Primer día de clases. No recuerdo en la vida un verano más corto que éste, sin embargo, como no sucedía hace bastante este año tenía unas ganas indescriptibles de entrar y el motivo era más que obvio si todo salía bien este semestre, el próximo año ¡Hola intercambio!
– ¿Cómo llevas lo del juicio? –Apenas me subí a su auto Dan comenzó el interrogatorio. Ayer había sido el día que tanto habíamos esperado por casi 1 año. Suspiré.
Miré por la ventana el paisaje que iba quedando atrás, era un día realmente hermoso, la brisa era cálida y el sol se encontraba radiante en su punto máximo, sin embargo, al menos para mí era difícil disfrutarlo plenamente.
– Fue el último, ya no habrán más. –Suspiré. Ni, aunque pasaran mil años sería un tema fácil de tratar.
– En algún momento debía suceder, Alex. –Asentí–. Sólo no pienses más en aquello, todo resultó como debía y eso es lo único que importa. –Mis manos comenzaron a sudar en cosa de segundos y es que el nivel en que esto me afectaba, a veces llegaba a ser catastrófico. Y aunque ya había pasado bastante tiempo el sólo recordarlo me perturbaba completamente.
– Si tan sólo hubiésemos logrado esto mismo hace 4 años... –Me miró y notó mi tristeza, con su mano derecha acarició mi cabeza.
Paró el auto y me miró. –Se cumplió lo que todos queríamos, eso al menos es algo. –Era mucho más que "algo" lo sabía de sobra, pero debía hacer sido hace mucho tiempo atrás, no ahora–. Y ahora sólo intenta sonreír. Por mí. –Suplicó con sus manos. Asentí sonriendo sinceramente.
Como en los últimos cinco meses de nuestras vidas Dan me llevaría a cualquier lugar, que hoy sería la Facultad de medicina. Ya se estaba convirtiendo en una tradición obligada desde que mis padres habían confiscado mi auto luego de una borrachera sin control junto a ella y Matt que terminó con nosotros arrestados en la comisaria de la ciudad, y es que Great Falls a pesar de ser la ciudad más conocida en el Condado de Cascade en Montana, inexplicablemente todo el mundo se conocía aquí, al punto que era tétrico.
Y para ser sincera esto de pasar juntas la mañana nos agradaba, la verdad no teníamos inconveniente alguno ya que ninguna de las 2 vivía en el campus y nuestras casas se encontraban lo suficientemente cerca para vivir allí, pero tan lejos como para poder ir en nuestro propio auto.
Éramos mejores amigas de toda la vida, pasar un rato en la mañana juntas en su auto cantando canciones con toda el alma no era algo que odiásemos, sino todo lo contrario.
Dani era una chica hermosa, de cabellos claros, pecas en sus mejillas y una expresión siempre afable, era mi versión buena y angelical, mientras que yo era la suya malvada. Nos conocíamos desde los 4 años cuando se mudó a la casa de en frente, y desde ese entonces nos volvimos inseparables, y aunque las cosas cambiaron un poco cuando comenzó a salir con Matt, siempre iba a ser mi mejor amiga, y también la única.
– Alex, ¿Estás bien? –Me interrumpió. Le miré sonriente y asentí–. Hablo en serio, no soy Carlo o Piera.
– Es sólo el nerviosismo de cada año. Tranquila. –Y no mentía, sobre todo porque este año sería el más difícil de todos.
La verdad la idea de un nuevo año me agradaba y no es que estuviese desesperada por comenzar con las aburridas clases de epidemiología, pero si todo iba bien este año, el próximo nos encontraríamos solas en Ámsterdam con Dani.
La idea, de sólo pensarlo hacía erizar mi piel y es que era nuestro sueño desde siempre, lo que habíamos planeado por mucho tiempo.
– Entonces, ¿Tenemos que adelantar "Anatomofisiología de no tengo idea" este año? –Asentí, si en verdad queríamos ese viaje, al menos debíamos adelantar 2 materias para juntar los créditos necesarios.
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Demonios: Mi Error Favorito
Teen FictionAlex y Stefan no son exactamente la princesa y el príncipe de cuentos de hadas respectivamente; ambos buscan sólo diversión y libertad, porque con los demonios que cada uno esconde es difícil que algo pueda terminar realmente bien en sus vidas. Se...