Capítulo 14: Peligro, alto voltaje

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Todo esto es mi culpa, la acepto por completo. Tengo novio, uno falso, pero es un novio, o algo parecido, además, para él soy su novia, para todos soy su novia. Soy la única no conforme con ese hecho, pero aun así no lo puedo cambiar, además me he comportado de manera indebida con alguien que me está causando muchos problemas.

—Yo... no... —no hay palabras que me ayuden a explicarme.

—La respuesta es que no estabas invitado —la seria y arrogante voz de Stefan hace eco en estas cuatro paredes. Me quedo helada, esto definitivamente se pondrá feo.

Stefan se coloca a mi lado con esa postura de macho alfa que tanto odio en los hombres; Brad se da cuenta y se coloca al frente de él con el pecho hinchado. Otro macho alfa. ¿Eso en que me convierte? En un maldito pedazo de carne. Me golpeo la frente con la mano varias veces e intento pensar que hacer, los quiero a ambos fuera de mi casa antes que llegue mi madre.

Brad es alto, de la misma estatura que Stefan, pero su contextura es más delgada y normalita, tiene buenos brazos y piernas, además de una cara atractiva y... ¿Tonta? No sé cómo describirla, en las novelas él sería más el papel del mejor amigo que de novio, pero mi madre lo escogió, así que ni modos. Brad también tiene el cabello oscuro como Stefan, pero el de él está mucho más corto y con menos volumen, sus ojos son de color café claro. Bueno, es un chico común y corriente con una cara atractiva y mucha plata ¿Qué más se puede decir? La diferencia entre él y Stefan es que Stefan es más... ¿Cruel? Si, también oscuro, serio, misterioso, con un toque malicioso, como alguien que rompe las reglas, como alguien que no tiene reglas; además, claro está, Stefan es un ángel bajado del cielo, su físico me parece perfecto, único... y... enloquece, es una peligrosa combinación.

— ¿Puedo saber quién carajos eres tú? —no, no quiero peleas. Dejó de comparar mentalmente a ambos chicos, me acerco a Brad y me aferro a su brazo para mantenerlo alejado de Stefan; aunque sé que si ambos deciden pelear no podré apartar a ninguno.

Stefan también tiene un aire de saber pelear. Brad solo pelea con las moscas; si dejo que ambos se excedan, terminaré en un hospital atendiendo a Brad por una torcedura de pierna y la mandíbula descuadrada; lo que menos quiero es terminar de enfermera, este día ha sido un asco y va para peor.

—Stefan Walker —su voz es demasiado neutra, a cualquiera le haría perder la paciencia ¿Por qué Stefan se comporta así? —, soy nuevo tanto en el instituto como en la ciudad.

— ¿Nuevo? —se burla Brad, esta vez me mira a mí, estoy muda y con mi mirada le pido que pare, pero él no me entiende, nunca lo hace—. ¿Desde cuándo conoces a este chico?

Pienso rápidamente en mi respuesta, decido ir por la versión que creó mi madre.

—Hace unos años... creo — ¿Creo? ¿Por qué digo creo? Realmente lo conozco desde ayer, y le aconsejaría que llevara un cartel de «peligro, alto voltaje» así lo pensaría dos veces antes de si quiera mirarlo.

— ¿Qué? —el volumen de la voz de Brad aumenta y no me gusta, odio que me hablen así, solo se lo permito a mi madre—. ¿Qué hace él en tu casa, Emma?

—Ella me invitó —responde Stefan por mí.

¡¿Qué?! Lo invitó su autoestima porque yo no, pero aun así acepté que entrara a mi casa, así que me quedo en silencio.

—Mira niño, si ella te invita yo te desinvito ¡lárgate! —le gruñe Brad. ¡Genial!

—Si alguien se va, ese serás tú... ella y yo estábamos en algo importante antes de que llegaras —la mandíbula me llega al suelo, fulmino a Stefan con la mirada, no entiendo que pretende ¿Quiere matar a mi novio? ¿Quiere que me maten a mí?

Tentando al Ángel | 1.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora