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    Me fui en el Jet Privado a Marruecos, Sebastian era el primero que tenía que saber, ya no podía seguir más con los planes del matrimonio.

-- ¿Necesitabas verme?—preguntó dándome un fuerte abrazo. 

 -- Si —le sonreí.

-- Estas muy delgada, pero te ves hermosa—eso me hizo sonreír, primera persona que me decía algo lindo.

 --Vamos a mi casa—susurró,  asentí.

Caminamo por el jardín de su Villa, mi mente no podía encontrar las palabras correctas para decirle lo que estaba sucediendo.

 -- Sebastian no me puedo casar contigo— se detuvo.

-- ¿Porque Len? -- Comencé a llorar, ni siquiera podía mirarlo.

 -- Te quiero mucho Sebastian—susurré, él no entendía nada.

-- Len—acarició mi rostro.

 -- Estoy embarazada— cerró sus ojos, sabía perfectamente que no era su bebé.

-- ¿Quién es el Padre?—su voz fue dura, no podía decir quién era el Padre.

 -- No lo sé – eso apenas se escuchó.

-- ¿Cómo mierda no lo sabes?-- gritó

 -- Fue en Cancún, no sé quién es—ni yo me creía mi propia mentira.

-- ¿No te da vergüenza ?–- eso me dolió.

 -- No me trates así, porque pagaré por todos mis errores Sebastian y sabes muy bien que lo pagaré –-  se quedó en silencio porque en el fondo sabía que era cierto, lo iba a pagar muy caro.

-- Len yo te amo— no había necesidad de decirlo, yo lo sabía.

 -- Me tengo que ir— fue lo ultimo que pude decir antes de irme para siempre. 

Caminé caminé y caminé, estaba hecho, el compromiso real que mantenía a todo el mundo feliz se había acabado...


 -- Robert necesito hablar contigo— él ya lo sabía, Sebastian ya le había dicho.

-- ¿Porque mierda terminaste con Sebastian?—gritó, no pude decir ni una sola palabra.

 -- Espero tengas una muy buena razón para romper las alianzas con Marruecos Eleanor--

-- Robert cálmate—Mamá interrumpió nuestra conversación.

 -- Querida, ¿Estas bien?—preguntó,  asentí, Robert estaba esperando mi explicación.

-- Robert, yo...--

 -- Dime—gritó, Mamá apretó mi mano y asintió, ella me estaba apoyando, era ahora o nunca.

-- Estoy embarazada--- comencé a temblar, Mamá apretaba más mi mano, Robert cayó sobre su asiento, no decía nada, ni siquiera me miró.

-- ¿Quién es el padre?—  no pude levantar la mirada si decía que era Jasper este era mi final.

-- ¡Te hice una pregunta!—gritó apretando mis brazos, no sé en qué momento apareció en frente de mi.

 -- ¡Robert!—gritó mamá y me soltó, mi lagrimas comenzaron a caer.

-- No lo sé—respondí, mamá me abrazó.

 -- Desaparece de mi vista Eleanor— obedecí, comencé a correr hasta mi habitación, era el único lugar donde me sentía segura, Sebastian solo le dijo que habíamos roto nuestro compromiso, el no mencionó la razón.


-- Len, esto no le hace bien al bebé—susurró Rosie, otra vez había olvidado al pequeño Simon.

-- No sé qué pasará conmigo Rosie— ella me abrazó.

Las puertas de mi habitación de abrieron en un instante.

 -- Robert no puedes hacer esto—Mamá intentó detenerlo, me levanté del sofá confundida.

-- Te vas a Dinamarca hasta que escupas a ese bastardo—gritó, Mi madre corrió abrazarme, comencé a llorar otra vez.

 Llegaron las chicas del servicio para empacar todas mis cosas, esto era real, me tenía que ir.

-- Robbie-- susurré

 -- Ni te molestes en despedirte—me detuve en su puerta,  Willow se apartó de su lado y me abrazó.


No sabía cuanto tiempo estaría lejos de casa pero tenía que empezar a acostumbrarme, miré todo por ultima vez y me subí al auto dejando todo atrás.   


SobrevivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora