Solo tenía una misión, una misión que definía prácticamente su vida. Existía para hacer a la gente feliz, para ayudarles a salir de los malos sentimientos y momentos. Protegía los sentimientos positivos, pero no pudo hacerlo.
Dream miró con tristeza el polvo esparcido por aquella zona, apretando los puños ante la impotencia que sentía. Tal vez si hubiera estado ahí, podría haberles dado esperanza, ánimos para continuat y ganar esa batalla, pero no estuvo. Ya falló con dos amigos.
Se arrodilló en el suelo, cerrando fuertemente los ojos.
-¿Duele?- la Chara de ojos negros sonrió malevolamente mientras se colocaba a su lado, enseñando su hoz manchado de polvo por el filo-. ¿Duele el sentir esos sentimientos que no te corresponden?
-¿Por qué...?- preguntó el soñador, sin mirarla-. Ellos no te hicieron nada...
-El fin justifica los medios. Estoy reservando para el final el mejor momento, solo necesitaba entretenerme un poco aquí.
-¿Entretenerte? ¿Los mataste a todos solo por... diversión?
Chara levantó su arma, mirando sonriente al contrario. No hizo nada, a pesar de haber visto ese movimiento.
-Obviamente. No eran nada, solo un puñado de monstruos sin protagonismo, incluso el azul era un simple peón de todo esto. Todos los sois.
Dream cerró los ojos, dolía. Su alma se sentía oprimida, como su alguien la estuviera presionando con fuerza.
-¿No vas a defenderte?
-¿Para qué...? No tengo nada que defender... ni puedo hacerlo.
Chara rió, colocándose enfrente.
-Si tú mueres, él también. Pero tranquilo, no lo haré, solo voy a asegurarme de no dejar cabos sueltos.
Aquella frase fue lo último que Dream escuchó antes de sentir el filo de esa hoz atravesarle el pecho.
Ese dolor físico no fue nada a comparación del dolor emocional que sintió.
-Je... je... ¿así fue como te sentiste en el pasado, hermano?... Ahora entiendo por qué... acabaste así...
Maratón 2/5
