Capítulo 7: Recaída.

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Las mejillas de Donghae daban la impresión de que te quemarían si las tocabas. 

Su boca permanecía entreabierta por más que intentase cerrarla. 

Sus ojos vidriosos se clavaban en Hyukjae. En su rostro lascivo que lo ponía más excitado de lo que ya estaba. 

El peli negro ya le había desabotonado los jeans. Ahora lo acariciaba por encima de la ropa interior, utilizando cada uno de sus dedos en ello. Y lo hacía con tanta tranquilidad que desesperaba. 

La respiración del castaño se aceleraba a cada momento. 

Cuando sintió la punta de su pene ser presionada por dos dedos, gimió. Y gimió fuerte, de forma casi penosa. 

—Shh...— Susurró Eunhyuk, pegándose el índice de su mano desocupada a los labios. 

Donghae tragó difícilmente, frunció el ceño y echó la cabeza hacia atrás cuando el otro retomó su tarea. Sin embargo, dio un respingo al percatarse de que comenzaba a ser tocado por debajo de los bóxer. Sujetó la muñeca de Hyukjae con fuerza y lo apartó.

Quedaron mirándose varios segundos que resultaron bastante incómodos. 

Hacían casi tres años desde la última vez que habían hecho algo como esto. El menor ya no estaba acostumbrado a acercamientos así, si no a maldecir al bailarín cada que lo veía. Debido a eso, entre su embriaguez una parte de su cerebro—muy pequeña por cierto— le decía: "No permitas que te toque". Aunque fue acallada una vez que Hyukjae sonrió, acercó más su cuerpo si era posible y le hizo juguetonas cosquillas bajo el mentón. 

Donghae amaba eso. Amaba que Eunhyuk lo hiciera, incluso ahora. No pudo resistirlo, terminó ronroneando y riendo silenciosamente. 

—Bésame— Pidió el mayor de repente, al tiempo que metía su mano bajo los bóxer ajenos ya sin obtener desaprobación— ¿Sí?

El castaño cerró los ojos, estremeciéndose. Ladeó la cabeza y abrió un poco más su boca. 

"¿En serio harás esto?"  Intentó decirle de nuevo su cerebro. "No puedes ser tan patético". 

Pero se negó a escucharlo. 

Las narices de ambos chocaron. Sus labios se rozaron. 

Parecía que no supiesen como iniciar, porque continuaron haciendo solo eso unos instantes. Hasta que Eunhyuk sujetó fuerte el mentón de Donghae y fundió sus bocas en un beso que fue profundo desde un principio. Se devoraron con torpeza a consecuencia del estado en que se encontraban, sin ser capaces de ponerse de acuerdo. 

Aún así, se rehusaron a parar. Lo único que consiguió romper el contacto fue el descuidado gemido que Donghae emitió en cuanto Eunhyuk decidió empuñar su pene y empezar a masturbarlo. 

—Hey...— Llamó su atención el bailarín, para después presionar sus gruesos labios contra los más delgados— Tienes que callarte, ¿vale?— Repitió su acción anterior. 

—Cállate tú, hijo de puta— Contestó. De inmediato agarró a Hyukjae de la nuca y se apoderó de su boca agresivamente. Su gesto fue correspondido sin darle ninguna importancia a su insulto. 

Hyukjae movió su mano de arriba abajo a lo largo de la extensión del menor, causando que éste gimiera en el beso. 

Escucharlo hacer esos sonidos siempre lo había puesto a mil. 

Se esmeró en continuar, en entregarle placer y obtener a cambio eso que tanto le gustaba oír, sumado a las toscas caricias que se proporcionaban el uno al otro mediante labios y lenguas. No quería parar, pero un ruido externo lo obligó a hacerlo. 

Bad Blood (Eunhae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora