hijos. Dios sabía cuánto, desde niña, había soñado con tener dos hijos. Niño y niña, y cuando vi que no habría posibilidad, mi mundo se cayó. Lo que tenía en belleza, lo tenía de estéril. Estaba seca. Nunca daría frutos. Y me sentía fatal. Pero ahora Gabriel me reconfortaba y era una especie de ancla.
Terminamos de comer y fuimos a la piscina un rato. Me puse un traje de baño de una pieza, color marino, de hombro caído y un hermoso olán blanco de imitación encaje. Un sombrero blanco de ala ancha, y mis gafas de sol. Gabriel optó por un traje estilo brief, nadamos un momento y después partimos a la habitación para ducharnos.
Después de la ducha, sentimos deseo de estar juntos, me recostó lentamente sobre la cama, y me separó las piernas, haciéndome un fabuloso sexo oral, de ano a vagina y de vuelta, me tenía gimiendo demasiado fuerte.
Después, me beso de la cabeza a la punta de mis pies, situándose después enmedio de mis piernas y penetrandome, primero con suavidad, luego un poco más duro, dándome vuelta y penetrandome desde atrás pero yo estaba recostada totalmente boca abajo, y aún así, pudo penetrarme deliciosa y fuertemente, al tiempo que me jalaba de los cabellos, después se salió y empezó a besarme la espalda y, llegando a mi trasero, agarró y me dio tremenda mordida en la nalga, y otra y otra, dolía pero se sentía muy rico. Lo mismo hizo con mis omóplatos y mis muslos, me excitaba tanto que me hizo suplicar por más mordidas.
Luego yo lo recosté y me metí su sexo completamente a mí boca, dando lamidas y succiones cada vez más expertas hasta que, sentí su simiente correr dentro de mi boca y lo tragué, tragué todo lo que Gabriel me daba, así como el se devoraba mis fluidos. Luego nos fundimos en un beso mesclando nuestros sabores, a hombre y mujer.
- Feliz cumpleaños bella.
Mi primer cumpleaños de deseos cumplidos.