El dios de la muerte se encontraba sentado en una de las ramas marchitas de un gran árbol que había en medio pude aquel hermoso jardín, conocido como el jardín de la diosa de la vida, Toriel.
Ahora mismo se encontraba viendo una puesta de sol, mirando cómo aquella estrella se ocultaba detrás de esos grandes montes. Esa imagen le fascinaba, sobre todo por qué el color rojizo del cielo le recordaba a cierto esqueleto de bufanda roja que, para él, era perfecto.
Suspiró con tristeza, mañana tenía que volver a trabajar durante días enteros, sin poder ver a aquel esqueleto que amaba.
-Mañana le veré antes de irme, necesito un abrazo suyo~.
Era solo pensar en él y su alegría y buen humor se disparaban.
OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOo
Cap medio raro, pero ya que lo tenía, lo publico :v