Bad Blood (Eunhae)

Capítulo 14: El por qué.

Cada célula de Eunhyuk acababa de estremecerse y Donghae lo sabía. 

Bien que lo sabía. 

Arrastró su mano hacia abajo por la puerta y la posó en el costado del cuello de Eunhyuk. Ahí empezó a mover sus dedos de forma casi inapreciable. 

El peli negro no se percató de los leves temblores en los dedos de su acompañante. Estaba muy ocupado relamiéndose los labios para saborear el rastro que el menor le había dejado. 

Su corazón golpeaba con tanta fuerza dentro de su pecho que pensó que se le saldría. 

La atención de Donghae se concentraba en su boca. Eunhyuk respiró más aceleradamente ante la idea de un beso... pero necesitaba averiguar de qué iba esto. 

—¿Por qué hiciste eso?— Preguntó. Donghae no contestó y tampoco lo miró. Por eso lo sujetó del mentón, instándolo a que alzara el rostro—... Oye. 

Cuando pudo ver los ojos del castaño, no logró dilucidar nada de ellos. Estaba oscuro de todos modos, la única y débil luz se colaba a través de los delicados visillos y únicamente le permitía notar el brillo en las orbes marrones, causado por las recientes lágrimas. 

Todavía no recibía ninguna respuesta. Un pensamiento cruzó su mente. Se inclinó y pasó su nariz por el cuello de Donghae, inhalando profundo. 

—¿No estás borracho?— Tanteó confundido, irguiéndose. 

Y quería continuar con las preguntas, pero Donghae ladeó la cabeza y le lamió el labio inferior, mirándolo fijamente. 

Eunhyuk quedó mudo. Después de tomar mucho aire, se acercó deseando atrapar la lengua del menor con su boca pero éste se echó hacia atrás. Frunció el ceño y otra vez intentó apoderarse de esos labios. Donghae giró la cara. 

—¿Qué haces?...— Cuestionó el peli negro, intentándolo por tercera ocasión y volviendo a fallar— ¿Por qué?...— Cortó su propia frase y subió sus manos a las mejillas de Donghae, ejerciendo algo de fuerza para impedirle alejarse.

Sus párpados cayeron y unió sus labios con los del menor, quien segundos más tarde lo agarró bruscamente de la cintura, enterrándole los dedos en la piel por sobre la vestimenta. 

Eunhyuk no se quejó. No alcanzó, solo pudo emitir un sonido de placer cuando Donghae comenzó a corresponder toscamente a su beso al tiempo que daba pasos en reversa y jalaba de él para que lo siguiera. 

Donghae movía sus labios contra los de Hyukjae de manera descuidada e intensa. Su lengua exploraba sin restricciones la cavidad del mayor, que procuraba igualar su ritmo... pero sin duda el castaño estaba dominando aquello. 

Hyukjae no tenía ni una mísera pista de qué sucedía, pero carecía de la suficiente voluntad para rechazar a Donghae. 

El calor que se creó debido a la cercanía de sus cuerpos le resultaba embriagante. 

De un momento a otro el castaño rompió el beso, quedándose allí con la boca entreabierta y su pecho en un agitado sube y baja. 

Esa vista incrementó las ganas que Hyukjae tenía de él, si es que era posible. Quiso regresar a por sus labios. 

Donghae simplemente giró la cara una vez más, negándoselo.

—Tsk...— Se quejó Hyukjae— ¿Qué es lo que quieres de mí?...— Preguntó, casi en un gimoteo. Como el castaño no contestó, se dispuso a retroceder un paso para tranquilizarse y averiguar qué ocurría. Donghae no lo permitió, se aferró a él y le mordisqueó desde el mentón hasta la mandíbula, sacándole suspiros.