Sentir su piel (Lemon 😏)

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#NotaDeLaAutora Voy a hacer un poquito de cochinero. No se me vayan a asustar. Pero quizás sea más cochino porque es POV Gabriel
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Sinceramente no cabía de felicidad desde que ella me dijo que tendríamos un hijo. Tanto que ya hasta imaginaba un poco cómo sería: quizás rubio de ojos turquesas, o azabache de ojos grises. Fuimos despacio a la piscina. Adrien no estaba en casa, se había ido a dormir con Nino Lahiffe después de la cena, los Dupain Cheng ya se habían ido hace un buen rato, de modo que estábamos solos en la casa.
La piscina tiene luces de colores, de modo que al anochecer, esas luces, le dan un tono mágico a la situacion, le solté los cordeles del sensual y atrevido bikini negro, yo ya estaba desnudo, así que solo era cuestión de desnudarla a ella.
La tendi en una de las tumbonas, abrí sus largas piernas, entre besos y mordiscos, al llegar a su entrepierna, fui besando poco a poco, separando de cuando en cuando los labios con mi lengua, hasta llegar poco a poco a su clítoris, el cual estaba demasiado oculto, como un tesoro, enmedio de varios velos de piel deliciosa, y a este bello paraíso, lo coronaba una mariposa negra con vetas moradas en el suave monte de Venus. De modo que bese su clítoris, sus labios, el monte suave y delicado, sin un solo vello que hiciera perder su belleza. Ella estaba que no aguantaba más, así que procedí con el jugueteo, dejando varios hilos de mi ardiente saliva en su sexo, después empecé a frotar mi miembro contra su sexo, haciendo que prorrumpiera en gemidos de placer. Luego me fui a sus senos, los mordí como si no hubiera un mañana, aprovechando que Nathalie estaba más sensible ahora con su embarazo, de modo que sus gemidos eran deliciosos e involuntarios la mayoría del tiempo.
- Ahhh Gabriel, ya no me tortures.- Decía mientras yo seguía frotándose contra ella.
- Que no te haga que? Esto?.- Volví a hacerlo.
- Ya no juegues conmigo así Hawkmoth.
- Lo quieres?.- dije, prolongando mis frotamientos.
- Ya por favor...
- Pídemelo.- la mire como si fuera un tigre que acorralara a un cervatillo.
- Ya cógeme por favor. No me hagas rogar.
No se diga más. Empecé a penetrarla, de frente, al tiempo que la agarraba fuertemente del cuello, arrancándole miles de litros de su delicioso elixir azul brillante.
Después la tumbe a gatas en el pasto, tomé una porción de sus cabellos azabaches, y la jale hacia atrás, con cada embestida, mi jaloneo aumentaba de intensidad. Ella empezaba a azotar sus manos en el suelo, cuando ella azotaba las manos así, era indicador de que se acercaba uno de sus deliciosos squirts. Nada me encantaba más que cuando hacía esto. Sentirme mojado por ella era más delicioso que cualquier cosa en mi maldita vida.
Después ella me dijo:
- Quiero probarte.
Y se metió de golpe, toda mi pija, hasta la garganta, después, sus chupadas se hicieron más intensas y constantes. Pronto sentí, un calambre de los que me daban cuando me iba a correr.
- Estoy que me corro, ahhhh!!!.- gemi. Entonces ella se puso a gatas, recibiendo de golpe, toda mi melaza en su boca, tragandola de inmediato y dejándome limpio.
Aún estaba bastante caliente, así que, la volví a agachar, y le ate las manos atrás con su sostén del bikini, separé sus deliciosas nalgas y penetré en ese fino y rosado culo. Me encantaba descularla, esos gemidos entre placer y dolor me excitaban al punto de hacerme gemir como un toro.
- Ay no Gabriel, estás demasiado grande!!!
- Pero bien que te gusta, sucia!!
Y seguí enculando a Nathalie, volviéndome a correr pero ahora en ese delicioso capullo. Siempre que la enculo ella acaba empapada de flujo, y con el culo tan abierto que era para fotografiar (sí, soy un cerdo) así que baje a revisar y su clítoris estaba tapizado de blancos fluidos, así que los lamí, dejándole limpia su vulva y el culo a puro lengüeteo.
Después nadamos desnudos. Sinceramente aún no me cabía en la cabeza porque la engañe. Si ella tiene todo para ponermela bien dura. Era asombroso, como su embarazo, no había aún hecho mella en su deliciosa figura. Tenía la preciosa y estrecha cintura intacta, lo que si, los pechos los tenía enormes. Fue una deliciosa noche con mi mujer. Acabamos tan exhaustos que nos fuimos a dormir así. Empapados de nuestros mutuos fluidos.

La muñeca de Gabriel (Finalizada De Momento)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora