16.

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Estacioné el auto en las afueras de la casa y noté que el jeep de Stefan se encontraba aún allí. Respiré hondo, busqué las llaves en mi bolso y me dispuse a entrar, antes de abrir la puerta salió Stefan que me abrazó como si creyese que algo malo había sucedido. –¿Cómo estás? –Preguntó cuándo me soltó, no pude evitar mirarle con dulzura.

– Bien, ¿Tú? ¿Sucede algo? –Pregunté en lo que entrábamos a la casa.

– No, sólo que no respondías mis llamadas, Matt inventó una estúpida excusa por la que faltaste a la clase que teníamos juntos hoy, entonces ideas extrañas pasaron por mi cabeza. –Sonreí, en serio se había preocupado.

– ¿Stefan Lancaster? ¿Preocupado por mí? ¿Qué le sucede al mundo? –Bromeé, pero su mirada y expresión eran de esperar una respuesta. Tragué pesado.

– Alex, en serio, ¿Qué sucedió hoy que no puedo saber? –Negué–. Todos saben algo que yo no, sé que no llevamos tanto tiempo juntos, pero me preocupé...

– Estoy bien, es lo que importa Stefan... –Ahora él negó. Hoy había decidido contarle a Stefan la verdad acerca de Nicholas, pero éste no era el día. Ya sabía cómo lo haría, pero no podía ser hoy, era su aniversario, no podía hablarlo y no volver a estar todo mal. De verdad no podía.

– ¿Es sobre Nicholas? –Y me descoloqué. ¿Por qué quería saber? ¿Qué iba a ganar sabiendo que yo creía ser la culpable de la muerte de mi hermano? Relajé mis hombros que se habían tensado en cosa de segundos.

– Stefan... –No sabía qué decirle. No quería que supiese todo así, no hoy. No justo hoy–. Sólo confía en mí, por favor.

– Sólo dime por qué no me lo puedes decir... –Tomé sus manos y asentí.

– Es un tema que recién hoy creo haber superado. Lo vas a saber Stefan, pero no hoy, es complicado y difícil para mí. –Me miró y tomó mi rostro entre sus manos–.

– ¿Estás bien? –Asentí y besó mis labios. Pero supe enseguida que no se iba a quedar tranquilo con eso.

– Sólo no pienses tonterías, cuando sea el momento lo sabrás. –Asintió y caminamos hacia la sala. Stefan creía que le ocultaba algo malo, quizá respecto a un ex novio. Pero él también tenía secretos, claro que sí, y yo no me esmeraba por saberlos...

– Me tengo que ir... –Dijo cuándo nos sentamos en el sofá. Le miré extrañada, ¿Se había molestado?

Me orillé en el sofá y tomé sus manos. –¿Estás enojado? Stefan...

– No, es sólo que no me siento cómodo con esto... –No entendí a qué se refería con "esto". Alcé mis cejas en señal de no entender. –Estuve todo el día preocupado por ti y tú llegas, así como si nada hubiese sucedido y reconoces que me ocultas algo... No sé qué pensar...

– No es algo que te incumba, Stefan. De verdad no afecta en nada nuestra relación... –Tomó mi mano y subió la manga–. ¡¿Qué haces?!

– Desde que tienes esa pulsera has actuado raro, hablas con Dani acerca de un tal Nicholas y ni siquiera intentas ser discreta al hacerla callar cuando notas que estoy allí. No desconfío, Alex... –Bajé el puño del polar y me sentí ofuscada–. Pero es raro...

Me ofusqué más de lo que Stefan nunca había visto y no pude evitarlo. –Nicholas es mi hermano Stefan, la pulsera dice "Fratelli per sempre" o sea "Hermanos por siempre". –Me levanté y me dirigí a la puerta. Si alguna vez pensé que le contaría la verdad y que la sabría por mi parte, esa opción había sido desechada por completo–. ¡Ahora sal!

Demonios: Mi Error FavoritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora