T r e i n t a Y d o s

11.1K 903 138
                                    

En capítulos anteriores...

— Hay que liberarlos — Gabriel se pone frente a mi. — Vamos a necesitar su ayuda y la de sus hijos, Estrella. No toda la jerarquía angelical puede exorcizar a un demonio.

¿Ahora no eres tan altanero, verdad?

— Imposible — Loryan y Hadriel niegan con la cabeza frenéticos. — Son demasiados.

— Papá era el único que podía hacerlo solo con el soplo de sus alas — Hadriel tira de su cabello. —. Nosotros necesitamos tiempo.

Eso no suena para nada alentador.

— Tendremos que arriesgarnos — Miguel saca sus ocho alas y al instante su armadura lo recubre. —, somos millones los que lucharemos para retenerlos, pero también habrá unos cuantos miles que os pueden ayudar.

No puedo hacer esto. No sé ni cuidar de mí misma ¿ Cómo salvaré a estas personas?

*-*-*-*-*

He tenido que volver a subir el capítulo porque wattpad no quería funcionar para mi hoy xD pero aquí lo tenéis ❤️

*ANTEPENÚLTIMO CAPÍTULO*

El final se acerca...
XD

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*


Tiene que haber otra manera. Otra forma de salir con bien de todo esto. Como ya ha dicho Loryan; son demasiados.

Yo no sé como controlar mis poderes aún. Mierda, ni siquiera sé como hacer esa cosa de liberar a esas personas.

Los templarios no pueden hacer nada, solo luchar y retener hasta que algún ser divino saque el demonio que hay en cada persona. Gabriel y Miguel dan órdenes a todos los ángeles del cielo que ya están junto a nosotros y que hacen competencia en número al ejército frente a nuestro alrededor.

Sería una pelea fácil si todos ellos tuvieran el poder de liberar y mandar al infierno a los demonios. Pero desafortunadamente, no todos tienen esa habilidad. Solo los de rango superior; querubines y serafínes.

A los demás les toca hacer el mismo trabajo que el de los templarios. Conseguir tiempo.

Hadriel y Loryan están cerca de un ataque de histeria ¿Por qué? Porque quieren ayudar, pero no quieren separarse de mi ¿Por qué? Porque quieren protegerme y saben que no estoy en condiciones para ayudar. Saben que no me encuentro bien. Ellos realmente saben mejor que nadie que aunque a ojos ajenos parezca lúcida, por dentro me arrasa una marea de sentimientos.

Quiero a mi ángel. A mi loco tatuado. A mi pollo con alas mayor.

Pero aún no puedo asumir que no está... Ni siquiera he podido verlo. Ni siquiera he podido despedirme. Ni siquiera he podido mirarle a los ojos y decirle todo lo que siento...

— Cuando un ángel muere, su cuerpo se convierte en vida para otros, estrella. Aire, vegetación... De alguna manera ausente, está. —Miguel me sonríe y juraría haber visto tristeza en sus ojos. —Él ya se hubiera encargado de todo esto solo con pestañear.

Asiento, trago el nudo que se ha formado en mi garganta y miro a mis hijos a tiempo para ver como Loryan le da un golpe a su hermano en la nuca que hace que tropiece con sus pies y lo mire con fastidio.

—Hey, ¿qué ocurre?

— ¡Hadriel rompió el peluche de unicornio con pelo de arcoiris que me regaló una persona y lo escondió para que no me diese cuenta!

Suryan ©  || [Sin Editar] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora